Los editores constatan con amargura el crecimiento cero del sector del libro
La facturación fue de 2.881,60 millones en 2004, sólo un 3,2% más que el año anterior
El diagnóstico es desolador. El incremento del 3,2% de facturación en 2004 respecto a 2003 se iguala a la cifra de inflación (3,2%), lo que da un crecimiento cero. "Los datos de 2004 son como una fotografía del pasado y ya no resulta real. Los datos que poseemos de 2005 acentúan los tintes más grises", explicó ayer el presidente de Liber y de la Federación de Gremios de Editores de España, Emiliano Martínez. "A partir de 2005, si se mantienen las actuales condiciones de erosión del precio fijo de los libros y la gratuidad de los libros de texto, el panorama será verdaderamente preocupante".
Tras un inicio, anteayer, a medio gas de Liber, marcado por la fiesta del Pilar, ayer se acumularon los encuentros y los datos. Datos que desmienten el optimismo del Ministerio de Cultura. De uno en uno, por los pasillos o públicamente en las sesiones de trabajo, todos los editores se dedicaron sistemáticamente a rechazar y desmentir las declaraciones del director general del Libro, Rogelio Blanco, que les acusó de catastrofistas.
La ministra de Cultura, Carmen Calvo, habló alegremente el martes, en la inauguración de Liber, de más de 77.000 títulos editados en 2004, la mitad de ellos novedades. Según los datos, mucho más ajustados, del estudio Comercio interior del libro en España 2004, elaborado por la empresa Precisa para la Federación de Gremios de Editores (FGEE), el número de libros editados en España en 2004 es de 67.822, de los que el 51,2% son títulos nuevos o novedades, y el 48,8%, reimpresiones o reediciones.
La cifra de títulos vivos en catálogo, 309.000, es a priori una buena noticia, pero tiene sus peros. "Un número esperanzador o preocupante, según se mire", afirmó Martínez. "Porque es obvio que la red de librerías, ni siquiera las más grandes, puede asimilar físicamente esta oferta rica y diversa para que llegue a los lectores".
En este panorama destaca el crecimiento del libro de bolsillo. Se publicaron el año pasado 5.031 títulos y 37.261.117 ejemplares vendidos, lo que supone el 7,4% de los libros editados y un crecimiento del 8,2% respecto a 2003. Todo indica, según los editores, que éste sera uno de los segmentos de la industria editorial donde se librará una de las mayores batallas para conseguir mayor cuota de ventas en el mercado.
Ha crecido asimismo la edición en soportes diferentes al papel. El 25,6% de las editoriales utilizaron las nuevas tecnologías, con una facturación de 265.500 euros, un 81,4% más que el año pasado.
El número total de ejemplares vendidos durante el año pasado en España, según el mencionado informe, es de 237.067.206, y el precio medio, 12,16 euros. "Estamos estancados", afirmó el presidente de la Federación de Gremios de Editores.
Pierden las librerías
Aunque las librerías siguen siendo el punto favorito de los lectores para comprar libros, en 2004 experimentaron un ligero descenso en la facturación: pasaron de 1.029 millones de euros en 2003 a 999 millones en 2004.
Las cadenas de librerías, en cambio, facturaron 417 millones de euros frente a 410 millones del año pasado, y también incrementaron sus ventas los hipermercados y grandes superficies: 293 millones en 2004, ante 272 millones de euros en 2003.
Madrid y Cataluña continúan disputándose la capitalidad de la edición en España, según los datos facilitados por el estudio Comercio interior del libro 2004. En la Comunidad de Madrid se publicaron en 2004 un total de 29.652 títulos, y en Cataluña, 29.259. Esta comunidad, sin embargo, se adelanta en el volumen de facturación: 1.555,70 millones de euros, frente a los 1.146 millones facturados en Madrid.
En cuanto a la evolución de los libros editados en las lenguas oficiales del Estado, sigue las constantes de años anteriores: el 77,8% fue publicado en castellano; el 15%, en catalán; el 2,5%, en euskera, y el 2,3%, en gallego.
La facturación de los distribuidores también está estancada, según el Estudio de la distribución en España, que fue hecho público ayer en Liber por la Federación Nacional de Asociaciones Nacionales de Distribuidores de Ediciones (FANDE). En 2004 facturaron 1.375 millones de euros. "Estamos estancados desde hace cinco años. Para vender un ejemplar tenemos que distribuir 1,7, con los costes que supone de transporte, almacenamiento, etcétera", explicó José Manuel Anta, de FANDE. Las tendencias se mantienen: "La devolución media de libros supera el 25%. Distribuimos el año pasado 209 millones de ejemplares y fueron devueltos a los editores 56 millones. Supongo que para que el sistema del libro funcione tiene que ser así: lanzar muchos libros para vender lo mínimo".
La FANDE ha convocado en este Liber el I Foro Iberoamericano de Distribuidores, en el que han participado representantes de Argentina, Colombia, México y Venezuela.
La entrega del Premio Josep Maria Boixareu, "en recuerdo al querido librero catalán", según explicó Emiliano Martínez, constituyó un alivio tras la avalancha de datos y el enorme pesimismo que se vive en Liber 2005. "Éste no es un acto reivindicativo, sino festivo, que tanta falta nos hace en este Liber", dijo Martínez. El premio ha sido para la librería Rayuela, de Málaga. Y, aunque no fue reivindicativo, sí se aprovechó para reclamar una vez más mayores dotaciones para las bibliotecas públicas y escolares.
10 borradores y sin fecha
Ante las reiteradas críticas de los editores sobre el modelo de gratuidad de los libros de texto que se está implantando en comunidades como Andalucía, Aragón, Galicia, Castilla-La Mancha, Extremadura o La Rioja, el director general del Libro, Rogelio Blanco, dejó muy claro al respecto que las competencias están transferidas a las comunidades autónomas. "El Ministerio de Cultura no puede interferir. Es competencia de cada comunidad", afirmó.
Blanco alertó a los editores de que no confíen demasiado en la futura y deseada nueva Ley de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas.
"Una ley no va a resolver ninguna situación económica. Es una guía, en cuya elaboración han participado con mucha generosidad todos los sectores implicados. Esta ley empezará por establecer una nueva definición del concepto libro, que es muy necesario, pero no creamos que lo va a solucionar todo".
El director general explicó que se han hecho ya 10 borradores. Ante la pregunta del millón sobre si la nueva ley derogará el decreto ley de 2000 sobre la liberalización en los descuentos en el precio de los libros de texto, Blanco se limitó a decir: "No lo sé".
"Ahí está la madre del cordero, esto es lo que tiene parada la ley. Ya pueden ir haciendo borradores, pero no se atreven a cambiar eso", comentó un editor.
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