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El campo toma medidas para regular el trabajo temporero en cítricos y vid

La Plana Baixa actúa para evitar asentamientos ilegales de otros años

El campo valenciano precisa de temporeros, buena parte de ellos inmmigrantes. Mano de obra fundamental para la vendimia o la recolección citrícola. Ayer, la Unió de Llauradors explicó en Utiel que han gestionado en esta vendimia el trabajo de 900 temporeros, el 80% polacos. Y en la Plana Baixa se están tomando medidas para evitar asentamientos ilegales.

Alrededor de un millar de temporeros estuvieron el pasado octubre asentados de manera ilegal en el polígono Belcaire de La Vall d'Uixò, creando una situación de inseguridad e insalubridad, pese a que ninguna de las personas establecidas en la zona pudo demostrar que trabajaba para alguna de las empresas de la localidad. Este año, mediante reuniones con la Subdelegación de Gobierno de Castellón y entre los representantes de interior y Policía Local comarcales, se ha acordado que sean las empresas las que se encarguen de facilitar a los temporales las condiciones de seguridad y salud necesarias para una estancia digna esta campaña.

Nules, una de las poblaciones de la comarca donde trabajan más temporeros, no permitirá ningún tipo de campamento al igual que en años anteriores y ya se ha procedido a informar a las empresas y comercios citrícolas de las medidas que deben tomar, según señala su alcalde, Salvador Górriz, quien recordaba que "los empresarios deben facilitar vivienda o habilitar espacios dignos en sus almacenes a lo temporeros que venga a trabajar, además de notificar a la Policía Local su presencia, para poder establecer un control y seguridad". El alcalde de la localidad destaca que "no se puede prever el número de trabajadores temporales que acudirán a la localidad, ya que la campaña siempre tiene puntas durante su desarrollo, aunque este año se espera una merma importante".

El Ayuntamiento de La Vall d'Uixò cree que la actual campaña citrícola se desarrollará con normalidad. La concejal de interior del municipio, Mª Dolores Algar, agrega que la situación del año pasado fue excepcional, ya que La Vall d'Uixò no cuenta con una demanda excesiva de temporeros para trabajar en relación al número de familias que se asentó en 2004.

Por otro lado, en Utiel, la Unió de Llauradors explicó que ha mediado en la contratación de más de 900 temporeros procedentes de otros países, el 80% de ellos polacos. De ese total, 400 trabajadores repiten de la anterior campaña. El secretario general de la organización, Joan Brusca, agradeció a los ayuntamientos de Utiel-Requena y a la Consejería de Bienestar Social su colaboración en el tema de alojamiento. Brusca también explicó que en la segunda quincena de octubre empezarán las movilizaciones de protesta contra el precio del gasóleo, la falta de ayudas contra las heladas o el precio ruinoso del vino.

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