La NASA anuncia el envío de cuatro astronautas a la Luna en 2018
El ambicioso plan de exploración espacial de Bush recibe críticas por su alto coste
Casi 40 años después de que la Luna fuera pisada por primera vez, la NASA anunció ayer que espera enviar cuatro astronautas al satélite de la Tierra en 2018 por espacio de una semana. El coste del proyecto es de 104.000 millones de dólares y se utilizará una combinación de la tecnología empleada en los transbordadores espaciales y en el programa Apolo. Con este anuncio, la NASA retoma su programa lunar tras el último viaje del Apolo 17 al satélite en 1972. "Queremos extender la presencia humana a lo largo del sistema solar y más allá", dijo ayer Michael Griffin, director de la NASA.
El hombre puso un pie en la Luna por primera vez el 20 de julio de 1969, a los ocho años del histórico anuncio del presidente Kennedy. La NASA presentó el pasado miércoles su plan de exploración lunar a la Casa Blanca y el viernes ante el Congreso. Ayer, Michael Griffin, director de la agencia, hizo el anuncio en Washington. Pero antes del comunicado oficial ya han surgido críticas debido al alto coste del programa, en un momento en que Estados Unidos tiene comprometido mucho capital tanto en la guerra de Irak como en la recuperación de la costa del golfo de México tras el devastador huracán Katrina. "Este proyecto llega en un momento en que la nación se enfrenta a significativos desafíos presupuestarios", aseguró el congresista demócrata Bart Gordon, perteneciente al Comité de Ciencia del Congreso. "Conseguir un acuerdo para sacar el plan adelante va a ser difícil en las actuales circunstancias y va a necesitar de un fuerte liderazgo presidencial", puntualizaba Gordon.
El plan de la NASA supone la puesta en práctica de la iniciativa anunciada por el presidente de EE UU, George W. Bush, en enero de 2004 -menos de un año después del desastre del Columbia, el 1 de febrero de 2003- de volver a pisar la Luna antes de 2020, para luego empezar a pensar en enviar misiones tripuladas a Marte. Desde que el pasado mes de abril Griffin llegase a la dirección de la NASA ha manifestado en varias ocasiones su intención de reavivar la exploración lunar, así como la pretensión de la agencia de adelantar los trabajos de construcción de una nave espacial que sustituya a los actuales transbordadores y que pueda llevar astronautas hasta la Luna o Marte.
La estrategia del viaje es similar a la utilizada con el cohete Saturno V, que transportaba las cápsulas y módulos del sistema Apolo, pero dividido en dos lanzamientos. Primero se pondría en órbita terrestre la nave de descenso lunar (Lunar Lander) con un gran módulo de propulsión, para luego lanzar a los astronautas en la nave Crew Exploration Vehicle. Esta última atracaría en la primera para iniciar el viaje a la Luna.
Desde hace años, la NASA está trabajando para localizar el mejor sitio para una base lunar, probablemente en la zona sur del satélite, la de mayores probabilidades de esconder agua helada.
La nave en la que los astronautas viajarán a la Luna tomará como modelo la cápsula Apolo, según informó la NASA. Será tres veces más grande que éste y podrá ser usado en 10 misiones. En su interior podrá viajar un máximo de seis astronautas y la intención última es que esta misma nave sea utilizada para llevar al hombre a Marte. Además, podrá llevar suministros y astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS).
El proyecto actual, que sustituirá a los transbordadores espaciales, dependerá en gran medida de tecnología relativamente antigua, en lugar de diseños de vanguardia. "Este hecho tiene mucho sentido desde el punto de vista tecnológico y administrativo", comentó John Logsdon, director del centro de políticas espaciales de la Universidad George Washington. "Se trata de cumplir metas en lugar de diseños elegantes", apuntó Logsdon, quien junto a otros miembros de la Junta de Investigación del Accidente del Columbia pidió a la NASA que se olvide de los viejos y peligrosos transbordadores lo antes posible. La primera misión del nuevo vehículo de exploración tripulado sería en una órbita terrestre baja, posiblemente en torno a 2012, dejando un lapso de dos años entre el último vuelo de un transbordador y el primero de su sucesor.
Pocos meses después del accidente del Columbia, Bush pidió que fueran retirados los transbordadores para 2010 y que se creara un vehículo para llevar astronautas a la ISS. EE UU ha perdido dos transbordadores (el otro fue el Challenger en 1986) y 14 astronautas en un total de 114 vuelos.
Los estadounidenses lanzaron su primera misión tripulada de descenso en la Luna a bordo del Apolo 11, con Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins. El vehículo lunar Eagle alunizó 102 horas, 45 minutos y cuatro segundos después de despegar de la Tierra. Fue el 20 de julio de 1969 cuando Armstrong pisó la Luna y dijo: "Este es un pequeño paso para el hombre pero un paso gigante para la humanidad". Desde entonces, otros 11 hombres han pisado el satélite, todos ellos estadounidenses.
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