La producción del fino de Montilla-Moriles caerá a la mitad, pero su calidad será excepcional
La producción del fino de la comarca cordobesa de Montilla-Moriles caerá en torno a un 50% respecto al año anterior. Las organizaciones agrarias Asaja y COAG han difundido ya esta previsión que afecta a los 17 municipios productores de este fino del sur de la provincia de Córdoba con denominación de origen.
Sin embargo, las mismas condiciones meteorológicas adversas que han hecho que se reduzca drásticamente el volumen de producción propiciarán que la calidad del caldo de este año sea excepcional. Cuando finalice la campaña, se estima que el volumen recolectado no alcanzará los 40 millones de kilos de uva.
Ya se ha recogido el 70% de la cosecha y la organización agraria COAG estimó que el vino de la comarca de Montilla-Moriles será el que sufra la reducción más importantes de Andalucía durante este año, según un comunicado difundido a principios del mes de septiembre.
Los viñedos cordobeses se han visto afectados durante el año pasado por la dura sequía y por una plaga de roedores que ha mermado considerablemente el volumen de uva que finalmente será recogida. A esto se le unen las altas temperaturas que se registraron en la zona durante el mes de mayo, la época en la que se produce la floración de la cepa. Pero, a la vez, la calidad del caldo se ha visto impulsada.
Durante las últimas campañas, la comarca de Montilla-Moriles ha padecido un proceso de eliminación de superficie plantada. Su mínimo lo ha alcanzado este año, en el que hay menos de 8.500 hectáreas cultivadas de la variedad. Los bodegueros reclaman una subida en los precios que pueda compensar la reducción del volumen.
Margen de beneficios
El escaso margen de beneficios que ha dejado tradicionalmente el fino, ha hecho que alrededor de un 10% de la superficie que antes estaba ocupada por este tipo de uva haya sido sustituido por otras variedades de tintos, según los datos que maneja Asaja en Córdoba.
La asociación provincial de vinos de Córdoba, que representa a los bodegueros, decidió en julio incrementar el precio de la uva un 15% por encima de la cotización alcanzada el pasado año. El responsable provincial de Asaja de este sector, Juan Manuel Centella, calificó esta subida como "decepcionante". Para esta organización agraria, el incremento es demasiado pequeño y no alcanza para cubrir la reducción considerable de la cosecha de este año.
Sin embargo, este precio fijado es algo orientativo del sector, ya que no afecta a las cooperativas, que molturan la mayor parte de la cosecha de la denominación de origen cordobesa de Montilla-Moriles. En las cooperativas se fija el precio de la uva dependiendo de cómo marche la venta de vino y suele ser superior a lo que marcan los bodegueros.
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