El presidente catalán destaca que a partir de 2006 dejará de haber déficit

"Positiva, aunque difícil". "Cada año se generaba déficit, pero a partir de ahora ya no volverá a producirse". Y no habrá que esperar a actualizar cada cinco años el presupuesto sanitario. Este fue el optimista balance ofrecido por el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, a la salida de la Conferencia de Presidentes de comunidades autónomas dedicada a afrontar la financiación de la sanidad.

Maragall no quiso concretar qué representaba para Cataluña en euros el acuerdo "aceptado pero no votado" en la conferencia. "El acuerdo es complejo y lo precisaremos cuando llegue a Cataluña", dijo antes de salir del Senado, donde se había celebrado la reunión. Pero fuentes del Departamento de Economía de la Generalitat lo cifraron unas horas después "entre 500 y 700" millones de euros a la espera de cómo lo concrete el martes el Consejo de Política Fiscal y Financiera.

Los expertos que analizaron el estado de la financiación de la sanidad en Cataluña fijaron en 1.008 millones de euros el desfase entre ingresos y gastos en el ejercicio de 2003. Y en 2.200 millones el déficit acumulado.

Maragall tenía varios motivos para mostrarse satisfecho. Ayer recogía el fruto de la propuesta que lanzó en octubre de 2004, en la primera Conferencia de Presidentes, cuando propuso que la segunda abordara el problema de la financiación sanitaria. Llevaba menos de un año al frente del Gobierno de la Generalitat y se había encontrado con la desagradable sorpresa de que el déficit acumulado por la sanidad catalana por los Gobiernos de la etapa de CiU era muy superior a lo conocido.

Entonces hubo quienes le reprocharon poner en la mesa común de las comunidades un problema de Cataluña, que calificaban como "particular". Pero pronto se vio sin embargo que lo era de todas las comunidades y a eso respondió ayer el presidente catalán: "Todos los elementos están sobre la mesa para que a partir de ahora haya un sistema más justo para todos", dijo con énfasis.

Otro motivo de satisfacción para Maragall era que la conferencia había sido a su modo de ver "un ensayo muy importante para acercarnos al modelo federal de Senado" que siempre han preconizado los socialistas catalanes. Recordó que así funciona el Senado federal alemán: los presidentes autonómicos y el del Gobierno afrontando los problemas comunes.

Por esto se congratuló de que se hubiera acordado celebrar la tercera Conferencia de Presidentes, que consolida el modelo. Aunque no se fijó fecha para ella se decidió dedicarla, en sesión de mañana y tarde, a Investigación y Desarrollo y a los recursos naturales, incluida el agua.

Pero el tono del encuentro no parecía haberle satisfecho del todo. "Los presidentes del PP han actuado con muchas cautelas y reservas", explicó. Aunque en la anterior Conferencia de Presidentes se había comprometido a explicar en la de ayer la propuesta de reforma del Estatuto catalán, no hubo más que "una referencia" en su intervención inicial.