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Las madres de más de 30 años pasan del 36% al 61% en poco más de una década

El retraso de la maternidad contribuye al envejecimiento de la población, según los expertos

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El retraso en la edad de maternidad, iniciado en los años ochenta y agudizado en la última década del siglo pasado, es cada vez mayor. La treintena es el momento más elegido por las mujeres para ser madres: casi seis de cada 10 que dieron a luz en 2003 (el 58%) tenían entre 30 y 39 años (este grupo aportó 256.268 de los 441.881 nacimientos). Si a ellas se añaden las madres de 40 o más años (13.763, el 3,11% de los nacimientos) se observa que el 61,11% de las mujeres que fueron madres en España en 2003 habían cumplido los 30 años. Apenas una década antes, en 1990, las mujeres a partir de esa edad aportaban el 36,76% de los bebés.

Esta demora, que crece pese al aumento del número de nacimientos de los últimos años, tiene una consecuencia inmediata: "Se reduce la posibilidad de tener más hijos, porque la edad fértil es limitada", señala la demógrafa Margarita Delgado, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). "Tal como están las cosas, el nivel de reemplazo generacional no se alcanzará y el envejecimiento de la población será cada vez mayor, lo cual tendrá repercusiones de toda índole, no sólo económicas o de pago de pensiones", advierte la experta del Instituto Nacional de Estadística (INE) Carmen Salaices.

- Las más prolíficas.

El retraso en la edad de maternidad ha convertido a las mujeres entre 30 y 34 años en el grupo más prolífico: dan a luz a casi cuatro de cada diez bebés (171.294, el 38,76%), según los datos de 2003. En cambio, en 1990 aportaban el 26,31% (las más fecundas eran entonces las mujeres entre 25 y 29 años, responsables del 38,56% de los partos). Entre las principales causas del retraso de la maternidad, las expertas consultadas destacan el mayor nivel educativo y la creciente incorporación laboral de las mujeres. "Tardan en tener una situación económica estable y después encuentran grandes dificultades para conciliar familia y trabajo", puntualiza Salaices.

- Treintañeras primerizas. La demógrafa Delgado resalta otro indicador clave en el envejecimiento de la maternidad: la creciente proporción de madres primerizas que han cumplido los 30 años. Casi la mitad de las madres que dan a luz por primera vez (el 49,21%) han alcanzado o superado la treintena, según los datos de 2003. En 1975, cuando se registraba una fuerte natalidad, las treintañeras suponían el 13% de las primerizas, recuerda esta experta.

- Primogénitos en alza. La proporción de recién nacidos que son primogénitos también continúa en aumento. El 54,3% de los nacidos son primeros hijos (239.960), según los datos de 2003. En 1990 lo era el 48,82% de los bebés, según un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas realizado por Delgado. Aunque los datos disponibles no permiten saber cuántos primogénitos se quedan en hijos únicos, sí avalan la tendencia creciente a tener un solo un retoño.

- Menos terceros. La proporción de recién nacidos que son el segundo hijo se sitúa en el 35,48% (156.787 bebés), un nivel algo más alto que el de 1990 (34,89%). En cambio, el peso de los terceros continúa a la baja: lo fueron el 7,82% de los nacidos en 2003 (34.585). Sin embargo, en 1990 suponían el 10,94% de los nacidos. Los cuartos hijos o posteriores son el 2,4% (5,34% en 1990).

- Juventud inmigrante. "El retraso en la maternidad aún sería mayor sin las madres extranjeras, que tienen a sus hijos antes que las españolas", advierte Margarita Delgado. Las mujeres inmigrantes aportan cada año un número creciente de bebés (el 12,2% de los nacidos en 2003 y el 13,7% en 2004), y son las principales artífices de la recuperación del número de nacimientos y, la más leve, del promedio de hijos por mujer. Esta tasa de fecundidad, que tocó fondo en 1998 (1,15) se sitúa ahora en 1,32.

- A la cola de Europa. El promedio de hijos por mujer en España se mantiene desde hace años entre los más bajos de la Unión Europea, si bien gracias a la ampliación a 25 países miembros ha mejorado posiciones, dada la baja natalidad de varios países de Europa del Este como Eslovaquia o la República Checa. La fecundidad media en la UE-25 es de 1,48 hijos por mujer, según la estimación de Eurostat para 2003 que otorga a España una tasa de 1,29. Para la UE de 15 miembros la sitúa en 1,52.

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