Censura unánime del Congreso al CSN por la crisis de Vandellòs

La Comisión de Industria del Congreso de los Diputados aprobó ayer por unanimidad la censura al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) por fallar en el control durante el fenómeno de corrosión en el sistema de aguas esenciales de la central nuclear de Vandellòs II, en Tarragona. La ponencia advirtió de que seguirá "de cerca" el cumplimiento de las medidas adoptadas y de que, llegado el caso, podría haber "medidas más fuertes".

El incidente de Vandellòs II, "el más grave" ocurrido en las nucleares españolas desde el incendio de Vandellòs I en 1989, ha provocado "cambios y mejoras", según el informe, en el conjunto del sistema regulador que afectan tanto a los titulares de instalaciones como al CSN. El informe aprobado unánimemente por la comisión indica que el CSN "ha fallado en sus procesos" de control, por lo que deberá establecer un procedimiento para evaluar los incidentes en un tiempo mínimo y asegurar una respuesta adecuada.

El informe, presentado de manera conjunta por PSOE, PP, CiU y PNV, recibió el apoyo de IU-ICV, ERC y el Grupo Mixto, que habían propuesto un segundo informe con medidas más exigentes. La directora de la ponencia, la socialista Rosario Velasco, se comprometió a estudiar muchas de esas propuestas descartadas, en el curso del próximo trámite del proyecto de ley sobre la reforma del CSN. Tras dos meses de trabajo "duro", dijo Velasco, se constataron fallos en el procedimiento de los titulares de la central, Endesa e Iberdrola, y en la comunicación por parte de éstos al CSN. Además, el Congreso considera insuficientes los procesos del CSN para garantizar la información adecuada y la labor de inspección que realiza en las centrales.

El portavoz de Izquierda verde y uno de los miembros más activos de la ponencia, lamentó que el texto no incluya una crítica explícita a la presidenta del CSN, María Tersa Estevan Bolea, "que envió al Congreso un informe maquillado y mintió ante la ponencia", según Herrera. Aun así apoyó las conclusiones, "que no están mal, pero son de mínimos".

El informe insta al CSN a que pida a la central un proceso de autoevaluación y supervisión internacional para que en los próximos dos años se compruebe que avanza de forma sustancial en la gestión de la seguridad. Además, todas las centrales nucleares españolas deberán presentar en los próximos seis meses un plan de acción que recoja las "lecciones aprendidas" del suceso. Para que que no se repita el caso de Vandellòs, el Congreso insta al CSN a que pida a cada planta una evaluación de su estado de seguridad y un informe sobre fenómenos "degradatorios".