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COYUNTURA AGRARIA ANDALUZA

Junta y agricultores creen que la reforma de la OCM del azúcar plantea una "reconversión brutal"

Los afectados afirman que la regulación propuesta hace peligrar más de 7.000 empleos

Ginés Donaire

La reforma de la OCM del azúcar planteada por la Comisión Europea, que recorta los precios de referencia del azúcar en más de un 40%, ha puesto en pie de guerra al sector remolachero andaluz, que ya amenaza con movilizaciones. La Junta y las organizaciones han hecho un frente común ante la que consideran una "reconversión brutal" que pone en peligro el cultivo de más de 43.000 hectáreas en Andalucía, más de 7.000 empleos y unos 700.000 jornales por campaña en unos 130 municipios andaluces, muchos de los cuales están doblemente afectados por la reforma de la OCM del algodón.

Andalucía tiene unas 43.000 hectáreas de remolacha (el 40% de la superficie nacional) distribuidas entre las provincias de Cádiz (47%), Sevilla (44%) y Córdoba (6%). Alrededor del cultivo se ha desarrollado un sector industrial compuesto por las cinco azucareras existentes en Andalucía, en los municipios de Guadalcacín y Guadalete (Cádiz), La Rinconada (Sevilla), Guadalfeo (Granada) y Linares (Jaén), que generan 2.328 empleos directos e indirectos.

La propuesta de la Comisión Europea pasa por recortar el precio de referencia del azúcar en torno a un 42% según la Junta (las organizaciones agrarias elevan el porcentaje al 48%) y compensar el abandono y parte de las pérdidas con una subvención directa. Bruselas confía así en que la producción europea descienda y también las cuotas futuras. Sin embargo, tanto el Gobierno andaluz como el sector remolachero consideran que esta propuesta condena al abandono y la desaparición a este cultivo.

La Consejería de Agricultura y Pesca y las organizaciones agrarias suscribieron la semana pasada una declaración conjunta en defensa del sector remolachero andaluz, piden que este tema sea considerado "asunto de Estado" y tildaron la reforma como "deficiente, deshonesta y fraudulenta, al querer comprar la voluntad de las industrias", en palabras del consejero de Agricultura y Pesca, Isaías Pérez Saldaña. La declaración fue suscrita por el Gobierno andaluz y las organizaciones agrarias Asaja, COAG, UPA, Faeca y la Federación de Remolacheros, cuyo representante, Manuel Becerra, apuntó que con esta reforma se pueden perder unos 700.000 jornales y se puede reducir casi a la mitad la facturación de las parcelas.

El consejero andaluz de Agricultura ha señalado que planteará el documento al resto de comunidades autónomas para promover una defensa conjunta del sector. Además, anunció que el presidente de la Junta, Manuel Chaves, trasladará su oposición a dicha reforma ante la UE. Desde la Junta se recuerda que en torno a este cultivo se desarrolla un importante tejido socioeconómico de la industria azucarera, con cinco industrias en la comunidad que generan 2.238 empleos directos, así como los servicios auxiliares. Por todo ello, la Junta considera que la reforma es "totalmente inasumible" y apunta que sólo beneficia a los países excedentarios, como Francia y Alemania, puesto que "prima a las industrias para fomentar la deslocalización, el abandono y cese de su actividad".

Para el secretario general de COAG, Miguel López, esta reforma potencia "el abandono del cultivo y el abandono de la industria", ya que recorta los precios en un 48% y los sitúa por debajo de los costes de producción, "convirtiendo a este sector en inviable".

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La COAG dice que la reforma no es comprensible, máxime cuando el consumo interno en España es de 1.200.000 toneladas de azúcar, y la cuota de producción se sitúa en el millón de toneladas de azúcar, sin que se produzcan excedentes que interfieran en el mercado internacional. La COAG propone el mantenimiento del sistema de cuotas y de precios para garantizar la renta a los agricultores, la actividad económica asociada al cultivo y el apoyo a los países más desfavorecidos. Además, si es necesaria una reducción de cuota piden que se haga orientada a la exportación y respetando la actividad productiva al nivel de consumo. En caso de que la propuesta se mantuviera en los términos actuales, la Junta de Andalucía ya ha anunciado que pondría en marcha un plan estratégico similar al del cultivo del algodón, y que abogaría por hacer posible la derivación de la remolacha con menos posibilidades hacia los cultivos energéticos.

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