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EL 'CASO LEGANÉS'

Los médicos forenses descartan que hubiera sedaciones excesivas en el hospital de Leganés

El informe pedido por la fiscalía concluye que no se pueden atribuir las muertes a las sedaciones

El informe de la Clínica Médico Forense de Madrid sobre 13 casos de sedaciones terminales en el hospital Severo Ochoa, de Leganés (Madrid), revela que no se puede establecer una relación "directa y exclusiva" entre la muerte de estos pacientes y la sedación que se les administró. Del informe pericial se desprende que a ninguno de estos 13 pacientes se le administró una sedación excesiva y que, jurídicamente, no cabe hacer un reproche penal a los médicos de este hospital. Los forenses de esta clínica son los peritos a los que acuden jueces y fiscales para requerirles informes sobre asuntos penales sanitarios.

La Fiscalía de Madrid remitirá el lunes este estudio al Juzgado de Instrucción número 7 de Leganés, donde ahora se investiga una denuncia del consejero de Sanidad de Madrid, Manuel Lamela, del Partido Popular, por las sedaciones.

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El informe de los peritos dictamina: "No se puede concluir de modo inequívoco que la causa del fallecimiento haya sido de modo directo y exclusivo por la sedación, tanto en cuanto por la asociación de fármacos empleados como por las dosis administradas". Los forenses recuerdan que estos 13 pacientes se hallaban en una situación agónica. Por ello, razonan: "Es imposible deducir de las citadas historias clínicas si un paciente fallece por su enfermedad terminal, que en todo caso estaba presente, o por la medicación empleada en la sedación".

Entre los 13 casos, los peritos hablan de cuatro sedaciones dudosas, si bien fuentes jurídicas matizan que en dos casos faltan datos en las historias clínicas que permitan saber si la sedación fue adecuada. "No hay que olvidar que aún no se ha preguntado nada a los médicos que atendieron a esos pacientes", dijeron estos medios.

El estudio de estos 13 casos fue requerido por el fiscal jefe de Madrid, Manuel Moix, a la Clínica Médico Forense el pasado 25 de abril. La fiscalía pidió a los peritos que analizasen 13 de los 25 casos en los que el consejero Manuel Lamela dijo haber detectado sedaciones "irregulares, no indicadas, indebidas o excesivas". Lamela destituyó el pasado 11 de marzo al coordinador de urgencias del Severo Ochoa, Luis Montes, al considerarlo el principal responsable de las supuestas sedaciones irregulares. Además, envió a un grupo de inspectores sanitarios al centro hospitalario para que revisaran las historias clínicas de los pacientes terminales sedados en Leganés en los últimos tres años. Los inspectores analizaron 369 historias y concluyeron que no se podía "afirmar ni descartar" que hubiese habido mala praxis médica. Del informe de los inspectores, Lamela dedujo que había 25 casos de pacientes con sedación dudosa y los remitió al fiscal.

La fiscalía abrió diligencias, revisó los 25 casos y descartó 12 sobre la marcha al no ver en ellos irregularidad alguna. Los otros 13 fueron remitidos a los expertos forenses. Éstos indican en su informe que en los casos 1, 3, 10 y 12 ha habido una indicación dudosa de sedación. En el primero señalan que la sedación es dudosa "en cuanto que no se describen los síntomas que la hicieran necesaria"; en el tercero, que la sedación se administró a un paciente que ya estaba en coma. En el caso décimo, también observan "una sedación dudosa", y sobre el duodécimo entienden que "la sedación es dudosa" por cuanto el enfermo se hallaba "en una situación de coma arreactivo". A los otros casos no ponen reparo alguno.

Los peritos que han estudiado estos casos son el director de la Clínica Médico Forense de Madrid, Francisco Javier Pera; la directora del Instituto Anatómico, Carmen Baladía; el profesor de Farmacología Fernando Rabadán y el forense experto en neurología Manuel García. Baladía, quien ha analizado uno de los casos dudosos, el número tres, ha remitido un escrito a Francisco Pera y al fiscal jefe en el que se queja de que su informe ha sido "manipulado y cercenado". Baladía lamenta que el resumen que se ha hecho de su estudio en el informe definitivo enviado a la fiscalía "es tendencioso". Fuentes jurídicas indicaron ayer que la Clínica Médico Forense, aparte del informe definitivo con las conclusiones, ha remitido a la fiscalía, íntegro, el informe de Baladía. Y que, por tanto, "no se ha cercenado nada". Además, indican que Baladía no responde en su informe a la cuestión que planteó la fiscalía a los peritos. Literalmente la pregunta era: "Si dada la patología y estado de cada uno de los 13 pacientes estaba indicada la sedación, al parecer suministrada, y, en caso afirmativo, si la medicación y dosis pautadas eran las adecuadas en atención a la particular situación clínica de cada paciente".

En su informe, que ocupa 23 folios, los peritos advierten de que "ratifican [otro informe] del Colegio de Médicos de Madrid fechado el pasado 13 de abril". Y en concreto un apartado del mismo que subraya: "(...) cuando los remedios aplicados fracasan radicalmente, es entonces cuando, para proteger al enfermo de su grave sufrimiento, el objetivo de disminuir su nivel de conciencia mediante la sedación paliativa o terminal se convierte en su verdadero objetivo terapéutico, incluso si de tal sedación se derivara un determinado deterioro de la precaria o exigua salud del enfermo y en consecuencia su muerte".

La fiscalía enviará el lunes al juzgado el informe de los forenses. Aunque este informe lo han hecho los forenses a instancia de la fiscalía, el tema de las sedaciones de Leganés lo judicializó el consejero Lamela el pasado 26 de mayo. Cuando los forenses ya trabajaban en el informe pedido por la fiscalía sobre estos 13 casos, Lamela dio una rueda de prensa y anunció que había presentado una denuncia en Leganés para que se investigasen, no ya los 25 iniciales, sino 73 casos de pacientes sedados en los que una comisión de médicos que él había nombrado había hallado irregularidades.

El consejero de Sanidad de Madrid, Manuel Lamela.
El consejero de Sanidad de Madrid, Manuel Lamela.GORKA LEJARCEGI

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