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ECOLOGÍA

Pon las pilas a reciclar

Las necesitamos para funcionar. Es difícil imaginar la vida sin estos dispositivos que transforman la energía química en eléctrica. Pero no todas las pilas son iguales ni tienen los mismos efectos medioambientales. Se han de elegir en función del uso y, una vez gastadas, no dejarlas en cualquier cajón.

Níquel, cadmio, mercurio, plomo, zinc, manganeso… Las pilas contienen un cóctel de metales que son una amenaza para el entorno si no son adecuadamente recogidas y tratadas. Hace años se inició una tímida campaña para promover su reciclado, ya que pilas como las de botón de mercurio pueden llegar a contaminar hasta 600.000 litros de agua. Pero con la invasión de nuevos aparatos (MP3, iPod, Discman, cámaras fotográficas, agendas digitales, móviles…), voraces consumidores de energía, la acumulación de pilas y baterías usadas no ha hecho más que aumentar.

¿Alguien se ha preguntado cuál es la mejor opción de compra o de deshacerse de ellas? Al crecer el parque de aparatos se extiende también el uso de pilas recargables, aunque, para Ecologistas en Acción, que muchas contengan níquel-cadmio es un riesgo que debería anular la nueva normativa comunitaria. Mientras la Unión Europea prepara una revisión de la directiva sobre baterías industriales y domésticas para prohibir el cadmio, la industria alega que, para determinados usos, es insustituible. En cuanto al mercurio, cada vez más pilas de botón lo sustituyen por zinc-aire, óxido de plata y manganeso, pero el cadmio sigue siendo imprescindible en marcapasos y aparatos para sordos.

Con la nueva directiva sobre recogida selectiva se pretende recuperar el 100% de las pilas usadas. En la actualidad, sólo las grandes ciudades cuentan con contenedores especiales. Éste es el primer déficit que debe corregirse: el sistema de reciclado debe extenderse y uniformizarse, de forma que favorezca el depósito selectivo. En la actualidad, varias plantas situadas en Cataluña, País Vasco o Galicia tratan y recuperan los materiales de menos del 50% de las pilas que circulan en el mercado. Queda por hacer, pues, la mitad del trabajo.

Más información: Fundación para la Gestión Medioambiental de Pilas: www.asimelec.es/htmventa/Ecopilas/Index.htm.

Campaña tragamóvil de recuperación de terminales, baterías incluidas: www.tragamovil.com.

Ecologistas en Acción: www.ecologistasenaccion.org (pinchar en el apartado de Residuos).

Diez recomendaciones

01 Elija aparatos que no dependan exclusivamente de la energía suministrada por baterías.

02 Si existe la opción de un aparato que se puede enchufar a red, quédese con él. La electricidad por pilas es 450 veces más cara.

03 Compre las pilas en establecimientos autorizados. Hay marcas desconocidas que anuncian que no contienen mercurio cuando el porcentaje es mayor de lo permitido.

04 Infórmese bien en función del uso que les vaya a dar.

05 Utilice pilas recargables y escoja las que no contengan cadmio. Las más apropiadas son las de níquel-metal hidruro (Ni-MH).

06 Deposite las gastadas en contenedores o en puntos limpios.

07 Durante su vida útil no mezcle pilas nuevas con usadas ni pilas de marcas distintas.

08 Las pilas gastadas no se deben dejar en los aparatos, ya que pueden verter sustancias tóxicas.

09 Si no se utilizan inmediatamente, conviene guardarlas en un lugar seco y fresco.

10 Infórmese sobre la posibilidad de utilizar energía solar; por ejemplo, en farolas de jardín, calculadoras, linternas e incluso juguetes (www.tiendaelektron.com).

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