El Congreso de Bolivia promulga la polémica Ley de Hidrocarburos
El presidente pone en manos del Parlamento la subida de los impuestos a las petroleras
El presidente del Congreso, Hormando Vaca Díez, sancionó ayer la Ley de Hidrocarburos dos horas después de que el presidente Carlos Mesa devolviera el documento al poder legislativo. Mesa se inhibió y optó por agotar el plazo de 10 días que señala la Constitución para devolver al Parlamento la ley, a fin de que el legislativo la sancionara. La ley, discutida durante más de diez meses, sustituye a la de 1996 y regula toda la actividad del sector de hidrocarburos, especialmente la explotación de gas natural, del que Bolivia posee grandes reservas.
"Esta ley es perfectible pero es mejor que la vigente", afirmó el presidente del Congreso al referirse a una norma que implica un alto coste para empresas petroleras que como la hispano-argentina Repsol YPF trabajan en Bolivia.
La ley obliga a las compañías extranjeras que tienen contratos de explotación y producción de gas, suscritos bajo la ley de 1996, a que firmen nuevos acuerdos. Además, establece regalías por el 18% y un impuesto deducible del 32%. El líder indigenista del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, pretende aumentar ese 32% a un 50% de regalías no deducibles.
Para los empresarios, la ley es altamente confiscatoria y ocasionará la desbandada de los inversores, la pérdida de empleos, y la reducción de los ingresos por concepto de impuestos. Las empresas petroleras que operan en Bolivia han anticipado sus objeciones a la reforma pero han indicado que no harán sus observaciones precisas hasta conocer el texto definitivo, informa Efe.
La decisión presidencial de dejar la sanción de la ley en manos del legislativo ha generado una ola de críticas contra el Gobierno. El propio presidente del Congreso, Vaca Díez, criticó al presidente del Gobierno, Carlos Mesa, después de estampar su firma para sancionar la ley.
Tras aclarar Vaca Díez que sólo promulgó la ley "para no alimentar más el clima de incertidumbre que vive el país", arremetió contra Mesa: "No entiendo por qué el presidente Mesa esperó los diez días y llevó al país a un punto de crisis y de incertidumbre. Eso no se merece el pueblo boliviano. El pueblo necesita un Gobierno que respete y haga respetar la Constitución", dijo Vaca Díez.
El presidente del Congreso acusó al del Gobierno de generar vacíos de poder a pesar de las acciones parlamentarias para apoyarle mientras el Gobierno continuaba con sus críticas al legislativo, incumpliendo acuerdos previos. "El país no se merece que los poderes estén en permanente conflicto", dijo.
En los sectores empresariales también se registró una actitud de desaliento. "Mesa incumplió sus promesas de hacer una ley que atraiga a los inversionistas", declaró desilusionado uno de los líderes empresariales de Santa Cruz, Carlos Dabdoub.
"Por todo este actuar presidencial, esta ley nos muestra que se nos vienen problemas más graves que la nacionalización de hidrocarburos; sucede lo mismo en las minas y con el tema forestal. Son señales de incertidumbre y desgobierno que deja muy mal parado al país".
Desde el lunes pasado, varios sindicatos han bloqueado las carreteras de la zona occidental boliviana en demanda de la nacionalización de los yacimientos de hidrocarburos del país.
Inmediatamente después de la promulgación de la reforma petrolera, el Movimiento Al Socialismo (MAS) anunció que presentará un proyecto para modificar algunos artículos de la nueva ley.
Los sectores sociales adelantaron para el jueves una segunda gran manifestación de protesta en las principales ciudades del país.
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