Las protestas contra EE UU se extienden por Afganistán y llegan a la frontera con Pakistán
Mueren ocho manifestantes afganos tras la oración del viernes en el cuarto día de protestas
Las protestas contra EE UU se intensificaron ayer en Afganistán tras la oración de los viernes y ya se extienden a 10 de las 34 provincias del país, donde ayer murieron otras ocho personas. Las manifestaciones -que se reprodujeron en lugares tan distantes como Pakistán o la franja de Gaza- son la consecuencia de la supuesta profanación del Corán en el centro de detención que EE UU mantiene en Guantánamo (Cuba), revelado por la revista Newsweek. La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, prometió una investigación y, de confirmarse, el castigo a los culpables.
Las nuevas muertes en Afganistán elevan a 15 el número de fallecidos en el mayor movimiento de protesta antiestadounidense desde la caída del régimen talibán en 2001, un hecho que preocupa mucho al Gobierno del presidente Hamid Karzai, respaldado por Washington.
Cientos de estudiantes tomaron parte ayer en tres manifestaciones distintas en la capital afgana, donde quemaron una bandera estadounidense y asaltaron una oficina de CARE Internacional. Pese a ello, la situación en Kabul se mantuvo aparentemente en calma durante el resto del día. En otras partes del país, las protestas antiestadounidenses se tornaron violentas, después de que miles de personas saliesen de las mezquitas tras el rezo de los viernes.
La manifestación más virulenta tuvo lugar en Jogiani, a unos 150 kilómetros al este de Kabul, donde, según testigos, al menos tres personas perdieron la vida; otras fuentes elevan esa cifra a cinco, entre ellos cuatro policías. Sin embargo, el Ministerio del Interior aseguró a través de la televisión local que en los incidentes sólo falleció un agente y resultaron heridos 20 manifestantes y otros dos policías, entre ellos el jefe de seguridad de la provincia. Los manifestantes pretendían atacar la oficina del gobernador, pero se lo impidieron los agentes y los soldados desplegados en las calles. Según el Ministerio de Interior, los incidentes fueron causados por "extremistas y enemigos de Afganistán" llegados de fuera de Ghazni, sin ofrecer más detalles.
Otros cuatro civiles perecieron en las provincias de Badajshan y Badghis en otras protestas callejeras similares. Tres personas murieron y otras 31 resultaron heridas en Baharat, en la provincia de Badakshan, cuando la policía abrió fuego contra centenares de manifestantes. Los enfrentamientos se produjeron, según declararon los testigos, cuando la turbamulta trató de asaltar las sedes de varias ONG, una pauta constante en estas protestas, en las se han coreado lemas como "muerte a America" o "muerte a Bush".
Los disturbios se iniciaron el martes en Jalababad, en la provincia de Nengarhar, fronteriza con Pakistán, cuando miles de universitarios salieron a la calle a protestar contra Estados Unidos por la profanación del Corán en la base de Guantánamo, en Cuba. Hace unos días, la revista estadounidense Newsweek difundió que militares de Guantánamo dejaron ejemplares del Corán en los baños para molestar a los prisioneros musulmanes y tiraron uno por el retrete, lo que azuzó estas protestas.
La secretaria norteamericana de Estado, Condoleezza Rice, lamentó el jueves este hecho y pidió que los musulmanes del mundo mantengan la calma. "Quiero hablar directamente a los musulmanes en Estados Unidos y de todo el mundo. La falta de respeto al sagrado Corán no es, ni ha sido, ni será nunca tolerada por Estados Unidos", afirmó Rice durante una comparecencia ante el Senado en su país.
Por su parte, Jurshid Kasuri, ministro de Exteriores de Pakistán, donde también se han producido protestas, indicó ayer que debería haber un castigo para los culpables de esa "abominable" y "horrenda" profanación del libro sagrado del Corán. "No tengo dudas de que todo el mundo musulmán se siente ultrajado. Así que le pido al Gobierno de Estados Unidos que tome medidas muy serias contra los culpables", dijo Kasuri.
Las protestas no se han limitado a Afganistán y Pakistán. En Indonesia, la franja de Gaza, Irak, o Egipto, miles de musulmanes han reclamado, de forma pacífica, explicaciones a Washington. Por su parte, el Gobierno de Arabia Saudí ha pedido al norteamericano una investigación "rápida" de lo sucedido.
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