"Hay que castigar a los culpables"

La supuesta profanación de ejemplares del Corán por funcionarios norteamericanos que custodian a los presos islamistas en la base de Guantánamo ha incitado a algunos dirigentes musulmanes a solicitar una reunión extraordinaria de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), que reagrupa a 57 países mayoritariamente musulmanes.

"Todavía no hemos discutido su convocatoria", explica Ekmeleddin Ihsanoglu, secretario general de la OCI, "pero he escrito hoy [por ayer] una carta a Condoleezza Rice [secretaria de Estado de Estados Unidos] pidiéndole que nos aclare lo sucedido, expresándole nuestra preocupación y decepción e instándole a castigar a los posibles culpables".

Ihsanoglu, turco de 62 años, es el primer secretario de la OCI elegido por votación y no por consenso -hace casi un año en Estambul-, y hasta hoy permanecerá en Madrid invitado por el ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. "He venido a discutir con mi anfitrión cómo promover un diálogo armónico entre civilizaciones, es decir, esa Alianza de Civilizaciones que debe ayudar a superar malentendidos, a derribar prejuicios", afirma Ihsanoglu.

La Alianza de Civilizaciones fue una idea lanzada en la Asamblea General de la ONU, en septiembre, por el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, pero desde entonces apenas se ha desarrollado. "Nos hemos puesto de acuerdo [con Moratinos] sobre algunas iniciativas", prosigue Ihsanoglu, "como la celebración de sendos seminarios sobre la coexistencia religiosa en la España de Al Ándalus y en los Balcanes bajo dominación otomana, de los siglos XIV a XIX". "La historia nos puede dar buenas lecciones", añade.

"Otras ideas prácticas deberán ser discutidas en el marco de Naciones Unidas", precisa Ihsanoglu sin dar más detalles. A finales de junio, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, dará a conocer una iniciativa concreta que Ihsanoglu no quiso revelar.

El más alto funcionario de la Conferencia Islámica está convencido de que "con la caída del Muro de Berlín se han desmoronado también las ideologías que tapaban otros idearios". "Ahora aflora el fanatismo y lo hemos visto, por ejemplo, en los Balcanes, donde los musulmanes han padecido persecución".

"Estamos preocupados ante el auge de la islamofobia" en el hemisferio norte, explica el secretario general, "es decir, la propagación de ideas erróneas, de estereotipos y de malentendidos sobre nuestra religión". "Hay columnistas y líderes de opinión que difunden una imagen del islam que no guardan ninguna relación con nuestra fe".

"Y estamos preocupados no sólo porque nos hace daño", señala, "sino porque, a su vez, sectores del mundo musulmán reaccionan odiando a Occidente". "Se crea así un círculo vicioso que puede llegar a suponer una amenaza para la paz mundial".

Ihsanoglu no niega que los movimientos integristas perjudiquen también a la reputación de la religión musulmana. "Son grupos que utilizan nombres islámicos, pero que, en realidad, son de índole política y social", matiza. "El islam es un estandarte para suscitar la adhesión de las masas, porque tras el desmoronamiento de las ideologías que sustentaron la guerra fría es el único que tiene arraigue entre nuestros pueblos".