Enresa cree "idóneo" abrir el almacén nuclear en una de las siete centrales
España necesita un depósito antes de seis años para guardar los residuos de Vandellòs I
El "lugar idóneo" para construir el almacén de residuos nucleares es "una central nuclear". Así lo afirmó ayer en el Senado el presidente de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), José Alejandro Pina, quien matizó que técnicamente se puede construir en cualquier lugar. Es la primera vez que Pina se muestra tan claro un tema tan delicado. Enresa está decidida a construir el almacén nuclear centralizado con el argumento de que un almacén es mejor que siete distintos. Actualmente cada central acumula sus residuos y lo más sencillo, barato y seguro sería juntar todos en una central, según Pina. Los pueblos con centrales insistieron en que el almacén puede ir en cualquier municipio.
Enresa tiene prisa por construir el Almacén Temporal Centralizado de residuos nucleares. El 1 de enero de 2011 tienen que volver las 400 toneladas de residuos radiactivos de la central de Vandellòs I que España envió a Francia antes de 1989 para ser tratadas. A partir de 2011, por cada día de retraso, Enresa deberá pagar 50.000 euros de penalización a la empresa pública francesa Cogema. Demasiado dinero.
Pina llegó hace un año a Enresa, la empresa pública de la que ya fue presidente con el Gobierno de Felipe González, y ha acelerado la elección del lugar para el almacén. Este depósito es una histórica reivindicación de Enresa, pero cada vez que había un intento, las protestas de los potenciales afectados devolvían el proyecto al cajón.
En diciembre de 2004, todos los grupos del Congreso le pidieron al Gobierno un único almacén. Poco después, Enresa encargó al Consejo de Seguridad Nuclear un estudio de seguridad de un almacén genérico, para ir ganando tiempo. Enresa está ultimando el plan de residuos que contempla la construcción y ayer dio un nuevo paso cuando, en sede parlamentaria, Pina apostó por una central como emplazamiento.
"Siete emplazamientos son más difíciles de vigilar que uno solo en un contexto de avance del terrorismo internacional", afirmó el presidente de Enresa. "La solución más viable es situarlo en un emplazamiento nuclear ya existente aunque puede estar en cualquier polígono industrial", añadió ante la Comisión de Industria del Senado. El presidente de Enresa insistió en que la decisión de la ubicación para el almacén de residuos será democrática y consensuada, "como no fue la decisión de construir las centrales".
Pina insistió en que es necesario acelerar los trámites. "El almacén es bastante urgente" porque se necesitan cuatro años de construcción. Si en 2011 no está listo el almacén, Enresa intentará renegociar con Francia el pago por el retraso en el retorno de los residuos y sabe que podrá regatear mejor si el almacén está en construcción.
Enresa prevé construir un almacén en superficie, con el aspecto de una gran nave industrial, que guarda los residuos en barriles. El coste de la obra ronda los 500 millones de euros y no necesita una ubicación especial; no hay requisitos de terreno, según Enresa. La empresa pública prevé construir un centro de investigación sobre la trasmutación junto al almacén.
Enresa se ha financiado hasta ahora con un porcentaje del recibo de la luz, lo que le ha permitido acumular 1.800 millones de euros. Desde el 1 de abril, las centrales pagan la gestión de los desechos, 160 toneladas de residuos de alta actividad al año. Tratar todos los residuos y desmantelar las centrales costará 12.000 millones hasta 2070. Los ecologistas se oponen a cualquier almacén nuclear mientras no haya un calendario de cierre de las centrales.
Actualmente, cada central almacena sus residuos de alta actividad (con emisiones durante decenas de miles de años) en piscinas dentro de la central. La de Trillo se llenó y Enresa construyó un almacén en superficie y en seco, una miniatura del que pretende hacer. Las piscinas de las centrales comenzarán a saturarse entre 2012 y construir siete almacenes independientes pequeños es cuatro veces más caro que uno sólo. Pina añadió que siete almacenes son más difíciles de vigilar. Según Enresa, el almacenamiento único tendría otra ventaja: permitir dejar limpios los lugares que actualmente ocupan las centrales una vez que se desmantelen.
Los alcaldes de los municipios con centrales y varias autonomías están elaborando con Enresa un protocolo para elegir el lugar de forma democrática. El gerente de la Agrupación de Municipios en Áreas Nucleares, Mariano Vila, señaló: "Somos partidarios de un único almacén, pero nosotros somos candidatos como muchos otros municipios y está bien que Pina diga que la elección será democrática". Aunque oficialmente ningún alcalde está dispuesto a albergar el almacén, en privado, alguno afirma que lo aceptaría a cambio de inversiones y si hubiera un pacto entre PP y PSOE. Para estos pueblos, el cierre de las centrales es un problema porque de ellas depende casi toda la economía.
Descartado el cementerio geológico profundo
El Gobierno ha descartado construir un Almacén Geológico Profundo, una obra descomunal para enterrar los residuos a centenares de metros de profundidad. El presidente de Enresa, José Alejandro Pina, afirmó ayer que su intención es esperar a que el panorama internacional se aclare. "No sería lógico construir uno en cada país, sino compartirlos", aseguró, debido al elevado coste.
Pina siempre ha sido contrario a este tipo de cementerio con el argumento de que es mejor esperar a ver cómo lo resuelven otros países y a ver cómo avanza la transmutación (la tecnología para convertir los residuos de alta actividad en componentes con una vida más corta). Enresa se plantea un almacén temporal para unos 50 años, el plazo con el que se aprueban las centrales nucleares.
La Comisión Europea retiró en 2004 la obligación de que todos los países deberían tener decidido la ubicación del cementerio en 2012. "No sería lógico que Bélgica y Holanda tuviesen un almacén cada país", sostiene Pina.
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