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LA FINANCIACIÓN DE CATALUÑA

La Generalitat propone recaudar todos los impuestos y ceder al Estado como máximo la mitad

La Generalitat de Cataluña pone hoy sobre la mesa su propuesta de nuevo modelo de financiación autonómica. Los tres partidos del Gobierno catalán (PSC, ERC e ICV-EUiA) han pactado ya un nuevo sistema que persigue incrementar los recursos autonómicos, potenciar la capacidad normativa sobre todos los impuestos y resolver determinadas insuficiencias en inversiones y sanidad. El modelo, según ha contrastado EL PAÍS, prevé la creación de una Agencia Tributaria catalana -coordinada o consorciada con la estatal- que recaudará todos los impuestos y cederá al Estado un porcentaje que en ningún caso será superior al 50% de los cedidos parcialmente: IRPF, IVA e impuestos especiales (hidrocarburos, alcoholes y tabaco), más el de sociedades.

Traspasaría a la Administración central hasta un 50% de la recaudación del IRPF, IVA, impuestos especiales y de sociedades
Prevé un mecanismo solidario progresivo basado en una aportación en función de la necesidad de gasto y el esfuerzo fiscal
La propuesta del Ejecutivo catalán supone crear una agencia tributaria propia, coordinada o asociada con la estatal
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Actualmente, el proceso es exactamente a la inversa: la Agencia Tributaria estatal recauda todos los tributos y traspasa a la Generalitat el 33% del IRPF, el 35% del IVA y el 40% de los impuestos sobre alcoholes, tabaco y gasolinas. El impuesto de sociedades no está transferido. El sistema de financiación actual, vigente desde el 1 de enero de 2002, se aplica a todas las comunidades salvo País Vasco, Navarra, Ceuta y Melilla.

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El nuevo sistema de financiación -estructurado en tres capítulos, dos disposiciones adicionales y cinco finales a lo largo de 10 páginas, que conforman el título noveno del primer borrador del Estatuto catalán- es radicalmente distinto al que aplican las comunidades forales. El Cupo vasco es una cuantía fija que aporta Euskadi al Estado para compensar los servicios que no presta la comunidad. La aportación de la Generalitat responde también a los servicios comunes y a las competencias no transferidas por el Estado, pero no es una cuantía fija sino un porcentaje de la recaudación de los impuestos cedidos parcialmente. La propuesta catalana, además, incluye una contribución a la solidaridad con el resto de comunidades.

El nuevo sistema, de base federal y con varias coincidencias tanto con los modelos que han presentado CiU como el PP, quiere establecer un marco completo de relaciones financieras entre el Estado y la comunidad. Según el proyecto del tripartito, la Agencia Tributaria catalana, además de recaudar todos los impuestos, se encargará de las labores de gestión, liquidación e inspección de todos los tributos.

Además, la agencia tendrá capacidad normativa en todos los impuestos, incluidos el IRPF, el IVA, los especiales y la tributación de sociedades, en los que la corresponsabilidad fiscal de las autonomías es hoy muy limitada. El objetivo del tripartito es disfrutar de igual tratamiento fiscal que la ley establece para el Estado en los impuestos estatales, establecer competencias exclusivas en sus tributos propios y participar en la fijación del tipo efectivo de cada impuesto.

La segunda gran novedad del sistema propuesto es un mecanismo de solidaridad más transparente y eficiente, en el que sus transferencias al Estado aumentan progresivamente en función del exceso de capacidad fiscal de la comunidad respecto a la media estatal. El mecanismo definitivo se pactará en la ponencia que negocia el Estatuto catalán, pero deberá cumplir el principio básico de permitir que las comunidades puedan prestar un nivel de servicios similar con un esfuerzo fiscal similar.

Se trata de una aportación al Estado en función de las necesidades de gasto de la comunidad (que tendrá en cuenta variables como población, envejecimiento o flujos migratorios) y el esfuerzo fiscal que realiza la región, medido como el porcentaje de la recaudación de impuestos sobre el PIB, y que tiene en cuenta aspectos como los peajes. Pero con una condición: que las transferencias de solidaridad sirvan para acortar diferencias entre comunidades, pero sin suprimirlas del todo ni variar el ránking. Se trata de un mecanismo similar al que existe en países federales, como Alemania. Actualmente, Cataluña es la cuarta comunidad en renta per cápita, pero tras su contribución al Estado baja al sexto puesto en renta disponible de las familias, según los datos del Instituto Nacional de Estadística.

El tripartito plantea un modelo basado en una relación bilateral con el Estado -a través del Estatuto-, pero generalizable al conjunto de las comunidades, como han exigido varios ministros.

El nuevo sistema persigue aproximarse a los resultados del Concierto vasco en un plazo máximo de 15 años, en sintonía con las condiciones que ha fijado el Ejecutivo. Además, establece una fórmula para programar las inversiones en infraestructuras del Estado en Cataluña.

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