La dirección del PSOE considera que la propuesta supone "la expulsión fiscal" del Gobierno central

La Administración tributaria central no va a renunciar a ejercer su función en ninguna parte de España, y precisamente la propuesta que hacen los tres partidos que integran el Gobierno tripartito catalán supondría "la expulsión fiscal del Gobierno de España de Cataluña". Ésta es la consideración inicial de la dirección del PSOE, compartida por La Moncloa, al conocer el modelo de financiación que plantean el PSC, ERC e ICV. Los dirigentes del PSOE no comparten ni la existencia de una agencia tributaria catalana ni el mecanismo apuntado para conseguir la solidaridad entre regiones, porque quedaría bajo la exclusiva potestad de Cataluña definir hasta dónde llegaría la solidaridad, sin contar con la opinión del Ejecutivo central.

Si ese proyecto de financiación llegara a las Cortes Generales, el Grupo Parlamentario Socialista votaría en contra. Así lo expresaron ayer en la dirección del PSOE al conocer este proyecto. También expresaron su confianza en que no se apruebe en esos términos.

El responsable de Política Institucional y Autonómica de la Ejecutiva Federal del PSOE, Alfonso Perales, fue moderado en sus juicios porque confía en que haya una reconsideración. "Estamos de acuerdo en que la Agencia Tributaria del Estado evolucione para que haya más participación de las comunidades autónomas, pero nunca en que la Agencia del Estado desaparezca y deje de recaudar impuestos", señaló Perales a este periódico. Otros dirigentes socialistas, en términos algo más dramáticos, señalaron que esa fórmula "supone la soberanía fiscal de una comunidad autónoma y la expulsión del Gobierno de España de Cataluña". Estos interlocutores aseguran que conocen la literalidad del borrador.

La oposición a la creación de una agencia tributaria propia la expresó desde por la mañana Alfonso Perales, que compareció en la sede de su partido junto al presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, para hacer un balance del primer año de gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en materia autonómica. Perales admitió "discrepancias" sobre el proyecto de financiación que defiende el PSC, y en concreto citó la Agencia Tributaria.

Redistribución y solidaridad

El otro aspecto que los socialistas rechazan -tanto la dirección del PSOE como el Gobierno, según aseguraron fuentes consultadas en el Parlamento- es el de la redistribución y la solidaridad. "La función de solidaridad y distribución corresponde al Gobierno central y el modelo vigente funciona con el acuerdo de todos", manifestó Perales. Este dirigente reconoce que Cataluña necesita mayores recursos, pero cree que tienen que debatirse, primero, con el Gobierno central y, después, aprobar la nueva situación en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. A este respecto, se recuerdan diferentes intervenciones del presidente Zapatero con el reconocimiento de que Cataluña necesita mayores recursos.

"Un Gobierno autónomo no puede decidir unilateralmente que su límite en el reparto a otras comunidades está en el 50%; eso no lo puede decidir por su cuenta el Parlamento catalán, ya que es competencia del Gobierno central y de las Cortes Generales", dijo Perales a este periódico, ya en el terreno de los principios.

Otros interlocutores del ámbito gubernamental señalan que "el Gobierno de España no puede renunciar a poner y cobrar impuestos y que una comunidad recaude y decida". Las fuentes consultadas no creen suficientes ni asumibles los mecanismos de reparto que prevé el borrador para garantizar la solidaridad.

Lo cierto es que en un primer borrador del programa electoral del PSOE, que posteriormente se eliminó junto a toda concreción en material fiscal, se proponían "agencias consorciadas" con la Agencia Tributaria Central. Pues bien, en el PSOE ahora dicen que "no es lo mismo desde el momento que Cataluña propone cobrar todos los impuestos". Con esa fórmula "desaparecen de Cataluña los inspectores fiscales", insisten en la dirección socialista.

Estos interlocutores aseguran que en el PSC no habrá sorpresas por este rechazo, ya que en las reuniones habidas las cartas siempre se han mostrado con claridad y tanto Perales como el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, han manifestado a sus compañeros del PSC que no podrían aceptar ese texto. En el PSOE se comprende que el PSC también ha tenido que hacer esfuerzos porque la propuesta de ERC era "más radical". Aun así, no la consideran asumible, pero el diálogo continuará, insistieron en el PSOE. El presidente aragonés, Marcelino Iglesias, propugnó "ajustes en el modelo territorial, tras 25 años de éxito, aunque sin cambiarlo".