Savater exalta la educación como "revolución sin sangre"

Distendido y locuaz, tras haber pasado algunas horas en el hipódromo de San Isidro, uno de los lugares a los que vuelve sin falta cada vez que visita Buenos Aires, Fernando Savater fue la estrella indiscutida del primer fin de semana de la feria. El español cerró la noche del sábado con una charla pública sobre los desafíos de la educación en los tiempos de la globalización, organizada por la revista de cultura Ñ, del diario Clarín. Savater, quien definió esta nueva presentación suya en la feria como "uno de esos momentos mágicos para quienes amamos los libros", habló ante un auditorio de 1.000 personas, que comenzó a hacer cola casi tres horas antes de la cita para garantizarse un asiento en la sala.

"La educación es la única posibilidad de una revolución sin sangre, no violenta y en profundidad de nuestra cultura y nuestros valores", pues obliga a definir "qué queremos que se perpetúe de lo que somos, qué es lo que merece la pena de ser transmitido", sostuvo. "Educar forma parte de la relación más moral que se puede tener con otro", dijo. Quien educa "regala el mundo, hace el obsequio de la realidad a otro", pero aclaró: "La buena educación es cara y exige inversión pública" y debe instalarse, dijo, "como una demanda social".

Los grandes pensadores

Platón, Borges, Aristóteles, Virgilio, Hannah Arendt y J. K Galbraith fueron algunos de los pensadores que el autor de Ética para Amador citó como viejos amigos. Y sobre su propia vida y sus aprendizajes personales se permitió, incluso, una humorada muy festejada por el público: "Yo recomiendo a todos ustedes que cuando vayan a la cárcel lean la ética de Spinoza, que fue lo que hice yo cuando me tocó". La agenda del filósofo continúa hoy a las 20.30 con la presentación de su novela El gran laberinto (Ariel).

Horas antes, Buenos Aires había pagado como otras ciudades del mundo su tributo a Cervantes y al cuarto centenario de su obra mayor, en el Día Internacional del Libro, con una maratoniana lectura de fragmentos del Quijote de la cual participaron 21 actores, actrices y personajes de la cultura, entre ellos los actores Lorenzo Quinteros y Cristina Banegas y la periodista Magdalena Ruiz Guiñazú. El festejo duró cuatro horas y pudo ser seguido por quienes se quedaron fuera de la sala, gracias a las pantallas dispuestas para ello.

También el cine tuvo ayer lo suyo con el encuentro protagonizado por los directores Adolfo Aristarain (Martin Hache, Roma) y Daniel Burman (Todas las azafatas van al cielo, El abrazo partido).