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El Gobierno cubano declara la guerra a los disidentes

El ministro de Exteriores defiende el repudio a las mujeres y madres de presos políticos

La disidencia cubana vuelve a estar en el ojo del huracán. A tres semanas de la discusión de un proyecto de resolución contra Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU (CDHNU), y cuando faltan dos días para la visita a la isla del una alta representación de la UE tras el deshielo de las relaciones, el ministro de Exteriores cubano, Felipe Pérez Roque, consideró que en su país no hay opositores sino "mercenarios" pagados por Washington y defendió los mítines de repudio "del pueblo revolucionario" contra los "provocadores".

Pérez Roque fue extremadamente claro: "En Cuba hay una guerra andando", y sólo "hay dos bandos: el de los que están con la revolución y por la independencia y la soberanía de este país, que somos la inmensa mayoría", y el de los "mercenarios", un "bando minúsculo y sin autoridad moral". De este modo expresaba el canciller cubano el parecer de su Gobierno sobre el acto de repudio realizado el domingo en La Habana contra un grupo de esposas y madres de prisioneros del Grupo de los 75.

El incidente ocurrió cuando una treintena de familiares de los opositores marchaban en señal de denuncia por la Quinta Avenida de Miramar, en conmemoración del segundo aniversario de la detención de los disidentes. Las llamadas Damas de Blanco caminaban en silencio cuando unas 200 mujeres les salieron al paso gritando lemas revolucionarios y en favor de la liberación de cinco cubanos condenados por espionaje en EE UU, conocidos en Cuba como los cinco héroes.

Hubo un momento de gran tensión cuando ambos grupos se encontraron frente a frente, pero las manifestantes movilizadas por la Federación de Mujeres Cubanas se limitaron a seguir de cerca a las esposas de los presos, sin violencia física, pero cantándoles al oído el himno nacional y La Internacional, y gritando consignas del tipo "¡pin, pon, fuera, abajo la gusanera¡", y "¡Fidel, seguro, a los yanquis dale duro¡".

"Las calles son de los revolucionarios", dijo ayer Pérez Roque, considerando "legítimo" que "el pueblo impida" las provocaciones "dentro de unas normas, que no incluyen los excesos y la violación de la integridad física". "Lo impresionante es que algunas provocaciones aquí no terminen peor", agregó el canciller, durante una conferencia de prensa convocada para anunciar las "maniobras" de EE UU en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.

En el mismo momento en que Pérez Roque hablaba con los periodistas, los embajadores de la UE en La Habana se reunían con cuatro disidentes de diversas tendencias, en el primer encuentro de este tipo tras acordar la UE dejar de invitar a los opositores a la celebración de sus fiestas nacionales. Esta medida permitió que se reiniciara el diálogo después de año y medio de congelamiento. Preguntado por cómo podría influir este encuentro con disidentes en las relaciones Cuba-UE, el canciller resto relevancia a "esa reunión con mercenarios".

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El jueves llegará a La Habana el comisario europeo de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Louis Michel, con quien Roque se entrevistó en un reciente viaje a Europa. El canciller reiteró que la isla está dispuesta a iniciar un diálogo serio con Bruselas en materia de derechos humanos y a establecer acuerdos de colaboración sobre asuntos penitenciarios o de sistemas electorales, pero, afirmó, la UE debe revisar su Posición Común hacia la isla y su voto junto a Washington en la CDHNU, que a su juicio, son los obstáculos para que la relación bilateral progrese.

Unas 200 mujeres castristas (al fondo) boicotean, el domingo, la marcha pacífica de esposas de disidentes presos.
Unas 200 mujeres castristas (al fondo) boicotean, el domingo, la marcha pacífica de esposas de disidentes presos.EFE

El canciller considera una vergüenza que la UE vote contra La Habana en la ONU

El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, denunció ayer en La Habana que EE UU sigue tratando de manipular la Comisión de Derechos Humanos de la ONU (CDHNU) en su "obsesión enfermiza" contra la revolución, y consideró una "derrota" norteamericana no haber podido encontrar este año ningún país que presente el proyecto de resolución condenatorio, que se discutirá dentro de tres semanas en Ginebra.

"EE UU no puede erigirse en juez de nadie", aseguró, afirmando que primero debería aclarar la situación en las cárceles de Abu Ghraib, en Irak, y de la que tiene en Guantánamo, donde se cometen "violaciones masivas de los derechos humanos". El canciller también restó legitimidad a la CDHNU, pues, dijo, no ha podido siquiera discutir lo que ocurre en estas prisiones, y consideró una "vergüenza" la decisión de la UE de apoyar la próxima resolución norteamericana contra Cuba.

"Privilegian su relación con el poderoso y votan a favor de él (...) La UE no tiene hoy una iniciativa sobre Cuba", denunció el ministro en rueda de prensa tras regresar de su primera gira europea tras la normalización de relaciones. Roque afirmó que la Unión apoyará la resolución de EE UU y señaló que este "voto automático y seguidista" es el mayor obstáculo para firmar con Bruselas "un acuerdo sobre derechos humanos sobre bases recíprocas y de igualdad".

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