El Senado aprueba con el voto en contra del PSOE crear un permiso de paternidad
La proposición a la que se oponen los socialistas es similar a la de su programa electoral
Cuatro semanas para los padres cuando acabe el permiso de las madres. El pleno del Senado aprobó ayer una proposición de ley para crear un permiso de paternidad independiente del actual de maternidad. La iniciativa, presentada por CiU, sólo fue rechazada por el PSOE y Entesa Catalana de Progrés (ECP). El partido del Gobierno recoge en su programa electoral un permiso de paternidad de dos semanas, pero el senador socialista que intervino en el debate se mostró partidario de ampliar primero el permiso de maternidad. Los hombres carecen de permiso propio, pero pueden tomar hasta 10 de las 16 semanas de las madres trabajadoras. El año pasado, sólo el 1,64% de los padres lo hizo.
La propuesta de CiU, aprobada ayer, consiste en añadir cuatro semanas al actual permiso de maternidad de 16. Sólo las podrá coger el padre y si no lo hace, lo perderá. El documento califica la iniciativa de "discriminación positiva" para los padres. "Les permitirá disfrutar de los primeros meses de vida de sus hijos o hijas, al tiempo que se reforzarán los lazos afectivos entre padres e hijos o hijas y se incentivará la distribución a partes iguales de las responsabilidades familiares", expone.
La iniciativa fue refrendada ayer en el pleno del Senado por 128 votos a favor y 103 en contra. Es decir, con el apoyo, según CiU, del PP, el PNV, Coalición Canaria y el Grupo Mixto. Y la oposición del PSOE (que incluye un permiso paternal de menor duración en su programa electoral) y de Entesa Catalana de Progrés (ECP).
En la situación actual, el Estatuto de los Trabajadores recoge dos días de permiso para los padres cuando se produce el nacimiento de un hijo. Si la madre es trabajadora, puede cederle hasta 10 de las 16 semanas de baja maternal. Sin embargo, son una minoría los padres que deciden tomar ese permiso. Los datos del último año revelan que sólo 4.587 hombres solicitaron el permiso de un total de 280.114 bajas por nacimiento, acogida o adopción, según la Seguridad Social. Eso supone tan sólo un 1,64% de todos los permisos.
La propuesta de CiU, defendida ayer por la senadora Rosa Nuria Aleixandre, incluye también un incremento de la baja de maternidad de dos a cuatro semanas cuando se trate de parto múltiple o de niños con discapacidades. "Nuestra idea es abrir la puerta, aunque sea un poco", declaraba ayer la senadora, "el proceso de tramitación para convertirse en ley puede tardar meses; ahora pasará por el Congreso. Se puede hacer el estudio económico de los costes mientras tanto".
La oposición socialista, personificada por el senador Arcadio Díaz Tejera, esgrimió dos argumentos para rechazar la propuesta: el coste de la medida y la necesidad de mimar más al colectivo de mujeres, cuyas asociaciones, dijo, vienen reclamando una extensión del permiso maternal. Calculó que la medida puede costar 362 millones de euros, bien para las arcas públicas, bien para las empresas, y eso, dijo a este diario, "haría peligrar el sistema de pensiones". Por otro lado, añadió: "Soy más partidario de apoyar a las más de 250.000 mujeres que toman el permiso de maternidad que a 4.000 hombres".
El programa que el PSOE presentó en las últimas elecciones incluye "el reconocimiento de un permiso de paternidad de dos semanas (...) como derecho subjetivo e individual del padre", es decir, de 15 días menos que lo que ahora propone CiU. Por otro lado, en la legislatura pasada, el PSOE presentó una proposición de ley para crear un permiso de paternidad de cuatro semanas que el PP rechazó.
Me parece que hay que legislar de otra manera, al lado de la gente", aducía el senador socialista, "esto es una fórmula improvisada y frívola, que no tiene memoria económica. Yo estoy a favor de este derecho, pero me parece prioritario ampliar el permiso de maternidad".
Ayer también el principal partido de la oposición sí apoyó el texto: la senadora del PP Cristina Tejedor aseguró que las políticas de igualdad siguen teniendo una deuda con las mujeres españolas que asumen en su realidad cotidiana, un reparto desigual de las tareas del hogar, informa Europa Press.
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