Las piezas encajan
En 1984, un año después del restablecimiento de la democracia en Argentina, el entonces capitán de corbeta Adolfo Scilingo aprobó el examen de ingreso a la Escuela de Guerra Naval, pese a que había intentado sin éxito una prórroga para rendir la prueba. Cuando sus superiores le preguntaron por qué razón, si estaba en condiciones de aprobar, como se había demostrado, trató de aplazar el examen, Scilingo explicó que en el momento de solicitar la prórroga pasaba por un mal momento psicológico. Con frecuencia, precisó, tenía el mismo sueño, en el que caía desde un avión en vuelo, lo que le impedía dormir. Scilingo hizo referencia a los vuelos de la muerte durante la dictadura.
En 1985, Scilingo reunía todas las condiciones para ascender a capitán de fragata. El 7 de octubre de 1985, el jefe del Estado Mayor de la Armada denegó el ascenso del entonces capitán de corbeta. No hubo explicación alguna.
Tres días más tarde, Scilingo solicitó por escrito una reconsideración. Estaba seguro de que se le negaba el ascenso por aquellas referencias a la guerra sucia ante la plana mayor de la Escuela de Guerra Naval. En su carta del 10 de octubre se refirió a lo que había expresado en aquella ocasión en la que había hablado del sueño recurrente y su dificultad para descansar. "Esta situación tenía su origen en un suceso que me ocurriera durante un vuelo que realizara en un avión Skyvan de la Prefectura Naval Argentina en el año 1977, en el que cumpliendo tareas relacionadas con la guerra contra la subversión y mientras la aeronave tenía su compuerta abierta, perdí pie y estuve a punto de caer al vacío, hecho que fue evitado por la rápida intervención de un tripulante".
Diez años después de enviar esta carta, Scilingo completaba el relato -del que ahora se desdice- al periodista Horacio Verbitsky, y éste lo publicaba en marzo de 1995.
"Se los desvestía desmayados [a los detenidos] y, cuando el comandante del avión daba la orden, se abría la portezuela y se los arrojaba desnudos uno por uno. Se hacía desde aviones Skyvan y Electra... El suboficial pisaba la puerta para que quedaran 40 centímetros de hueco hacia el vacío. Después empezamos a bajar los subversivos por ahí. Yo que estaba bastante nervioso por la situación que se estaba viviendo, casi me caigo y me voy por el vacío. Patiné y me agarraron". Encaja.
Más cosas. Las acusaciones pedirán, además, que Marta Álvarez, la detenida embarazada que habló con Scilingo en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), comparezca en el juicio.
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