Las críticas de los empresarios al 'plan Ibarretxe' dividen a la patronal vasca

El presidente de Confebask (Confederación de Empresarios Vascos), Román Knörr, reiteró ayer en Madrid que la declaración "absolutamente crítica" contra el plan Ibarretxe que la patronal vasca hizo en octubre de 2002 sigue "absolutamente vigente". Su afirmación, realizada en un foro en el que intervenía el líder de los socialistas vascos, Patxi López, desencadenó casi de inmediato un desmarque por parte de dos asociaciones provinciales de Confebask. Las patronales de Guipúzcoa (Adegi) y de Vizcaya (Cebek)replicaron que las declaraciones de su presidente habían sido realizadas "a título personal", y recordaron que la cuestión del plan Ibarretxe no se ha analizado recientemente.

El debate se inició en Madrid, a raíz de la intervención del secretario general del Partido Socialista de Euskadi, Patxi López, en el foro Nueva Economía. López, a la vista de que entre el público se encontraban destacados representantes de organizaciones empresariales, como Román Knörr, presidente de Confebask; Claudio Boada, del Círculo de Empresarios, y, entre otros, Íñigo Oriol, presidente de Iberdrola, llamó la atención por el silencio del empresariado ante el plan Ibarretxe y pidió su movilización por las "consecuencias negativas" que tendrá para la economía.

Knörr pidió la palabra "por alusiones" y recordó que el País Vasco "está a la cabeza de España en muchos parámetros, como renta per cápita e investigación, gracias a los empresarios y al Estatuto y el Concierto Económico". Tras indicar que "el empresariado, a pesar de las extorsiones y los asesinatos, sigue apostando por el país", Knörr admitió que estaba "evidentemente preocupado por el plan Ibarretxe" y recordó que Confebask se expresó "clara y rotundamente" contra este plan soberanista en octubre de 2002.

El presidente del Confebask, tras admitir que probablemente su silencio no se entendiera fuera de Euskadi, afirmó que la declaración de la patronal vasca contra el plan Ibarretxe permanece "absolutamente vigente" y "de momento", precisó, "no tenemos nada que añadir a lo que ya dijimos". A su vez, Claudio Boada apoyó con "rotundidad y sin reservas" el comunicado crítico que el Círculo de Empresarios Vascos hizo público recientemente contra el proyecto del lehendakari. En este último club están presentes ejecutivos y empresarios de grandes firmas a título personal.

En Confebask se ha venido guardando silencio desde la declaración crítica de 2002. La postura de Knörr, reiterada ya en otras ocasiones, es que el comunicado de hace dos años está vigente porque se aprobó por el consejo rector y nunca más se ha vuelto a tratar para acordar una nueva postura.

Los nacionalistas han venido presionando a las patronales para que no haya un nuevo pronunciamiento de Confebask. De hecho, tras el encuentro de los empresarios vascos con Ibarretxe en 2002 se vivieron momentos de tensión y las patronales rozaron la escisión, especialmente en Guipúzcoa y Vizcaya. Y el anterior presidente del PNV, Xabier Arzalluz, llegó a cuestionar la autoridad de Knörr.

Ayer la palabras de Knörr volvieron a tocar en la llaga. Euskadi cuenta con un tejido empresarial muy atomizado, donde los empresarios son tan plurales como la propia comunidad. Adegi y Cebek, en sendos comunicados, desautorizaron de inmediato a Knörr e insistieron en que sus palabras eran a título personal. Los responsables de Sea, la patronal alavesa, siempre se han mostrado críticos con el plan.