La gripe afecta ya a uno de cada 10 catalanes y satura los servicios de urgencias
La epidemia de gripe está dejando un importante rastro de enfermos a su paso. De momento, de un mes y medio a esta parte más del 13% de los catalanes, 925.000 han utilizado la tarjeta sanitaria a causa de la gripe, según datos del Departamento de Salud. La consejera Marina Geli remitió ayer un informe al Consell Executiu en el que consta que de los 7,1 millones de tarjetas sanitarias que circulan en Cataluña, 2,5 millones ya se han utilizado a causa de la gripe, a razón de 2,7 visitas por enfermo.
El portavoz del Gobierno de la Generalitat, Joaquim Nadal, defendió ayer las bondades del plan integral de urgencias de Cataluña, que se puso en marcha en diciembre. No obstante, Nadal reconoció que la situación está en la "frontera de la saturación" en hospitales y ambulatorios.
El portavoz del Ejecutivo consideró que el sistema sanitario catalán ha tenido "capacidad de respuesta" gracias al incremento del personal sanitario y a las horas de atención en los centros.Las cifras que maneja Salud indican que el número de atendidos en los CAP (centros de atención primaria) es superior al de otros años..
Salud calcula que la epidemia irá remitiendo en las próximas semanas.Fuentes sanitarias consideran que la epidemia de gripe "ha irrumpido con más fuerza que otros años".
La coincidencia del aumento de número de casos con las vacaciones de Navidad ha tenido efectos contraproducentes. Uno de ellos es que las reservas de sangre de los hospitales han menguado considerablemente, como es el caso del Clínico, que se encuentra al 30% de su capacidad. Este centro hospitalario, hizo ayer un llamamiento a la población para que vaya a donar sangre. El centro teme que se tenga que empezar a suspender operaciones "en una semana" por falta de líquido sanguíneo, según informó ayer su responsable del banco de sangre, Roberto Mazzara.
El hospital barcelonés dispone en la actualidad de 400 bolsas de sangre, cantidad insuficiente porque se gastan al día unas 100 bolsas. "Estos días conseguimos entre 85 y 80 bolsas", por lo que "tenemos una cantidad inferior a la demanda", según Mazzara, quien se mostró "preocupado" por la situación, informa Europa Press.
Joan Profitós, director del centro de Transfusión y banco de tejidos de Cataluña informó ayer que este banco central de sangre, que alimenta al resto de centros hospitalarios, está al 65% de su capacidad. Profitós explicó que la relación entre la gripe y la falta de sangre se debe a que en muchas ocasiones se hacen pequeñas transfusiones a personas mayores y ancianos porque la gripe les provoca pequeñas anemias. Además, durante el periodo navideño, como ocurre durante los meses de verano, las donaciones de sangre disminuyen sustantivamente. A ello se añade que los afectados por la epidemia no pueden donar sangre en un periodo de unas semanas aunque ya estén curados. "El resultado final de estas variables es que las reservas de sangre disminuyen", concluye Profitós, quien subraya que esta situación ya ha motivado que se hayan suspendido pequeñas intervenciones quirúrgicas de poca urgencia.
Otra de las consecuencias de la epidemia, junto con la bajada de las temperaturas y la presencia de otros virus, es que ha contribuido a aumentar el número de defunciones en la ciudad de Barcelona en más del 50%. Según datos de Salud, a finales de diciembre la media de defunciones era de 350 por semana, mientras que a mediados de enero esta cifra alcanza casi las 550 (ver gráfico).
Josep Manyach, director del Plan Integral de Urgencias de Cataluña, explicó ayer que "la demanda asistencial en los centros ha disminuido un poco respecto a días pasados, aunque sigue habiendo una presión" importante de trabajo debido al número de personas que están ingresadas.
Manyach señaló que el Departamento de Salud ha aumentado el número de camas hospitalarias para atender a un mayor número de enfermos. Con la puesta en marcha del Plan de Altas, que se activa todos los años a partir de diciembre, las personas que se atienden en urgencias y que no se pueden hospitalizar en el mismo centro se derivan a otros hospitales, y las que son susceptibles de seguir el tratamiento en centros sociosanitarios se les traslada para liberar camas de agudos.
Lo cierto es que algunos grandes hospitales están al borde de la saturación: en el Vall d'Hebron, casi un centenar de personas esperaban ayer en urgencias a que se les adjudicara alguna cama. El Clínico, cuyo número de visitas ha aumentado más del 25% respecto a estas mismas fechas del año pasado, vivió un inicio de semana "con mucho trabajo", según fuentes del centro, mientras que Sant Pau también registra "una entrada muy alta de enfermos, especialmente gente mayor con patologías asociadas a la gripe.
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