Zapatero y Rajoy crearán una comisión para consensuar el modelo de Estado

En dos horas y media, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy, se pusieron de acuerdo en que los dos principales partidos nacionales, el PSOE y el PP, deben negociar acuerdos sobre las reformas de la Constitución y los estatutos de autonomía, es decir, "la arquitectura institucional de España". Rajoy propuso a Zapatero la creación de una comisión de los dos partidos y del Gobierno para negociar estos asuntos e "intentar buscar el acuerdo". El presidente recordó que una oferta similar ya la propuso él en mayo, en la primera reunión entre ambos. Ayer Zapatero recogió el guante de Rajoy y amplió el cometido de esa comisión a la financiación sanitaria y autonómica.

El Gobierno agradece al PP que acepte dialogar después de nueve meses de rechazos

Esquerra ve peligrosa la creación de una comisión que deja fuera a otros partidos

Si en septiembre, la segunda reunión entre Zapatero y Rajoy sólo sirvió para constatar las crecientes discrepancias entre ambos, ayer los dos líderes políticos enfatizaron su "satisfacción" por el acuerdo alcanzado y por la "receptividad" encontrada, esta vez, en su interlocutor. Este sorprendente acuerdo entre Zapatero y Rajoy tras las duras descalificaciones cruzadas entre el PP y el PSOE desde el 30 de diciembre, cuando el Parlamento vasco aprobó el plan Ibarretxe, también se extendió al rechazo frontal que ambos presentan al mismo. No obstante, Gobierno y oposición admitieron sus "diferencias de método" en cómo parar el proyecto secesionista del lehendakari. Tanto la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que actuó como portavoz de Zapatero, como el presidente del PP subrayaron su "coincidencia esencial" en el rechazo al contenido del plan.

La comisión territorial que se constituirá en breve tiene el mismo formato que el Pacto Antiterrorista: los dos principales partidos y el Gobierno. Su objetivo es "buscar el entendimiento" en los siguientes asuntos: los cuatro puntos de la prevista reforma de la Constitución (reforma del Senado, que la ley fundamental recoja el nombre de las comunidades autónomas, que se adapte a la nueva Constitución europea y aplique la igualdad de sexos en la sucesión de la Corona), las reformas de los Estatutos de autonomía; y la reforma de la financiación autonómica.

Así como la participación del PP es "imprescindible" en la reforma de la Constitución, pues la propia Ley fundamental, en su artículo 167, exige una mayoría de tres quintos tanto del Congreso como del Senado para cualquier modificación, esa mayoría cualificada no es necesaria para aprobar las reformas de los Estatutos de autonomía. Como los Estatutos son leyes orgánicas, sólo requieren mayoría absoluta: 176 diputados en el Congreso. No obstante, la vicepresidenta primera calificó ayer de "absolutamente conveniente" que estas reformas estatutarias cuenten con el respaldo del PP. Y éste era, precisamente, el principal objetivo de Rajoy en la propuesta de pacto que ayer llevó a su entrevista con el presidente Zapatero.

El PP interpretó hace días con "preocupación" una intervención de Zapatero cuando éste dijo que la participación del PP en las reformas estatutarias no era imprescindible. El presidente lo dijo el día de la Pascua militar, tras las duras acusaciones de "debilidad" que le habían lanzado distintos dirigentes del PP tras la aprobación del plan Ibarretxe. Rajoy enmarcó ayer tales descalificaciones en las críticas del PSOE al PP sobre que estaba "exagerando la importancia del desafío" del lehendakari.

Ayer, en todo caso, la vicepresidenta matizó que la nueva comisión territorial entre el PSOE, el PP y el Gobierno será compatible con el "diálogo que el Ejecutivo mantiene con otras fuerzas políticas", que "además le dan estabilidad al Gobierno", es decir, IU y ERC. A Rajoy le preguntaron si esta comisión pondrá en peligro el apoyo que ERC da al Gobierno. Mostró aparente sorpresa para subrayar que tal "comisión sólo busca recuperar el espíritu constitucional" para los asuntos que afecten a "la arquitectura institucional de España".

Rajoy recordó que no es la primera vez que se crea una comisión de estas características entre el PP y el PSOE. Rememoró que él participó en dos de ellas: en 1992 y 1996 para las reformas de los estatutos de las denominadas comunidades de vía lenta. Pero en estas autonomías siempre gobiernan el PP o el PSOE. Sin embargo, en dos de las que ahora tienen abierto un proceso de reforma, País Vasco y Cataluña, gobiernan partidos nacionalistas.

La vicepresidenta De la Vega expresó su "satisfacción" por la "actitud del PP", ya que, según dijo, el "Gobierno lleva nueve meses pidiendo el diálogo" con el primer partido de la oposición.

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Convergència i Unió encontraron ayer "enormemente peligroso" y "un grave error", respectivamente, la creación de esta comisión, sobre todo porque excluye al resto de los partidos y porque se repite el modelo del Pacto Antiterrorista. ERC emplazó anoche a los socialistas catalanes "a hacer valer su fuerza en Madrid para evitar que el PSOE pacte con la derecha e institucionalice un frente nacional español". En todo caso, ERC precisó que esperará a conocer en detalle el acuerdo entre Zapatero y Rajoy antes de responder con mayor precisión.