Batasuna reclama a Zapatero que negocie con ETA una "desmilitarización multilateral"

El dirigente de la ilegalizada Batasuna Arnaldo Otegi ofreció ayer al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, su apoyo "en todo momento" si quiere pasar a la historia como "el Tony Blair español". Otegi señaló que Zapatero "intuye" que hay una posibilidad real de acabar con la violencia de ETA y le sugirió que inicie conversaciones con la banda para "buscar la desmilitarización multilateral" y la "puesta en libertad" de los presos etarras. La Mesa Nacional de Batasuna remitió ayer una carta a Zapatero en la que le propone que impulse "un acuerdo entre nacionalistas y no nacionalistas" sobre las "reglas democráticas que hagan posible un nuevo escenario donde todos los proyectos políticos tengan cabida".

La carta de Batasuna plantea a Zapatero que "toda" la izquierda abertzale "le acompañará en todo momento" y tendrá una "actitud responsable" si quiere realmente pasar a la historia como el estadista que facilitó el final de la violencia de ETA. "Batasuna no está planteando un frente nacionalista vasco que imponga una solución unilateral del conflicto, plantea un acuerdo entre nacionalistas y no nacionalistas, un acuerdo que debe contar con la adhesión y el respeto de las distintas sensibilidades existentes en el pueblo vasco", señala la misiva. Será después cuando habría que abrir un proceso de negociación con el Estado para que, posteriormente, fuera refrendado por la sociedad vasca: "Todos y cada uno de los ciudadanos que vivimos y trabajamos en Euskal Herria", señala.

La carta sugiere al presidente que "para que el proceso de acuerdo sea integral y eficaz" debe conllevar el "inicio de conversaciones" entre el Gobierno central "y la organización ETA para la búsqueda de un escenario de desmilitarización multilateral del conflicto, puesta en libertad de los prisioneros políticos vascos y el reconocimiento social de las víctimas".

El Ejecutivo reaccionó a la carta con una escueta declaración de la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega: "Batasuna tiene que hacer una declaración contundente y explícita de condena de la violencia. ETA tiene que dejar de matar y cuando estos dos temas se concreten estaremos ante un escenario diferente". El líder del PP, Mariano Rajoy, se manifestó en parecidos términos: "Lo que tiene que hacer Otegi es condenar la violencia y desmarcarse de ETA. Y lo que tiene que hacer ETA es dejar las armas y, a partir de ahí, ya veremos lo que pasa".

Por otra parte, los socialistas vascos criticaron el "error histórico" que a su juicio supone las intenciones negociadoras planteadas por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, al presidente del Gobierno. Para el secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, son los vascos los que tienen que llegar a un gran acuerdo en el que "no se excluya a la mitad de la sociedad vasca", como pasa ahora con el plan Ibarretxe. "Sustituir un pacto como el del Estatuto por un plan que tiene una mayoría exigua me parece un error histórico. Eso no se negocia en Madrid, se tiene que negociar aquí", señaló López.

Para el PSE, la estrategia a seguir a partir de ahora es esperar al rechazo al plan en el Congreso de los Diputados, realizar una campaña pedagógica de lo que supone la reforma estatutaria vasca aprobada gracias a los votos de Sozialista Abertzaleak (SA) y, finalmente, tras las elecciones vascas, abrir una mesa de partidos para negociar una reforma estatutaria con un amplio consenso y dentro de la Constitución.

"Legítima negociación"

El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, defendió ayer la apertura de un proceso negociador con Zapatero en torno a la propuesta aprobada en el Parlamento vasco el pasado 30 de diciembre. "Esta propuesta ha salido de las instituciones y ha cumplido con la ley. Es legítimo que las cosas gusten más o menos, pero el PSOE y Zapatero no pueden seguir subordinados al PP. Tienen que tener un discurso propio y liderar una negociación".

El consejero vasco de Justicia, Joseba Azkarraga, dirigente de EA, aseguró que el proceso abierto para la reforma del Estatuto vasco es "imparable y no tiene marcha atrás" y reiteró una de las banderas de la coalición PNV-EA para los próximos comicios: "Lo vamos a llevar a la práctica solicitando el pronunciamiento de la sociedad vasca" a través de una consulta popular.