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Entrevista:AGNES VAN ARDENNE | Ministra de Cooperación al Desarrollo de Holanda

"La ayuda tiene que implicarse en la seguridad tras las guerras"

La cristianodemócrata Agnes van Ardenne (1950), ministra de Cooperación al Desarrollo de Holanda (país que ocupa la presidencia de la UE), ha visitado recientemente Madrid, donde se entrevistó con la secretaria de Estado española de Cooperación, Leire Pajín, y participó en un seminario sobre Cooperación y Prevención de Conflictos organizado por su embajada, la Agencia Española de Cooperación, el Centro de Investigación para la Paz (que cumple 20 años) y el Instituto de Estudios de Conflictos y Acción Humanitaria. Holanda dedica a ayuda al desarrollo el 0,8% del Producto Interior Bruto. Van Ardenne forma parte de un ministerio tricéfalo: Asuntos Exteriores, Cooperación y Asuntos Europeos.

"Si no tenemos cuidado, el caos se convertirá en África en la norma"

Pregunta. Usted aboga por incluir en el concepto de ayuda oficial al desarrollo (AOD) el reforzamiento de la seguridad en países que salen de un conflicto. ¿Significa incluir la ayuda militar como ayuda al desarrollo?

Respuesta. Hay que ampliar la definición internacional de AOD, si queremos ayudar a los países a reconstruirse. La ayuda tiene que implicarse en la seguridad de los países que salen de una guerra. No digo que haya que sufragar con fondos de cooperación a los militares, sean de los países donantes o receptores. Pero sí hay que garantizar la seguridad de esas sociedades. Se ha comprobado que la mitad de esos países, si no salen de la fosa, vuelven a caer en un conflicto en menos de 10 años. Hay que entrenar por tanto a esas fuerzas armadas para que sean democráticas, e imbuirlas de su propia responsabilidad social, amén de asegurarles unos ingresos propios que eviten la tentación de abusar de la población civil. Holanda, en ese sentido, sitúa a África, y en especial la región de los Grandes Lagos, como prioridad, porque si no tenemos cuidado el caos se convertirá en norma en ese continente. Un 50% de la ayuda holandesa se destina a África.

P. La UE es el máximo donante mundial, pero sin embargo no parece tener una política coordinada en cooperación.

R. Eso es lo que tratamos de impulsar, porque la UE tiene que liderar la consecución de los Objetivos del Milenio de reducción de la pobreza en el mundo antes de 2015. Es una gran noticia que países de enorme peso demográfico, como China e India, estén saliendo de la pobreza e incorporándose al mercado mundial. Pero creo que la ayuda internacional tiene que cubrir esa laguna que hay entre el conflicto y la reconstrucción de un país, y aportar todo lo posible para crear controles democráticos en esas sociedades.

P. ¿Es la holandesa una ayuda ágil, o tiene que lidiar duro para recabar fondos de emergencia?

R. Hemos creado un Fondo de Estabilidad que garantice la toma rápida de decisiones. En esas situaciones, no se toca el 0,8%, porque ese porcentaje es por definición para cooperación. Pero el fondo, controlado por Asuntos Exteriores, se nutre de 40 millones de euros aportados por ese ministerio y 20 por Cooperación. Ha demostrado su eficacia: hemos financiado tropas para salvar a la población en Darfur (Sudán), entrenado en Holanda bajo parámetros democráticos a militares ruandeses, pagado fuerzas surafricanas en el Congo...

P. La cooperación holandesa ha impulsado proyectos de salud reproductiva y de apoyo a la mujer. ¿Se va a mantener?

R. Es central para nosotros. Mediante fondos públicos, acuerdos con laboratorios y trabajo con ONG, aportamos anticonceptivos a 49 países. Pero además apoyamos sobre el terreno a grupos de mujeres, y en especial de muchachas: en el sur de África, una de cada tres chicas la primera experiencia sexual que vive es una violación. Y la violencia se mantiene en el matrimonio. No sólo se trata de enviar condones, ni siquiera de fomentar el cambio legislativo: lo clave es el cambio cultural, que cesen tradiciones humillantes como la ablación. Nuestra cooperación trabaja sobre los líderes religiosos, políticos y comunales. Hay que trabajar con ellos, es requisito indispensable para que las cosas cambien.

Agnes van Ardenne.
Agnes van Ardenne.MANUEL ESCALERA

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