Un brindis por la feria

Es ya tradición que el Grupo Santillana dé una gran fiesta en el primer domingo de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y este año ha tenido un significado especial: celebrar el 40º aniversario de la fundación de Alfaguara, "la fuente que mana y fluye", según recordó Carlos Fuentes. Emiliano Martínez, el presidente del grupo, afirmó que la casa lleva 15 años en México y que en este tiempo ha visto cómo la cita de Guadalajara crecía hasta consolidarse como la más importante del idioma español. "Un brindis por la feria y por todos los colegas. Ratificamos nuestro compromiso de seguir apoyándola siempre".

Emiliano Martínez explicó que, hace 10 años y en el mismo marco, habló con Arturo Pérez-Reverte de la magia de Guadalajara, que consigue al mismo tiempo ser un encuentro profesional, dispensar la más cálida acogida a los escritores y propiciar su encuentro con los lectores. En 2004, todo ello se ha confirmado y ha ido a más.

José Saramago y Carlos Fuentes fueron las estrellas de la velada

Marisol Schulz, directora editorial de Alfaguara México, destacó sus 40 años de vocación hispanista, con editores para 22 países de lengua española, que "apuestan por la calidad y que han contribuido a crear un catálogo que reúne diversas tendencias". A ello añadió que "tenemos que celebrar también los 50 años de Taurus", que lleva, dijo, "medio siglo dedicada al pensamiento del mundo", sin olvidar la gran apuesta de 2004 para 2005: "La edición popular conmemorativa del Quijote que ha hecho la Asociación de Academias de la Lengua Española".

Acudieron a la fiesta editores, de Peter Mayer a Enric Folch o Jordi Nadal; agentes literarios, entre ellos Gloria Gutiérrez y Carina Pons, de la Agencia Carmen Balcells, o el argentino afincado en Barcelona Guillermo Schavelzon; libreros, como Matí Romaní o Guillem Terribas; Ana María Cabanellas, presidenta de la Unión Internacional de Editores; Magdalena Vinent, de Cedro; representantes de todos los sectores del libro; y, claro, muchos escritores: José Saramago, Carlos Fuentes, Carme Riera, Nuria Amat, Xavier Velasco, Gonzalo Celorio, Alberto Ruy-Sánchez, Rafael Ramírez Heredia... y los que no estuvieron presentes en la fiesta, y también algunos que sí estuvieron, celebraron el cumpleaños a través de un vídeo que atrapó a los asistentes pese a que la mayoría lo siguió de pie y a la espera del canapé, tradición sagrada que nadie perdona.

Mario Vargas Llosa aseguró en esa presencia virtual que lo que le gusta de Alfaguara es "el rigor que exige y el optimismo con que se mueve en todas las provincias de la lengua española". "Esta editorial nos ha descubierto nuestro propio rostro", añadió Fuentes. "La noche que llegué a Alfaguara [cuando ganó el premio] llevaba una bruja debajo del brazo y supe que podía irme muy bien", dijo Xavier Velasco. El provocador autor de Diablo guardián mostró en las imágenes una nueva y simpática bruja. ¿Promesa de una nueva próxima novela? Quizá. Para Laura Restrepo, que ganó el último Alfaguara con Delirio, lo mejor es la gira que la llevó por todos los países: "Fue estupendo. Conocí a tantos colegas...". Beatriz Rivas, cuando la publicó Alfaguara, pensó que su novela "podía ser buena". "Tienen una gran exigencia de calidad". "40 años se multiplican por libros y es toda una era", afirmó Ruy-Sánchez. Elena Poniatowska brindó por que la editorial cumpliera otros 40 años. Para Federico Campbell, su relación con Alfaguara es como un destino, con "la idea de quedarse ahí para siempre, como un matrimonio". "Un matrimonio estable", precisó Saramago.

El Nobel portugués y Carlos Fuentes fueron las estrellas de la velada. Todo el mundo quería hablar y fotografiarse con ellos, pedirles un autógrafo. ¿Cuál es el secreto de su casi insultante juventud? De Fuentes se sabe que el día anterior, y tras la marcha que lleva en la feria, estuvo bailando en el Veracruz, "poco", dijo él, con entusiasmo, según los que le vieron. "Nos arrastró Gabo".

¿Cuál es la dieta Saramago? Estuvo en el Congreso de la Lengua Española en Rosario; de ahí se fue a Buenos Aires; luego a Bogotá y a Caracas, con una agenda más larga que un brazo, y ahora está en Guadalajara, donde no tiene un momento de respiro y saca tiempo para la fiesta. Espléndidos 82 años. Quizá el secreto de su dieta sea la imparable, combativa, simpática y buena colega Pilar del Río, su esposa. Probablemente.

Como en toda buena fiesta que se precie, ya con los canapés y las copas servidas, surgieron los cotilleos. Hubo muchos, pero ésa es ya otra historia. "Ha sido una jornada larga. Gracias por estar aquí", concluyó Emiliano Martínez. "Isabel de Polanco [la consejera delegada de Santillana] les envía su cariño. El año que viene estará aquí compartiendo con todos ustedes esta fiesta".