El Tribunal Supremo de Ucrania congela los resultados de las elecciones
Los jueces prohíben la publicación del escrutinio para examinar las acusaciones de fraude
El Tribunal Supremo de Ucrania bloqueó ayer el camino de Víktor Yanukóvich a la presidencia, al menos de forma temporal, al aceptar a trámite el recurso de su rival, Víktor Yúshenko, contra los resultados oficiales de los comicios, anunciados la víspera por la Comisión Electoral Central, y prohibir la publicación de éstos en los dos periódicos gubernamentales que hacen la función de boletín oficial. El alto tribunal examinará las acusaciones de fraude el próximo lunes, y su decisión da un nuevo plazo a la búsqueda de una salida para la crisis política que divide al país.
Pero mientras el Tribunal Supremo da un nuevo plazo a la búsqueda de una salida también prolonga la incertidumbre y pone a prueba los nervios de los políticos enfrentados y de sus seguidores. De acuerdo con la ley, el nuevo presidente entra en funciones no más tarde de 30 días después de que se publiquen los resultados y mientras tanto Leonid Kuchma dirige el país. Con todo, una portavoz de la Comisión Electoral Central añadió dramatismo al tema al asegurar que no sabía si se conseguiría parar la publicación de los resultados, que habían sido ya entregados a imprenta para su difusión hoy.
Hasta anoche, los partidarios de Yúshenko, que enarbolan estandartes naranja, y los de Yanukóvich, que lucen los colores blanco y azul, habían mantenido la calma de forma admirable, aunque la tensión seguía aumentando con la llegada de nuevos y nuevos partidarios del primer ministro Yanukóvich a Kiev. "Uníos a nosotros", les gritaban los partidarios de Yúshenko a las columnas de ciudadanos del Este de Ucrania que se habían reunido por la mañana.
Entre unos y otros no había agresividad. Los seguidores de Yúshenko buscaban el contacto con sus rivales políticos y formaban corrillos de discusión. "Tienes derecho a votar por quien te dé la gana, lo que se discute aquí es la falsificación de los resultados, no tu voto", le decía una anciana de Kiev, envuelta en una bufanda naranja, a un joven de Járkov, que enarbolaba una bandera blanca y azul. A los forasteros partidarios de Yanukóvich se les notaba tensos al desfilar entre las columnas de los de Yúshenko.
Apoyo a Yanukóvich
"Hemos venido a apoyar a Yanukóvich, para que no se sienta como un huérfano", decía el veterinario Serguéi, de un pueblo de Járkov. Los manifestantes han sido traídos a Kiev de forma organizada, muchos en trenes en los que duermen durante su estancia aquí. El viaje ha sido gratuito y algunos decían haber recibido vacaciones y dinero para trasladarse a la capital. ¿Cuánto? "Cincuenta grivnias por día" [cerca de ocho dólares], afirmó tras muchas reticencias un arquitecto municipal de la provincia de Járkov. Otros negaban en redondo haber recibido algo. Los partidarios de Yúshenko tampoco carecen de apoyo logístico y material, incluido el que les prestan los empresarios de la ciudad, que llevan comida y ropa a las tiendas de campaña donde residen.
Desde la tribuna de la plaza de la Independencia, la dirigente opositora Yulia Timoshenko exhortó ayer a prestar ropa de abrigo, alimentar y alojar a los seguidores del primer ministro. Por su parte, Yúshenko se dirigió a ellos para explicarles que tenían una imagen deformada de él por la propaganda electoral en contra suya, que prácticamente le había equiparado con un fascista.
La pugna, cuyo principal escenario seguía siendo la calle, daba un paso más anoche con el llamamiento de la opositora Timoshenko a los manifestantes para que iniciaran "el asedio de los máximos órganos de poder", es decir, la sede presidencial, el Gobierno y el Parlamento. Timoshenko instó a permitir anoche la salida de los funcionarios de sus puestos de trabajo e impedir esta mañana que se reincorporaran a ellos. Desde la plaza, dos oficiales de los servicios de Seguridad se sumaron a los manifestantes a favor de Yúshenko. Estos se habían apoderado ayer de tres edificios públicos en Kiev. Al inmueble de la casa de Ucrania, que fue ocupado el miércoles, se sumaron ayer otros dos, situados ambos en las inmediaciones de la plaza de la Independencia: un palacio de Cultura y también la sede de los Sindicatos.
El diálogo entre uno y otro bando no había prosperado, ya que las ideas de Yúshenko y de Yanukóvich no coincidían. El primero, que se considera injustamente desposeído de la victoria, solo quería hablar con Vladímir Kuchma, el presidente saliente, y el segundo sólo quería hacerlo como presidente electo. Mientras tanto, el ex presidente de Polonia Lech Walensa apareció en Kiev para apoyar la democracia y la libertad y aparecer en la plaza junto a Yúshenko, además de entrevistarse también con Yanukóvich. La crisis ucrania, con sus características específicas, evoca sin embargo las concentraciones de la época de Solidarnozc y de las grandes huelgas polacas, pero también la manifestación de estudiantes en la plaza de Tiennamen de Pekín y de agosto de 1991 en Moscú.
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