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EL FIN DE UNA ERA

Hamás quiere competir por vez primera en las elecciones legislativas palestinas

La organización fundamentalista no rechazaría un acuerdo por etapas con el Gobierno israelí

Hamás se muestra dispuesta a competir por primera vez en unas elecciones legislativas palestinas, aunque mantiene su negativa a participar en las presidenciales consciente de que con un jefe de Estado miembro de la organización fundamentalista cualquier negociación con Israel sería inviable. Así lo asegura uno de los fundadores de Hamás en el campo de refugiados de Yabalia, en Gaza. Éste añade que su movimiento no rechazaría un acuerdo por etapas del futuro Gobierno palestino con el Ejecutivo israelí, siempre que no sean atacados.

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Del lugar de trabajo del dirigente de Hamás, dos jóvenes se retiran apresuradamente tras la llegada del extranjero. Quien aparentemente es su jefe, que reclama el anonimato, sonríe. Minutos después, cuatro encapuchados vestidos de negro marchan presurosos por una calle del campo de refugiados de Yabalia, a escasos kilómetros al norte de la ciudad de Gaza. Han cambiado sus habituales cintas verdes en la cabeza por otras negras. Cuesta verles. Corren a vigilar las carreteras que emplea el Ejército israelí para adentrarse en los campos de refugiados y los lindes que separan la franja de Gaza del territorio israelí. El barbudo jefe de Hamás ríe otra vez.

La organización fundamentalista, cuyo respaldo popular crece al tiempo que disminuye el apoyo a Al Fatah, está persuadida de que el pacto que han alcanzado los partidos palestinos para que la transición tras la muerte de Arafat sea tranquila es firme. "Tengo mucha confianza en que va a durar. Cuantas más negociaciones haya, mejor. Es una buena señal para el futuro", sostiene el jefe de Hamás, con mando también en las Brigadas de Ezzedin al Kassam, la milicia de esta organización. El dirigente político-militar basa su convicción en la debilidad de Al Fatah, el partido gobernante, y de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). "Han sido atacados por Israel y han mirado hacia otro lado. Han perdido el respeto de la gente. Hay funcionarios que han abandonado la ANP y luchan junto a la resistencia. Con su estrategia de no enfrentarse a Israel no han conseguido nada", apunta. A su juicio, la Autoridad Palestina ha fracasado en su intento de mejorar la vida diaria de la población. "Están entre la espada y la pared".

Hamás participará en futuras elecciones municipales, pero no lo hará en las presidenciales que, según el calendario previsto, se celebrarán 60 días después de la muerte de Arafat. "Si ganáramos, Israel y Estados Unidos no nos iban a aceptar como negociadores", afirma el jefe fundamentalista. Asumida esta renuncia, sí están más convencidos que nunca de competir por primera vez en los comicios legislativos, por el momento sin fecha. "Queremos tomar parte en las elecciones para el Parlamento palestino porque deseamos que el futuro Gobierno actúe democráticamente y responda a lo que decida la Cámara. Por eso pretendemos luchar en las elecciones legislativas", apunta. Su opción ideal: un Ejecutivo de unidad nacional.

El objetivo de Hamás es que no se repita lo que ha sucedido en los últimos años. "Arafat era presidente de Al Fatah, de la Organización para la Liberación de Palestina [OLP] y de la ANP. Queremos que la ANP sea una institución separada, independiente. Hay que reordenar las instituciones y que cada una tenga su función", afirma el jefe fundamentalista.

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"Estamos dispuestos a aceptar un acuerdo por etapas que el Gobierno palestino pacte con Israel. Primero, un alto el fuego. Después, la retirada de Gaza y el desmantelamiento de los asentamientos judíos, para seguir avanzando más tarde. Pero siempre que los israelíes no nos ataquen. Ya lo hicimos el año pasado, cuando Abu Mazen [Mahmud Abbas, actual presidente de la OLP y favorito en las elecciones presidenciales] pactó una tregua. Le dimos tiempo, pero Israel asesinó al líder de Hamás Ismail Abu Shanab y rompió el acuerdo". Este jefe de Hamás opina que Israel y EE UU pueden presionar al Gobierno para que se enfrente a Hamás, Yihad Islámica y a sus brazos armados. Pero también agrega que después de cada crisis -"a las que ya estamos acostumbrados"- crece la unidad de los palestinos. "Sin querer, nos hacen un favor", señala. ¿Y si el Ejército israelí mata a algún dirigente fundamentalista? "Responderemos. Se darán cuenta de que la muerte de Arafat no ha debilitado la resistencia".

Mientras, los partidos siguen negociando cuáles van a ser las referencias para las futuras conversaciones con el Estado judío. "La larga convalecencia de Arafat en París ha permitido que la gente acepte poco a poco la situación y nos ha dado tiempo para llegar a acuerdos", concluye.

Militantes de Hamás trasladan un ataúd vacío durante el entierro simulado de Arafat, ayer en Gaza.
Militantes de Hamás trasladan un ataúd vacío durante el entierro simulado de Arafat, ayer en Gaza.ASSOCIATED PRESS

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