Los obispos lanzan una campaña de movilizaciones contra la eutanasia
"Los enfermos podrían ser eliminados sin su consentimiento", dicen los folletos de la Iglesia
La Conferencia Episcopal lanzó ayer una campaña para "movilizar las conciencias de los fieles católicos" en contra de la eutanasia activa y pasiva. Para ello ha imprimido siete millones de folletos en los que asegura que la eutanasia es "una forma de homicidio". Esta iniciativa es la primera de un total de cuatro movilizaciones que los obispos tienen previsto poner en marcha antes del verano, con el fin de llevar "a pie de calle la visión cristina y católica de asuntos que están a la orden del día". El Gobierno ha anunciado que no abordará la despenalización de la eutanasia en esta legislatura.
Para la campaña contra la eutanasia, los obispos han imprimido siete millones de folletos desplegables en castellano, euskera, gallego y catalán, cuyo lema es Toda una vida para ser vivida. En ellos se pueden leer frases como ésta: "La eutanasia es siempre una forma de homicidio, pues implica que un hombre da muerte a otro". Las octavillas han costado 84.141 euros y serán repartidas en ámbitos cristianos, como catequesis y en las puertas de las iglesias, después de misa.
El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, explicó ayer en la presentación de la campaña que lo que se pretende es llevar a la calle la "visión católica" sobre asuntos que están a la orden del día y dar, así, respuesta cristiana a algunos mensajes "poco veraces que, al difundirse de forma tan reiterada y al repetirse tanto, parece que son verdad".
Explicó que si han comenzado por la eutanasia es porque es un tema que está "sobre la mesa en los países occidentales y especialmente en España". La próxima campaña, cuyo tema Martínez Camino no quiso desvelar, se presentará a principios de diciembre.
El programa electoral del PSOE no recoge la despenalización de la eutanasia. Ni siquiera fue mencionada en el discurso de investidura del presidente José Luis Rodríguez Zapatero. "Esta cuestión no está en la agenda del Ejecutivo para esta legislatura", señaló hace apenas dos meses la ministra de Sanidad, Elena Salgado.
La vida y Dios
En el folleto contra la eutanasia que repartirá la Iglesia pueden leerse también frases como que su legalización "precipitaría graves consecuencias sociales, ya que algunos enfermos incluso podrían ser fácilmente eliminados sin su consentimiento". O que "la vida no está a disposición del propio individuo como si fuera una finca o una cuenta bancaria" y que "la vida es digna porque tiene su origen y destino en Dios".
"Hoy el problema de la medicina es que es capaz de alargar la vida de forma irracional y desproporcionada", aseguró el portavoz de la Conferencia Episcopal. Y señaló que "no hay una receta a priori" para establecer la frontera entre la eutanasia pasiva y el ensañamiento médico. Aún así, dijo que la muerte no debe ser causada pero tampoco "absurdamente retrasada, pues esta dispone de su tiempo natural".
Con esta acción, los obispos aseguran estar cumpliendo el deber de los "pastores" de la Iglesia de movilizar las conciencias de sus fieles, de propiciar oportunidades para que se "debata a fondo" sobre estos asuntos y de que los católicos "estén seguros de que su postura es más humana y más racional que las otras".
Sin embargo, la mayoría de los médicos españoles (seis de cada 10) son partidarios de legalizar la eutanasia y apoyan un cambio de la ley "para permitir a los enfermos pedir y recibir el suicidio asistido médico y/o eutanasia activa", según una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas.
Pero tanto la eutanasia como el suicidio asistido son en estos momentos delitos, según el artículo 143 del Código Penal. Así, en los casos que comúnmente se consideran eutanasia o suicidio asistido las penas son de seis meses de prisión para quien colabore y de tres años para el ejecutor de dicha eutanasia.
El debate sobre la legalización de la eutanasia se avivó después del verano con la presentación de la película de Alejandro Amenábar Mar Adentro. La cinta narra la vida del tetrapléjico Ramón Sampedro que reclamó durante años su "derecho a morir".
Ayer, en la presentación de la campaña de la Iglesia estuvo presente el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Lesionados Medulares y Grandes Minusválidos, Alberto Pinto. Contó que, tras el estreno de la película, muchísimos tetrapléjicos se dirigieron a él indignados porque el filme daba la impresión a la sociedad de que a estas personas no les queda "más que morirse". "Si hay algo que une a los 12.000 lesionados medulares españoles es el amor a la vida", aseguró.
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