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Reportaje:

El peligro de publicitar los medicamentos

La retirada de Vioxx aviva el debate sobre los anuncios de fármacos que precisan receta médica

Cuando hospitalizaron a Emily Martin para operarla de vesícula el pasado verano, los médicos descubrieron que también padecía de reflujo ácido, que le causaba úlceras en el esófago. "Tenía el estómago muy revuelto", comenta Emily, madre de 26 años. Así que le pidió a su médico Nexium (esomeprazol) la "pastilla morada", que es el medicamento expedido con receta médica que más se anuncia en EE UU. "Vi el anuncio, y mostraban a personas comentando que sentían alivio inmediato", dice.

Ha funcionado y sin efectos secundarios, dice Emily Martin, que con su seguro médico paga sólo 36 euros mensuales por un medicamento como el Nexium que puede costar 240 euros al mes o más. Los pacientes como ella son la razón de que la farmacéutica AstraZeneca se gastara el año pasado casi 310 millones de dólares en anuncios en televisión y en otros medios de comunicación destinados a los consumidores de Nexium.

"El verdadero problema es fomentar el uso excesivo de algunos fármacos"

Aprobada por la Agencia del Medicamento de EE UU (FDA) en 2001 como tratamiento contra el reflujo ácido grave, el Nexium se receta ahora con tanta frecuencia para la acidez gástrica y la indigestión que se ha convertido en uno de los medicamentos más vendidos en EE UU (3.700 millones de euros en 2003), a pesar de que muchos médicos afirman que a la mayoría de los pacientes les podrían funcionar igual de bien otros remedios más baratos que se venden sin receta.

La cuestión de anunciar los medicamentos directamente a los consumidores saltó a los medios de comunicación recientemente cuando la farmacéutica MSD retiró del mercado su analgésico contra la artritis, el Vioxx, por el riesgo de infartos de miocardio y embolias. Las críticas hablan de la influencia de la publicidad y el marketing en su amplia prescripción a pacientes que podrían haber obtenido resultados igualmente buenos con ibuprofeno u otros fármacos más baratos.

El Vioxx no fue el único medicamento con receta médica que se convirtió en éxito de ventas gracias a la publicidad destinada directamente a los consumidores. En los siete años transcurridos desde que la FDA levantó las restricciones contra dichos anuncios, la publicidad de fármacos expedidos con receta médica ha aumentado hasta convertirse en un negocio que mueve 4.500 millones de euros al año. Y la FDA afirma que, a pesar de la controversia que acompaña a la retirada del Vioxx, no tiene planes de volver a restringir dichos anuncios.

El Nexium es un caso típico de la tendencia al establecimiento de marcas. Nadie sostiene que el fármaco plantee graves problemas para la salud, aparte de la posibilidad de sufrir dolor de cabeza y flatulencia. Sin embargo, a pesar de que existen claros beneficiarios como Emily Martin, muchos médicos consideran que la mayoría de los pacientes obtendrían los mismos resultados con medicamentos más baratos y sin receta médica, como otro fármaco también de AstraZeneca, el Prilosec, un predecesor químicamente similar que sale por menos de 50 euros al mes. "El Nexium no es más eficaz que el Prilosec", afirma Sharon Levine, ejecutivo de Kaiser Permanente, la mayor organización de prestaciones sanitarias del país. "Me sorprende que se expidan recetas de Nexium".

AstraZeneca, una empresa británica, afirma que no le preocupan las críticas, y que la retirada del Vioxx no tendrá consecuencias sobre la publicidad de Nexium y otros de sus medicamentos dirigida a los consumidores. "Nada nos impedirá seguir avanzando", afirma Jim Coyne, portavoz de la empresa. "Tenemos el respaldo adecuado para lo que decimos en los anuncios".

Se calcula que AstraZeneca gastó el año pasado 315 millones de euros en anuncios de Nexium. De ellos, la mayor parte se dedicó a anuncios televisivos, seguidos del gasto en anuncios de revistas como Time, Newsweek y otras. El gasto ayudó a aumentar las ventas de Nexium en el 58% sobre el año anterior, pasando a ser el número siete entre los fármacos con receta más vendidos en EE UU.

Tal nivel de publicidad puede estar incluso desalentando a algunos pacientes de Nexium, como Margaret Taulane, que toma el fármaco para lo que ella denomina problemas digestivos crónicos. "Me siento aquí todas las noches a las seis y media y veo "la pastilla morada" en las noticias. Se la están metiendo con cuchara al público estadounidense como si fueran caramelos", opina. La campaña publicitaria de Nexum se actualizó el mes pasado con anuncios en televisión en los que aparece el actor y cantante James Naughton. "Mira, con Nexium no sólo te sientes mejor. Estás mejor", afirma Naughton, que anteriormente había aparecido en anuncios de Jeep. "Y mejor es mejor".

David A. Kessler, director de la FDA desde finales de 1990 hasta 1996 y la abandonó antes de que ésta relajara las normas sobre publicidad, afirmó que la publicidad dirigida al consumidor "funciona mejor si los beneficios del uso superan los riesgos del uso excesivo". Pero demasiadas campañas destinadas a los consumidores intentan "aumentar el uso, que supone también aumentar las ventas", opina.

No es probable que muchos médicos digan que no a pacientes que llegan pidiéndoles una receta de un medicamento determinado, siempre que no lo consideren completamente inadecuado para la afección. Los médicos no quieren enemistarse con sus enfermos, así que, aunque un paciente con indigestiones frecuentes podría beneficiarse de un producto expedido sin receta -o adquiriendo mejores hábitos de comida y bebida-, si ese paciente pide Nexium, es probable que lo obtenga.

Eric Christoff, del Northwestern Memorial Hospital de Chicago, es uno de los médicos que sigue sin estar convencido de que la publicidad de medicamentos dirigida al público redunde en su bien. "El verdadero problema es que fomenta el uso excesivo de algunos fármacos, especialmente de los más recientes, sin el control de seguridad a largo plazo". Y "no hay razón", afirma Christoff, "a pesar de lo que AstraZeneca dice a médicos y pacientes, para pagar 200 dólares al mes por el Nexium, cuando el Prilosec, que se vende sin receta, cuesta 45 dólares en un hipermercado".

© The New York Times

El presidente de la farmacéutica MSD, Raymond Gilmartin, anunciando la retirada del mercado del medicamento Vioxx.
El presidente de la farmacéutica MSD, Raymond Gilmartin, anunciando la retirada del mercado del medicamento Vioxx.REUTERS

Un asunto de campaña electoral

En el reciente debate de los aspirantes a la vicepresidencia del Gobierno de EE UU, el senador John Edwards, candidato demócrata, reiteró su crítica a la propaganda de medicamentos. Declaró que si él y John Kerry salían elegidos, harían "algo respecto a estos anuncios de las empresas farmacéuticas que salen en televisión y no están sometidos a control alguno". La campaña de Kerry y Edwards culpa a la demanda provocada por la publicidad del aumento del gasto en medicamentos caros, que contribuye a una inflación superior al 10% en los costes sanitarios del país. Como los medicamentos con receta están a menudo cubiertos por el seguro, muchos pacientes que toman Nexium pagan sólo un pequeño porcentaje, y el seguro, el resto.

Megan Houk, directora adjunta de política en la campaña de Bush y Cheney, acusó a los candidatos demócratas de exagerar la cuestión, afirmando que un informe de 2002 de la Oficina General de Contabilidad demostró que el sector farmacéutico gastaba mucho más dando muestras gratuitas de medicamentos a los médicos que en publicidad para los consumidores. Los anuncios, dijo, dan información útil para el público. "La postura de este Gobierno es que todos los estadounidenses necesitan obtener tanta información como sea posible para tomar decisiones informadas, con sus médicos, sobre el tratamiento sanitario", afirmó Houk.

Mientras tanto, una portavoz de la Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA, en sus siglas en inglés), Crystal Rice, ha dicho que "no se esperan cambios adicionales en este momento, después de la retirada del Vioxx". De hecho, el organismo estudia ya una propuesta destinada a relajar más las normas en periódicos y revistas.

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