Centroamérica se debate entre la vitalidad literaria y las carencias editoriales
Guerras civiles, dictaduras, matanzas, revoluciones, reivindicaciones indígenas, guerrillas, paramilitares... La historia de los países centroamericanos invitados este año a Liber está llena de episodios traumáticos, una realidad que ha marcado en buena parte su producción literaria reciente aunque se empiezan a abrir nuevos caminos. Escritores de Guatemala, Nicaragua, Honduras, Panamá, Costa Rica y El Salvador hablaron de todo ello en una mesa redonda celebrada la noche del jueves en Barcelona.
Seguir amasando la materia de la memoria histórica o enfocar a la nueva realidad urbana y social es una de las disyuntivas que se presentan ante los autores. Lo señaló Rosa María Britton, escritora y directora de la Biblioteca Nacional de Panamá. "Ahora hay un boom novelístico, pero tenemos que replantearnos hacia dónde vamos. Como dice Sergio Ramírez, el novelista tiene que ser la conciencia de un lugar y relatar su historia secreta"; y señaló, en este cambio, la obra de autores latinoamericanos como Xavier Velasco y Eduardo Fuguet. La guatemalteca Carolina Escobar señaló que los nuevos autores "empiezan a olvidar las ideologías que determinaron la guerra y cultivan nuevos códigos y géneros, como la novela negra o de tono intimista"; perspectiva que abonó el costarricense Enrique Castillo acerca de la nueva poesía. Mientras, el nicaragüense Iván Uriarte dijo que, para él, todavía es válido el "compromiso" de los poetas guerrilleros de la generación de Roque Dalton.
Todos coincidieron en señalar lo incomunicados que están los países centroamericanos entre sí en el terreno editorial. "Para leer a algunos de los escritores que estamos aquí, tenemos que ir a buscar a amazon.com", ironizó el salvadoreño Manlio Argueta. "Nuestro problema es la frontera. Si la literatura centroamericana no se vende en el exterior es porque no se ha hecho el esfuerzo", señaló Enrique Castillo. "Entiendo que la universalidad es para unos pocos. Ahora bien, muchas veces no se nos conoce ni en nuestros propios países. Entre los centroamericanos no nos conocemos, pero sí conocemos a los colombianos, mexicanos, chilenos...", intervino Britton.
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