Zapatero afirma que con la ley del matrimonio los gays dejan de ser ciudadanos "de segunda"
Los obispos dicen que con las bodas homosexuales y la adopción "la familia queda destruida"
El derecho de los homosexuales a formar familias y a dejar de ser ciudadanos "de segunda" es la razón principal por la cual el Gobierno aprueba hoy el anteproyecto de ley que permitirá el matrimonio de personas del mismo sexo, según informó ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. En el ámbito del PSOE, el responsable de Movimientos Sociales y ONG, Pedro Zerolo, aseguró que la ley "no va contra nadie" sino a favor de una sociedad en la que quepan todos. Éste responsable socialista anunció su intención de contraer matrimonio con su compañero y adoptar un hijo
Ni las declaraciones de Zapatero ni las de Zerolo han tranquilizado a los obispos. Con el proyecto que concede el matrimonio y la adopción a las parejas gays "la familia queda destruida", afirmó ayer Inocente García, responsable de Familia de la Conferencia Episcopal. "No nos queda nada de la definición de matrimonio", remachó, informa Servimedia.
El responsable eclesial achacó estas decisiones del Ejecutivo a la "dependencia" que tiene de otros partidos para gobernar. "Parece que el Gobierno está muy atento a las peticiones de muchos sectores de la sociedad, pero muy poco de la Iglesia", se lamentó.
Pese a su oposición, la Conferencia Episcopal descarta recurrir el proyecto ante el Constitucional. La Iglesia "no es quien" para hacerlo, dijo García, pero hizo una llamada a "la conciencia moral". "No tenemos otras armas ni otros medios de presión", afirmó.
En el ámbito socialista y en los colectivos que llevan años en la lucha por el reconocimiento de la igualdad de derechos de los homosexuales se vive con auténtico alborozo la decisión del gobierno de aprobar una ley que permita el matrimonio a las parejas homosexuales con igualdad de derechos con respecto a las heterosexuales y, por tanto, con facultad para adoptar hijos. Y precisamente mucho se habló ayer de "familias" en estos ámbitos y también lo hizo el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero en una conferencia organizada por el Foro Abc.
La normalidad fue la característica que ayer quiso imprimir el presidente del Gobierno al referirse a este asunto. "Los homosexuales tienen todas las obligaciones como ciudadanos y, sin embargo, se les niegan algunos derechos", dijo el presidente. "Lo que quiere el Gobierno es que estos ciudadanos que todos conocemos, porque son amigos, parientes o compañeros de trabajo, dejen de ser de segunda y tengan plenos derechos, lo que incluye que puedan formar una familia", explicó el jefe del Ejecutivo.
Tanto el presidente como el responsable federal del PSOE de Movimientos Sociales y ONG, Pedro Zerolo, dieron por sentado que la evolución educativa y formativa de los niños es muy similar vivan en una familia homosexual o heterosexual. Zapatero es consciente de que las legislaciones de otros países no permiten la adopción a los homosexuales. "Es un problema y lo estamos estudiando", reconoció. Zerolo, por su parte, precisó que en la práctica existen adopciones por parte de homosexuales aunque lo hacen a título individual y no como parejas. "A quienes nos critican les puedo decir que ya adoptamos niños como solteras o solteros desde 1987", dijo Zerolo.
Éste dirigente no ocultó su emoción por el "reconocimiento de la dignidad de los homosexuales" que inscribe en la larga lucha por los derechos humanos de los colectivos con derechos cercenados. Una vez que la ley esté aprobada este dirigente contraerá matrimonio con su compañero y adoptará un hijo. Esta tarde el PSOE celebrará un acto para celebrar este avance en la igualdad de derechos, con asistencia de cuarenta organizaciones sociales. Los colectivos han preparado su fiesta en la plaza madrileña de Chueca.
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