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La industria levanta cabeza en la economía, que crecerá el 2,9% en 2005

Castells, reticente a vincular los sueldos al IPC catalán para no dañar la competitividad

La economía catalana empieza a recomponer su patrón de crecimiento hacia un modelo en que el peso de la construcción se modera y la industria, aunque también de forma contenida, recupera protagonismo. El consejero de Economía, Antoni Castells, hizo ayer balance de la coyuntura económica y, tras declararse "moderadamente optimista", se mostró reticente a vincular los salarios al índice de precios al consumo (IPC) catalán.

Castells mantiene la previsión de crecimiento en el 2,6% para este año y adelantó que el producto interior bruto (PIB) catalán crecerá el 2,9% en 2005. "La economía catalana recupera su impulso", aseguró ayer, tras explicar que el crecimiento en el segundo trimestre del año fue del 2,4%, el más alto de los últimos siete trimestres. La recuperación de la economía catalana se apoya en la mejora de las exportaciones y el aumento de la inversión, especialmente en bienes de equipo, que se está registrando este año. Estas previsiones se supeditan a que el precio del barril del crudo se mantenga entre 33 y 35 dólares.

Al ser preguntado sobre si es partidario de que la negociación colectiva en Cataluña tome como referente el IPC catalán, Castells señaló: "El Gobierno catalán no se mostrará favorable a cualquier medida que contribuya a empeorar la competitividad". A juicio del consejero, "donde hay que centrar los esfuerzos es en lograr que el IPC catalán sea inferior al del conjunto de España".

En este sentido, anunció que su departamento elabora un estudio -su predecesor en el cargo, Francesc Homs (CiU), ya encargó uno que concluyó que los salarios no eran los culpables de la mayor inflación en Cataluña- para "identificar las causas de que los precios suban más en Cataluña e intentar tomar las medidas necesarias".

En julio, la inflación interanual se elevó al 3,8% en Cataluña, mientras que en el conjunto de España el IPC se situó en el 3,4%. Según datos de UGT de Cataluña, desde 1979, los precios han subido en Cataluña el 11% más que en el conjunto del Estado.

Este sindicato, precisamente, criticó ayer a Castells por sus consideraciones. Su portavoz, Jaume Collboni, señaló: "Es una aparente contradicción decir que la competitividad no se debe basar en salarios bajos y querer combatir el diferencial de inflación en Cataluña mediante la pérdida de poder adquisitivo del trabajador".

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Las críticas le llovieron a Castells, y no sólo por la vertiente sindical. Joan Boada, portavoz parlamentario de ICV, socio del tripartito, consideró "una equivocación no vincular una cosa y otra" porque "al final el perjudicado siempre es el trabajador". ICV pide políticas que ayuden a moderar los precios y que "los salarios no se alejen de la inflación". El portavoz parlamentario del otro socio, ERC, Josep Huguet, insistió en las tesis de su partido, partidario de adaptar la concertación a cada territorio, de modo que a la hora de plantear la evolución de los salarios "se tenga en cuenta la productividad de cada territorio".

Un indicador catalán

Por su parte, el secretario general de CC OO de Cataluña, Joan Coscubiela, propone, en paralelo al esfuerzo para reducir la inflación, un indicador propio para Cataluña que tenga en cuenta la evolución de los precios de la comunidad. "Se podría llamar indicador de rentas básicas de Cataluña (IRBAC), se emplearía para políticas que dependen del Gobierno catalán y se tendría en cuenta para la negociación colectiva catalana".

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