‘Swifties’ hacia Madrid e ‘indies’ para Barcelona: dos mundos musicales en la estación de Sants
Trenes abarrotados llevan a fans de Taylor Swift a sus conciertos, al tiempo que llegan a la capital catalana los amantes del Primavera Sound, con lleno hotelero
La estación de Sants de Barcelona ha sonado diferente este miércoles: Shake It Off, Summertime Sadness o Kill Bill sustituían el habitual bullicio de pasajeros. La euforia de los swifties que iban rumbo a Madrid para disfrutar de los conciertos de Taylor Swift en el Bernabéu ha cruzado con el estilo indie de las personas que llegaban de la capital para ver en directo a artistas como Lana del Rey, Pulp y SZA, en la última edición del Primavera Sound que devuelve el festival a la capital catalana del 29 de mayo al 2 de junio en el Parc del Fòrum.
Desde primera hora de la mañana, la estación ha visto un notable incremento en el flujo de pasajeros. Los ‘swifties’, rumbo a los dos conciertos millonarios de la cantante estadounidense, han sorteado distintos obstáculos. Eder (21 años) y Ali (22 años) cuentan su odisea mientras esperan en los asientos de la estación con música de fondo de su ídolo: “Íbamos a coger dos AVE, pero al parecer hicimos las cosas mal y los perdimos. Hemos mirado para coger uno ahora, pero están muy caros. Pueden costar 150€ y, además solo quedaba uno disponible que fuera a Madrid. Al final, tendremos que ir en coche”.
No todos han tenido la misma (mala) suerte. Cristina (43 años) y su hija adolescente planificaron con mucha antelación el viaje y no se han encontrado dificultades: “Tenemos el AVE comprado desde febrero. Nosotras cogimos un billete de Iryo no muy caro. Salimos de aquí a las 11:50 y vamos al concierto de esta noche”, cuenta emocionada. A su lado, Júlia Tugas (18 años) y Júlia Guitar (18 años) también se prepararon con tiempo y muchas ganas este acontecimiento, aunque en su caso a un precio más alto: “El billete nos costó cogerlo porque todo está muy caro. Al final fueron 80 euros cada una”, confiesa una de ellas.
En paralelo, los amantes del Primavera Sound llegan a la estación de Sants procedentes de Madrid, muchos de ellos atraídos por la presencia de Lana del Rey, SZA y Deftones. Clara (24), Álvaro (25) y Jordan (25) explican que han cogido el AVE a las 7.20 en la capital. “Venimos principalmente a ver a Lana del Rey, pero estaremos los tres días”, afirma Clara. El grupo de tres amigos se alojará en un apartamento de Airbnb “a falta de un alojamiento mejor disponible”. “Nos costó mucho conseguirlo, aunque es muy céntrico. Pero pagamos muchísimo más de lo que estaría dispuesta a pagar de normal. Es una ocasión especial”, apunta ella. A Elia (18) y su amiga los elevados precios les han obligado a hospedarse más lejos del centro. “Tenemos muchas ganas de ver a Deftones. Nos alojaremos en un hotel que nos ha costado 260€ para dos noches”.
El hotel Ibis de la playa del Bogatell, el hotel SB Diagonal Zero, el hostal Absolut Stay o Cosmo Apartaments (Eixample) rozan el overbooking para este fin de semana. El Gremio de Hoteles de Barcelona ha destacado el impacto positivo en el sector hotelero, especialmente en las zonas cercanas al Parc del Fòrum, donde se celebra el festival. “El Primavera Sound es una distinción musical y cultural de primer nivel, alineada con nuestro objetivo de proporcionar un destino de calidad con sensibilidad por la cultura,” afirma Manel Casals, director general del Gremio de Hoteles de Barcelona.
La escasa disponibilidad de alojamientos y los elevados precios reflejan la alta demanda. Según datos consultados por este diario este miércoles, los precios de los Airbnb en la zona oscilan entre 300 y 800 euros por noche. Hostales como Port Forum Apartaments by Olala Home rondan los 600 euros por noche, en comparación con los habituales 200 euros que costaría hospedarse en el mismo lugar en otras fechas. Además, la media de una habitación en Barcelona, cerca del Fòrum, se sitúa entre 500 y 600 euros por noche. Es por ese motivo que algunos de los asistentes del festival han preferido alojarse en casa de algún amigo. “He decidido quedarme en casa de una amiga que vive en el barrio de Horta, mientras disfruto de todos los días del festival. Ni siquiera me planteé buscar alojamiento porque está súper caro”, explica Manolo Florez (29). Una suerte peor ha corrido Jonathan Panera (25) que ha tenido que renunciar al festival por el alto coste: “He tenido que coger para la edición de Oporto porque el abono, el alojamiento en Portugal y el desplazamiento desde Madrid eran mucho más baratos”.
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