La playa del Bogatell, el punto caliente de la seguridad de esta Mercè en Barcelona

La fiesta patronal de la Mercè en Barcelona lleva años siendo un verdadero quebradero de cabeza para los cuerpos de seguridad. Son noches complicadas para Guardia Urbana y Mossos d’Esquadra pero en 2021 -con restricciones y aforos limitados, debido al covid- el problema de seguridad fue a más. Aquel año, todavía pandémico, se celebraron macrobotellones en la ciudad, saqueos de comercios y graves disturbios con decenas de heridos en las inmediaciones del escenario situado en la avenida Maria Cristina. El pasado 2022, sin restricciones, volvieron a repetirse los disturbios en la misma zona. Hubo, incluso, que lamentar un fallecido por arma blanca. Este 2023, el Ayuntamiento ha decidido eliminar el escenario de Maria Cristina. El comisionado de Cultura e Industrias Creativas, Xavier Marcé, asegura que la eliminación de este espacio de conciertos no se debe a los problemas de seguridad sino a que este sábado el Barça juega contra el Celta de Vigo en el Estadio Olímpico de Montjuïc. Con esta área -próxima a zonas comerciales como Creu Coberta- liberada, la Guardia Urbana ha diseñado un operativo donde tendrán especial presencia y control de dos zonas: los conciertos nocturnos de la playa de Bogatell y los de la Zona Universitaria en la calle Menéndez Pelayo.

El alcalde, Jaume Collboni, anunció el jueves que durante los tres días de la Mercè se desplegarán 1.800 agentes de la Guardia Urbana cada día divididos en tres turnos. El inspector de la Guardia Urbana, Jordi Oliveras, reconoce que la mayoría de agentes se distribuirán por las zonas de conciertos y donde se registren aglomeraciones. “Este año, además, activaremos de nuevo un servicio de drones que nos aportará imágenes cenitales que ayudan en seguridad pero, sobre todo, en caso de emergencias”, ha añadido Oliveras.

En las zonas de conciertos habrá agentes uniformados y de paisano que velarán por la seguridad de los asistentes y estarán alerta sobre la posible comisión de actos delictivos como robos u otros incidentes. Serán también los lugares donde se desplacen los agentes de la Unidad para las Emergencias y la Proximidad (UREP) -los antidisturbios de la policía local barcelonesa- para estar preparados ante cualquier incidente.

Precisamente, en las zonas de conciertos, la Urbana habilitará itinerarios seguros para prevenir violencias machistas o LGTBIfóbicas. Los agentes estarán presentes en el trayecto desde los escenarios hasta las estaciones de transporte público. Con el mismo fin, el Ayuntamiento abrirá dos puntos lilas informativos con los que se pretende “sensibilizar” y asistir a víctimas de agresiones. Estos puntos lilas estarán situados en la playa de Bogatell y en el escenario de Menéndez Pelayo.

La Policía Municipal también ha preparado un operativo para realizar más controles de alcohol y drogas a los conductores de vehículos en diferentes puntos de la ciudad. Además, el Consistorio también ha establecido un dispositivo para limitar el aforo de personas en los actos de plaza Sant Jaume. Cuando se considere que se ha llegado al aforo máximo, se cerrarán los accesos: las calles sólo de entrada serán Ferran, Jaume I y Bisbe, y las de salida Call, Micó, Ciutat, Llibreteria y Paradís, y la calle Sant Honorat está prevista reservarla sólo para servicios pero, en caso necesario, se habilitará como salida.

Durante los cuatro días que durarán las fiestas de la Mercè se hará un refuerzo de limpieza extraordinario para el que se ha movilizado 358 equipos y 855 operarios. El Metro funcionará sin interrupción desde el viernes al domingo

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