La UE rechaza calificar de genocidio la crisis de Sudán

La Unión Europea no considera que la dramática situación que se vive en la región sudanesa de Darfur (oeste), con un millón desplazados y entre 5.000 y 50.000 muertos, según las distintas fuentes, sea fruto de una estrategia política de genocidio por parte de las autoridades de Jartum. No obstante, observadores de la UE recién llegados a Bruselas dicen que "está claro que hay una extendida, silenciosa y lenta matanza, con generalizada quema de pueblos". Para hacer frente a la crisis, además de con presiones políticas, la UE pretende enviar entre 25 y 30 policías para que colaboren con el Gobierno sudanés.

El Congreso de EE UU considera que en Sudán se está llevando a cabo una campaña de limpieza étnica genocida por parte de una milicia árabe tutelada por el Gobierno contra una minoría negra que se alzó contra el régimen de Jartum en febrero de 2003. Una misión de civiles y militares de la UE que acaba de regresar de Sudán mantiene una tesis distinta.

"Para hablar de genocidio hay que demostrar que se han cometido actos sistemáticos contra un determinado grupo étnico. Ahora mismo no hay pruebas de que sea así", manifestó ayer Pieter Feith, representante personal de Javier Solana para Sudán. "Esto no supone restar importancia a la gravedad de la situación. Pero no hay pruebas concretas de que estos actos hayan sido perpetrados por orden del Gobierno de Sudán".

Aun así, la situación en Darfur es dramática, con devastación, cadáveres, incendios, hambres, enfermedades... según el testimonio de los siete observadores europeos. Año y medio de conflicto ha provocado el éxodo de un millón de personas y la muerte de entre 5.000, según el Gobierno, y 50.000, según los rebeldes. La ONU y la UE hablan de 10.000 muertos.

A pesar de que Feith dice tener "dudas de la voluntad del Gobierno de Sudán de asumir la protección de la población civil", la UE se propone enviar entre 25 y 30 policías y dar apoyo logístico a los 300 soldados que la Unión Africana va a desplazar a la zona. El objetivo es contribuir a la resolución de la crisis y consolidar el precario alto el fuego firmado en abril pasado.