El CNI advirtió repetidamente y cada vez con más alarma del riesgo islamista

El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) advirtió repetidamente y con creciente alarma al Gobierno, a lo largo de 2003, del riesgo de atentados contra España por parte de grupos radicales islamistas, en función de una serie de factores, entre los que el apoyo de José María Aznar a la invasión de Irak era uno de los más destacados. Así se deduce de los 20 documentos del servicio secreto que los miembros de la comisión de investigación del 11-M pudieron examinar ayer, en el Congreso, a puerta cerrada y en presencia de dos funcionarios del CNI. Éste es el contenido de algunos de dichos documentos:

21 de febrero de 2003. Casi un mes antes de la invasión de Irak, el CNI advierte de que "la posición de España [en el conflicto] ha elevado el riesgo de atentado, pudiendo ser objetivo de grupos integristas islámicos". El informe señala que es "muy posible un cambio de la actitud hacia España, de positiva a negativa", entre las masas islámicas, y constata la existencia de un "deseo de revancha" por las detenciones ordenadas por el juez Garzón en el sumario por el 11-S. "No se puede descartar", concluye, "la existencia de células durmientes [de carácter terrorista] en España". Menciona expresamente al Grupo Salafista para la Predicación y el Combate, una escisión del GIA argelino.

10-06-03: "España es una base logística, pero no se pueden descartar acciones terroristas"

27-10-03: "Ha habido un aumento importante del riesgo. Se deben reforzar las medidas de protección"

21-2-03: "La posición de España en el conflicto de Irak ha elevado el riesgo de atentado"

28 de abril de 2003. El informe del CNI constata que la guerra de Irak, ya concluida oficialmente, ha sido percibida en los países musulmanes como "un nuevo paso de la agresión de Occidente contra el Islam". Recuerda que el Corán impone a sus fieles la obligación de "actuar en defensa de la comunidad musulmana atacada". Son de esperar, subraya, "acciones terroristas tanto en países directamente implicados [en la invasión] como aliados" de Estados Unidos.

10 de junio de 2003. El documento analiza los atentados de Casablanca (Marruecos) del 16 de mayo, en los que murieron 45 personas, entre ellas cuatro españoles. Advierte que esta acción "forma parte de una estrategia global a la que no puede sustraerse ningún país, incluida España". En relación con este atentado, menciona a dos individuos, de quien dice que tuvo contactos con personas que filmaron instalaciones militares en Melilla, y a Robert Richard, un francés convertido al Islam y encarcelado actualmente en Marruecos, a quien considera uno de los líderes del grupo Salafía Yahadía. Richard habría encontrado refugio en Melilla y mantenido contactos con grupos radicales de Barcelona. Sospecha que algunos de los implicados pudieron huir a países europeos a través de territorio español. "España es una base logística" de los grupos integristas, agrega, "pero no puede descartarse que, en función de las oportunidades, puedan cometerse actos [terroristas] en España".

27 de agosto de 2003. Las tropas españolas acaban de incorporarse a las fuerzas de ocupación en Irak. "La presencia militar en Irak", señala el CNI, "incrementa el riesgo de atentados" contra intereses españoles tanto en España como en el extranjero.

27 de octubre de 2003. Se trata de una "Evaluación de la amenaza del terrorismo islámico" para España, según el título del informe. Fue elaborado poco después de que se difundiera una grabación de Bin Laden en la que citaba a España. Advierte de que esta amenaza debe tomarse en serio. Señala que el protagonismo del Gobierno de José María Aznar en la guerra de Irak le ha dado "mayor visibilidad" y que cada vez se menciona con mayor frecuencia a España como uno de los "enemigos del Islam". Constata la importancia creciente de España como lugar de refugio de elementos radicales. Como conclusión, advierte de la existencia de "amenazas crecientes" y de un "incremento importante del riesgo" de atentado terrorista "en los últimos meses". Afirma que es "necesario reforzar las medidas de protección" y cita expresamente los vuelos de aviones oficiales a países sensibles, en alusión al viaje de los Reyes a Siria por esas fechas.

20 de noviembre de 2003. Se refiere a los atentados de Estambul (Turquía) del 16 y el 20 de ese mes, en los que murieron 50 personas y 700 resultaron heridas. Afirma que grupos islámicos locales, no directamente encuadrados en Al Qaeda, están "cada vez más inmersos en la Yihad Internacional". Los objetivos de estos grupos "no se limitan a ningún territorio concreto".

Directiva de Inteligencia 2004. Elaborada en diciembre de 2003 y aprobada por la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos de Inteligencia en enero de 2004. Por vez primera, incluye el terrorismo radical islamista entre las prioridades del CNI y recomienda adoptar acciones preventivas y operaciones de inteligencia ante el aumento del riesgo. La Directiva de 2003, elaborada en diciembre de 2002, no consideraba prioritaria la lucha contra el terrorismo islámico, pese a los ataques del 11-S contra EE UU.