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LA INVESTIGACIÓN DEL 11-M | La comisión parlamentaria

El servicio secreto consideró la furgoneta una "reivindicación del atentado por sí misma"

Un informe del 15 de marzo dice que en los ataques pudieron intervenir "uno o varios suicidas"

La furgoneta Kangoo abandonada por los terroristas junto a la estación de Alcalá de Henares (Madrid) "por sí misma constituye toda una reivindicación del atentado", de forma que desde el primer momento se identificase la autoría islamista. Así lo asegura un informe del servicio secreto CNI del 15 de marzo, cuatro días después de la matanza, en el que agrega que en los ataques a los trenes "pueden haber intervenido uno o varios suicidas". Estas afirmaciones, según la mayoría de los grupos parlamentarios, contradicen lo declarado por los mandos policiales y la directora del Instituto Anatómico Forense.

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El documento del CNI examinado ayer en sesión secreta por la Comisión del 11-M subraya que "los detonadores [que había dentro de la furgoneta estaban] a la vista" y que la cinta colocada en el radiocasete contenía una sura muy significativa del Corán, denominada "Castigo a los infieles", que ya se empleó anteriormente para reivindicar atentados de signo islámico fuera de España. Estos elementos llevaron a los analistas del servicio secreto a la conclusión de que los autores de la matanza pretendían deliberadamente dejar clara desde el primer momento la autoría islamista.

Este informe del CNI contrasta con la versión ofrecida en el Congreso por varios mandos policiales, según los cuales los detonadores y la cinta sólo fueron descubiertos tras el traslado de la Kangoo al complejo policial de Canillas (Madrid), a las 15.30 del 11-M, no en Alcalá de Henares a las 12.00, y el hallazgo no fue suficiente para descartar a ETA.

El mismo documento, del 15 de marzo, afirma que en los atentados pudieron intervenir "uno o varios suicidas", en contra de lo que decía el informe del propio servicio secreto de las 15.51 del 11-M, desclasificado por el Gobierno en funciones de Aznar, y de lo que dijo en el Congreso la directora del Instituto Anatómico Forense, Carmen Baladía.

El CNI concluyó que la masacre fue obra de un grupo "islamista", formado por "fanáticos", no encuadrados directamente en Al Qaeda, sino en alguna organización más arcaica en la órbita del integrismo, que contaba con medios y voluntad de seguir cometiendo atentados.

El 16 de marzo, el CNI entregó al Gobierno otro informe en el que confirmaba la autenticidad del comunicado con el que ETA se desvinculaba de la matanza. Pese a la fecha de registro, fuentes de la comisión dijeron que el informe fue elaborado el día 13 y adelantado verbalmente al Gobierno. Se refería así a la llamada anónima que recibieron el 12 por la tarde el diario Gara y la televisión autonómica ETB en nombre de la banda terrorista vasca. El entones ministro del Interior, Ángel Acebes, le negó toda credibilidad al comunicado e insistió en la tesis de ETA.

El mismo día 16, el CNI remitió un tercer informe sobre el vídeo hallado en una papelera junto a la M-30, en el que calificaba a la persona que aparecía ante la cámara de "posible suicida". Finalmente, el 21 de abril elevó un documento balance en el que se refería al comando autor del 11-M como "al margen del Islam oficial, vinculado a la delincuencia común y sin indicios de vinculación con elementos ajenos".

Su líder, "que probablemente no ha participado en el atentado", ejercería un gran ascendiente sobre los demás y tendría experiencia de combate, probablemente en Afganistán, agregaba.

Para sorpresa de los miembros de la comisión, el informe de las 15.51 del 11-M, desclasificado por José María Aznar, les fue mostrado sin el párrafo que éste censuró.

La furgoneta Kangoo abandonada por los terroristas junto a la estación de Alcalá de Henares.
La furgoneta Kangoo abandonada por los terroristas junto a la estación de Alcalá de Henares.EFE

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