Un 'goya' de Bartolomé March puede perderse para el patrimonio público
"La escritura de donación del cuadro de Goya La duquesa de Osuna a la Fundación Bartolomé March Servera, al patrimonio público, en 1986, es irrefutable y definitiva", manifestó ayer Basilio Baltasar, director de la entidad, que vive una pugna entre patronos familiares por la titularidad de la obra.
Baltasar advirtió que si no hay una acción gubernamental o judicial urgente "se puede perder irreversiblemente la posesión pública de la obra y se causará un tremendo daño al legado fundacional y artístico de la comunidad". Una hija de March Servera, Marita, dispone de la tela y fue objeto de una demanda por la fundación, que preside su hermano Manuel. Anoche reclamó, en un comunicado, la plena legitimidad de la posesión por herencia en la que satisfizo 467,5 millones de pesetas.
Los rectores de la institución apelaron al protectorado del Gobierno de Baleares y de la justicia para evitar perder la posesión real del goya. "No es una disputa familiar, es un caso que supone un gravísimo peligro para el patrimonio publico", agregó Baltasar. Bartolomé March, hijo del financiero Juan March, poseía dos goyas, entre muchas otras obras y colecciones donadas en vida a su fundación. La otra obra de Francisco de Goya (La Celestina y su hija) era de titularidad privada y, tras su muerte, fue vendida por sus hijos.
Estalla el enfrentamiento
El destino de La duquesa de Osuna, valorada ante Hacienda en 7,5 millones de euros y expuesta en museos internacionales como perteneciente a la fundación -según hacía constar el mecenas-, hizo estallar el enfrentamiento. Manolo March y su madre, Maritín Cencillo, presidente y vicepresidente de la fundación, señalaron ayer que "la mayoría de miembros del patronato (dos hijas y dos nietos de Bartolomé March) retienen en su poder bienes de la fundación que no quieren devolver".
Marita March Cencillo, que dispone en su casa de Madrid del goya y otras telas medievales en litigio, asegura que el óleo, muy conocido y reiteradamente exhibido, se le asignó en el reparto de la herencia de su padre. Los albaceas contadores partidores de la herencia incluyeron el goya en la masa del reparto, en 1999, de manera improcedente según los rectores. La demanda interpuesta por la fundación causó la actual escisión en el patronato.
Basilio Baltasar recalcó que "vivimos esta crisis por culpa de la inhibición del Gobierno balear de Jaume Matas, que no actuó cuando debía. Ahora ha de impedir que los patronos puedan apropiarse de bienes". Los rectores, que siguen al frente de la fundación, consideran que la reunión del patronato donde se les destituyó "no es válida y sus acuerdos son totalmente ineficaces" al celebrarse sin la presencia del presidente y vicepresidenta de la misma. El portavoz de Marita March Cencillo acusó a Basilio Baltasar de gestión desleal y recordó que cuatro de los seis patronos acordaron despedirle por pérdida de confianza.
Babelia
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