Aznar comunica a Rajoy su deseo de declarar ante la comisión del 11-M

El ex presidente del Gobierno José María Aznar expresó el martes al secretario general del PP, Mariano Rajoy, su disposición a comparecer ante la comisión del Congreso que investiga el 11-M, según reveló ayer este último a un grupo de periodistas en los pasillos del Congreso.

Rajoy interpretó que, con esta actitud, Aznar pretende "zanjar el debate" abierto por el hecho de que ni el PP ni el PSOE hayan incluido al ex jefe del Gobierno en sus listas de comparecientes.

Los grupos minoritarios sospechan que socialistas y populares han llegado a un pacto para excluir a Aznar y al actual presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, de la investigación.

El PP estudió la posibilidad de pedir la comparecencia de Aznar, por temor a que la reclamase otro grupo, pero la descartó tras saber que el PSOE ni reclamaría su presencia ni apoyaría a los grupos que la propusieran.

El líder del PP dice que el ex presidente quiere "zanjar la polémica" sobre su citación

Policías y guardias civiles serán los primeros en comparecer en la Cámara a partir del 6 de julio

Los grupos minoritarios acusan al PP y al PSOE de dilatar los trabajos y "echar balones fuera"

La declaración de Aznar fue solicitada inicialmente por Convergència i Unió (CiU), PNV, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y el Grupo Mixto. El líder de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, se sumó a la petición tras saber que el PP había solicitado que compareciera él mismo.

El presidente del PP de Cataluña, Josep Piqué, terció ayer en la polémica al calificar de "razonable" que Aznar comparezca ante la comisión que investiga los atentados del 11 de marzo cuando sus trabajos "hayan avanzado lo suficiente" y siempre que esta declaración se produzca "en un contexto serio y riguroso".

En declaraciones a la televisión autonómica catalana TV3, Piqué dijo que no le consta que el PSOE y el PP hayan pactado su exclusión y se mostró partidario de que el anterior jefe del Ejecutivo declare ante el Congreso porque "si no, difícilmente la opinión pública lo entendería".

Cuando se le preguntó si el PP podría pedir que se cite a Aznar, dijo que no le corresponde a él decidirlo. "Pero, si se me pide mi opinión, yo no sólo no lo descartaría sino que, cuando fuera el momento, me parecería oportuno".

Los últimos, los políticos

La propuesta para citar a Aznar, como todas las restantes, quedó aparcada, ya que la comisión del 11-M decidió ayer llamar en primer lugar a los funcionarios policiales, luego a los responsables de medios de comunicación y, en último lugar, a los políticos.

Será en ese momento, ya avanzado el mes de julio, cuando habrá que decidir si se llama a Aznar y bastará con que entonces el PP acepte su comparecencia para que ésta se produzca.

Las primeras declaraciones ante la comisión, las de los policías y guardias civiles, comenzarán el 6 de julio a las nueve de la mañana. Para esa fecha, los diputados confían en disponer de más de un centenar de documentos, muchos de ellos secretos, que ya han empezado a solicitar al Gobierno, al Consejo General del Poder Judicial y a empresas privadas.

Sin embargo, hasta el próximo 1 de julio, cuando se reúna de nuevo la comisión, no se sabrá cuáles de los 35 policías cuyo testimonio reclaman los distintos grupos parlamentarios serán citados.

La ley obliga a comparecer ante la comisión de investigación del Congreso de los Diputados a cualquier persona que sea convocada, pues de no hacerlo podría incurrir en delito, pero tiene derecho a guardar silencio.

El presidente de la comisión, Paulino Rivero, de Coalición Canaria, explicó que los policías serán llamados por orden jerárquico ascendente -es decir, empezando por los de menor responsabilidad- y que se prescindirá de los testimonios que sean redundantes. Se da por segura la citación de los comisarios y generales que formaban la cúpula del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil cuando se cometieron los brutales atentados del 11-M.

La comisión no aprobó ninguna comparecencia, sino que se limitó a tomar nota de todas las solicitadas. Será a medida que avancen los trabajos, cada vez que se prepare el orden del día de la semana siguiente, cuando se decida quiénes son los convocados.

Ministros extranjeros

Lo único que se decidió fue renunciar a llamar a los ministros del Interior de Alemania y Marruecos, Otto Schily y Mustafá Sahel, por considerar que escapan a la competencia de la comisión. José Antonio Labordeta, representante del Grupo Mixto, también retiró la de Mercedes Rico, directora general de Asuntos Religiosos, a solicitud de la afectada. La indefinición de los dos grupos mayoritarios, el PP y el PSOE, sobre las personas que serán citadas provocó la indignación de las minorías, que pretendían aprobar ayer las comparecencias.

Jordi Jané (CiU), Emilio Olabarria (PNV), Joan Puig (ERC), Gaspar Llamazares (IU) y José Antonio Labordeta (Chunta Aragonesista), que comparecieron juntos ante la prensa, acusaron a populares y socialistas de dilatar innecesariamente el inicio de la investigación y "echar balones fuera".

Llamazares pidió al PP y al PSOE que "dejen de mirarse de reojo" y les echó la culpa de "poner amarilla a la comisión por no ponerse colorados ellos".

Álvaro Cuesta, del PSOE, pidió paciencia a los grupos minoritarios, "para que esta comisión no descarrile por precipitaciones". El portavoz socialista defendió la necesidad de que los diputados esperen a disponer de la abundante documentación solicitada antes de decidir las comparecencias.