Más del 50% de los toxicómanos que se inyectan lo hace con "alto riesgo" de contagio del sida

Un estudio de la Consejería de Sanidad concluye que la relación entre las drogas y el sida mantiene "un escenario de alto riesgo" en la región. Más del 50% de quienes consumen drogas por vía parenteral comparte jeringuillas o el material para preparar la dosis o utiliza las que encuentra en el suelo, ya utilizadas por otros toxicómanos. El estudio recomienda revisar "si la ubicación de los puntos de intercambio de jeringuillas y su horario son los más adecuados a las necesidades del consumo". Más del 80% de los toxicómanos compra drogas en los poblados marginales como Las Barranquillas.

El perfil de los 302 consumidores de drogas entrevistados en el estudio "muestra un alto índice de marginalidad". "El 46% vive solo, el 45% lo hace en la calle o en recursos sociales, el 72% está en el paro, el 23% no tiene ningún tipo de estudios, el 26% obtiene el dinero con el trapicheo de drogas, el 17% con la venta de cosas robadas y el 56% ha estado alguna vez en la cárcel", concluye la investigación llevada a cabo por el Servicio de Epidemiología de la Consejería de Sanidad, a cuyo frente está Manuel Lamela. Un 48,7% de los entrevistados afirma estar en un programa de metadona durante la investigación.

Además, los toxicómanos consumen simultáneamente varias drogas, y lo hacen de distinta formas: un 51% se ha inyectado en el último mes y un 78% las ha fumado o esnifado.

La cocaína es la droga más consumida por los toxicómanos (un 34% se la inyecta y un 65% la esnifa o fuma), seguida de la mezcla de cocaína y heroína (31% inyectada y 43% esnifada o fumada) y la heroína sola (18% y 44%, respectivamente). Un 68% también consume alcohol, un 62% hachís, un 53% benzodiacepinas (tranquilizantes) y un 3% éxtasis.

'Cundas'

Los responsables del estudio colaboraron para la realización del estudio con personal de ONG que trabajan habitualmente con toxicómanos, que fueron los encargados de realizar las entrevistas en poblados como Las Barranquillas, parques públicos y otras zonas de venta, así como en "paradas de las cundas", vehículos privados que transportan a los toxicómanos a las zonas de compra.

Los propietarios de estos vehículos cobran una cantidad por el traslado de los toxicómanos a los hipermercados de la droga de Madrid o bien se quedan con una pequeña parte de la droga que consumen los viajeros a cambio del transporte. De hecho, el poblado de Las Barranquillas, en Villa de Vallecas, se ha convertido en una ciudad sin ley. Ubicado en una zona aislada, alejada del casco urbano de la capital, el mayor hipermercado de la droga de España cuenta ya con 300 chabolas.

El informe del Servicio de Epidemiología de la Consejería de Sanidad también se ha llevado a cabo en Alcalá de Henares, Torrejón de Ardoz, Móstoles y varios distritos de Madrid, áreas elegidas por los investigadores para llevar a cabo este trabajo de campo.

La conclusión más importante del estudio es la que alerta sobre las prácticas de riesgo que mantienen los toxicómanos. Uno de cada cinco, incluso, cree que es seropositivo cuando no lo es, o al revés. Los entrevistadores tomaron una muestra de saliva de los toxicómanos, analizaron la presencia o no de anticuerpos del sida y compararon los resultados con la respuesta a la pregunta "¿Eres seropositivo?". Un 21,2% de los que contestaron que no, en realidad sí lo son, mientras que un 18,3% de los que dijeron ser seropositivos, no lo son, según el informe.

Un 56,9% de quienes manifiestan ser seropositivos está en tratamiento con antirretrovirales, un 15% afirma que "el médico les dice que no lo necesita o que están bien de defensas", un 9,3% no quiere tomar el tratamiento y un 2,3% dice que lo ha abandonado voluntariamente.

El estudio revela que la gran mayoría de los toxicómanos conocen y utilizan los dispositivos de intercambio de jeringuillas para obtener las nuevas. Así, un 72% lo ha hecho en el último mes en los dispositivos de intercambio, un 70% ha ido a una farmacia y un 37% en la sala de venopunción de Las Barranquillas. Otro 65% compra jeringuillas nuevas a los vendedores en los poblados.

Sin embargo, pese a estas cifras y a que la mayoría de los días sólo utilizan jeringuillas nuevas, el estudio de Sanidad alerta de que el elevado número de dosis consumidas (más de la mitad de quienes se inyectan lo hacen tres o más veces al día y un 34% "usa más de 120 jeringuillas al mes") hace que más de la mitad de los toxicómanos caigan más de una vez a la semana en prácticas de "alto riesgo" en la prevención del sida, la hepatitis u otras enfermedades.

La más habitual es el "compartir el material de preparación de las dosis", un 55,7%. Un 8,1% se inyecta con jeringuillas previamente utilizadas por otros toxicómanos, un 7,3% "carga la droga desde una jeringuilla ya usada", un 8,9% "reparte a otros droga desde la jeringuilla utilizada por él" y un 5,6% deja la jeringuilla a otro toxicómano después de inyectarse.

De quienes comparten jeringuillas, un 80% lo hace con amigos o con su pareja habitual, mientras el resto lo hace con "conocidos casuales", y uno de cada 10 con la jeringuilla que les da el traficante que antes ha sido utilizada con otro toxicómano.

La mitad de quienes limpian las jeringuillas compartidas sólo lo hacen con agua, mientras uno de cada cinco lo hace con lejía y el resto las hierve o usa amoniaco u otros desinfectantes. El estudio también alerta sobre el riesgo de las prácticas sexuales de los toxicómanos. Sólo un 20% de quienes afirman tener una pareja estable seropositiva utiliza el preservativo siempre que mantiene relaciones sexuales con ella.