La Federación Europea de Libreros pide un IVA cero para promocionar la lectura
Doris Stockmann, su presidenta, anuncia una conferencia internacional sobre 'El Quijote'
Don't tax reading. "No a los impuestos a la lectura". Es el lema de la Federación Europea de Libreros (EBF). Su presidenta, la finlandesa Doris Stockmann, ha estado en Madrid, visitando la Feria del Libro. "Es una buena experiencia para la promoción de la lectura. Que esté en un parque y que se dedique a Europa y a los niños es bueno y no habitual", afirmó. "El IVA aplicado a los libros en los Estados miembros de la Unión Europea varía entre el 0% y el 25%", explicó. El recomendado es el 5%. Tres de los nuevos miembros incorporados a la UE llegan con el IVA cero: Chipre, Lituania y Estonia. Chipre ya ha declarado que impondrá el IVA del 5% en los libros. La federación es consciente de que el nuevo impuesto puede afectar al sector del libro en dichos países.
"Los precios más bajos permiten la compra de más libros y un mayor acceso de la lectura"
"Sólo hay un país de la UE que mantenga un IVA para los libros del 25%. Es Dinamarca. Suecia rebajó el IVA del 25% al 6% y nombró una comisión para analizar la evolución y el efecto de los cambios en la lectura y compra de libros. Las ventas han aumentado y también la lectura", explicó Stockmann.
España tiene para los libros un IVA reducido del 4% y, según el programa del PSOE, que ha explicado la ministra de Cultura, Carmen Calvo, su intención es dejarlo en un simbólico 1%. La EBF va más allá, aunque, según Stockmann, sabe que es muy difícil alcanzar sus objetivos. "No hay que olvidar que el IVA es una fuente de ingresos muy importante". La EBF sabe que en un futuro próximo se "aconsejará" a los países de la UE aplicar un IVA no menor al 15% para todos los productos y servicios. "Sin embargo, todos los países podrán aplicar tarifas reducidas, no más bajas del 5%, a un pequeño número de productos, incluidos los libros".
"Aunque, afortunadamente, tenemos la posibilidad de que los libros impresos estén en la banda más baja del IVA, en la Federación Europea de Libreros queremos que en el futuro estén exentos de impuestos en toda la Unión Europea". Y, además, piden que el IVA cero se aplique asimismo a los libros electrónicos, sobre todo cuando tienen el mismo título y contenido que los impresos en papel.
Tienen claros sus argumentos: "A través de los libros se llega a la literatura, a la educación y al conocimiento. Los libros construyen y transmiten la cultura, la ciencia y la historia de Europa. La identidad de Europa vive a través de la palabra escrita". Y tienen más motivos: "Los precios más bajos permiten la compra de más libros y un mayor acceso de la lectura".
Aparte de los impuestos al libro, la mayor preocupación de la EBF es el nivel de lectura. "Es cada vez mayor el analfabetismo funcional", dice Stockmann. Otro de sus proyectos inmediatos es impulsar una campaña de fomento de la lectura en toda Europa de un mínimo de tres años de duración. Está prevista una conferencia de los libreros europeos en España en la primavera de 2005, para celebrar juntos el cuarto centenario de la publicación del Quijote. El lema de la campaña, que se decidirá en noviembre, en Amberes, capital europea del libro, será, en principio, "Que te pillen leyendo".
"Hay muchas formas distintas de promocionar la lectura", explica Stockmann. "En Finlandia, mi país, es bastante bueno el nivel y el fomento a la lectura se desarrolla sobre todo a través de los profesores, las escuelas y las bibliotecas; aun así, se ha impulsado una campaña dedicada a padres y abuelos, para que dediquen al menos 15 minutos al día a leer cuentos o libros a sus hijos y nietos".
Una de las iniciativas europeas es ahora, como lo fue hace unos años la campaña de lectura del Reino Unido, la que se está haciendo en Holanda. "Trabajan conjuntamente editores, libreros y bibliotecarios", con apoyo estatal y con mensajes específicos: por qué hay que leer narrativa, por qué hay que leer poseía, por qué hay que leer ensayo. "Se concede también un premio anual al libro más votado, no por los libreros o editores, sino por los lectores".
El canon por el préstamo de libros en las bibliotecas españolas, cuya aplicación reclama la Unión Europea, también preocupa a la Federación Europea de Libreros. De sus explicaciones se deduce que una cosa es el norte y otra el sur de Europa. Arriba, lo tienen claro desde hace años y les parece lógico que se tengan en cuenta los derechos de autor. "En Suecia tienen unas estadísticas muy depuradas y se busca el equilibrio entre los autores que venden más y los minoritarios". "En Finlandia", añade Stockmann, "es el comité de escritores el que decide, a partir del precio del libro. También se tienen en cuenta a los ilustradores y a los traductores".
Los primeros de los últimos
La Federación Europea de Libreros está reuniendo datos de los 10 países que se han incorporado a la Unión Europea. Les preocupa cómo repercutirán las directivas de la Comisión en el mundo del libro de los respectivos Estados, también el cada vez mayor número de inmigrantes y cómo contribuir a su integración efectiva.
Después de tantos años de lucha a favor de la lectura, alarma a los libreros el analfabetismo funcional y el bajo índice de lectura. Según el estudio realizado por el Grupo de Investigación Europeo para la EBF en abril de 2002, "se destaca que en Europa un promedio del 42,1% afirmó no haber leído un libro en los últimos 12 meses". Portugal, Grecia, Bélgica y España contribuyen a la baja en las estadísticas. Las cifras hablan por sí solas: en Portugal, un 67,3% de la población no leyó un libro; en Bélgica, un 58,3%; en Grecia, un 54,3%, y en España, un 52,7%. O sea, que somos los primeros de los últimos.
Doris Stockmann, la presidenta de la Federación Europea de Libreros, destacó que ha visto en España un esfuerzo e interés conjunto de los editores, los libreros, los distribuidores, los bibliotecarios y la Administración, aunque a su juicio no es suficiente.
Stockmann conoce bien el mundo de las librerías. Comenzó su trabajo en la Academic Bookstore, de Akateeminen Kirjakauppa, en Finlandia, en 1969, en la que fue directora desde 1990 a 1998. Entre 2001 y 2002 fue responsable del comité de programas de la Feria del Libro de Helsinki y ahora preside a los libreros europeos.
Subdivide las librerías en tres bloques: grandes cadenas e hiperespacios, cadenas de librerías que se agrupan como central de compras, y pequeñas y medianas librerías independientes. "Son las que más problemas tienen. Han descendido en número, pero creo que ahora se están estabilizando. En la EBF tenemos programas para ayudarlas de forma efectiva, para perfeccionar sistemas informáticos, bases de datos... Queremos ayudar para que puedan competir en igualdad".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- IVA
- Lectura
- Ampliaciones UE
- Hábitos culturales
- Librerías
- Miguel de Cervantes
- Escritores
- Siglo de Oro
- Encuestas
- Impuestos
- Europa este
- Hacienda pública
- Sector editorial
- Opinión pública
- Literatura
- Tributos
- Libros
- Unión Europea
- Finanzas públicas
- Organizaciones internacionales
- Europa
- Relaciones exteriores
- Finanzas
- Industria cultural
- Cultura