Qué pasa con la reforma de la OCM del aceite de oliva
El pasado 29 de abril se aprobó formalmente la reforma definitiva de la OCM (Organización Común del Mercado) del aceite de oliva y lo primero que cabe concluir es que no se han conseguido las expectativas que todos -Asociaciones Agrarias, Comunidades Autónomas, Partidos Políticos- estábamos demandando en lo que a la ficha financiera de nuestro país se refiere.
A partir de aquí, el Partido Popular, con grandes conocedores y defensores desde siempre de los olivareros, como Rajoy y Arenas, se ha lanzado a una "cruzada aceitera" tal vez porque el 13-J se acerca y "la parroquia popular no está muy católica" que digamos.
De poco consuelo servirá a los olivareros andaluces el conocer a quién corresponde la responsabilidad política de lo sucedido, ellos lo saben perfectamente, pero desde la política es necesario que le demos respuesta a tres interrogantes: qué ha pasado, cómo ha quedado la OCM y qué podemos hacer de cara al futuro.
Qué ha pasado. La cosa está muy clara; la OCM del aceite de oliva aprobada responde exactamente a los acuerdos que España negoció, aceptó y votó positivamente en 1998 y 2003. En efecto, en la reforma provisional de 1998 Loyola de Palacio aceptó el sistema de cupo por países con el agravante de que todos los países productores obtuvieron un cupo que cubría más o menos el 100% de sus producciones, menos España que, como se ha visto en el período transitorio, tiene un déficit estructural del 40%. Todos sabíamos desde entonces que esto sería irreversible en el futuro.
Por otra parte, en la reforma intermedia de la Política Agraria Común (PAC) de junio de 2003, Aznar y Arias Cañete negociaron, aceptaron y votaron dos principios para todas las OCM's: el del desacoplamiento de las ayudas y el de la neutralidad presupuestaria. Y esto es lo que ha ocurrido en esta reforma definitiva, lo que ya había aceptado y votado el Partido Popular: mantener los cupos como estaban, desacoplar las ayudas en un 60% y no aumentar la ficha presupuestaria para este cultivo. Por tanto, el autor de la letra y la música de lo ocurrido es el Partido Popular, siendo sus principales intérpretes Aznar, Loyola de Palacio y Arias Cañete.
Pero por si fuese poco lo anterior, el Partido Popular le echó más lastre a esta reforma; a saber: forzar una prórroga de la reforma provisional en 2001 sabiendo que el escenario político y presupuestario sería más negativo en los años posteriores; negociar las OCM's mediterráneas en un paquete aparte y condicionando su aprobación de manera conjunta, sabiendo que España era el único país con intereses en las tres reformas; y haber forzado el no negociar la reforma del aceite de oliva hasta después del 14 de marzo porque Arias Cañete sabía que esto no iba a ir bien y no quería que formara parte del debate electoral.
La reforma de esta OCM tenía una disponibilidad presupuestaria de 43 millones de euros, ni un euro más a pesar de las mentiras de Loyola de Palacio. 20 millones se los han dado a Francia y Portugal porque así lo acordó Loyola de Palacio en 1998, y 20 millones para España. Esta es la verdad de la negociación y no otra.
Ahora bien, como Arias Cañete ha dicho que si él hubiera cerrado la negociación el resultado habría sido otro, no dice si mejor o peor, cabe hacerle dos consideraciones: fue Ministro de Agricultura del Gobierno de España hasta el día 17 del mes de abril, si tuvo en sus manos un acuerdo bueno para España y no lo hizo es un irresponsable y un insolvente político. Pero todos sabemos que esto es falso, por tanto seguir hablando de ello es perder el tiempo.
Cómo ha quedado la reforma; una ayuda desacoplada del 60%, con flexibilidad a cada estado miembro para llegar al 100%, 20 millones de euros más para España, incluir cuatro campañas para el cálculo de la ayuda desacoplada (de 1999/00 a 2002/03) y nada de prohibición de mezclas, nada de mejora del sistema de almacenamiento y nada de medidas de promoción.
Una pregunta al PP; ¿si hemos tenido hasta ahora 1.005 millones de euros para España (casi 170.000 millones de pesetas) en ayudas anuales para los olivareros -y esta era la mejor reforma que nunca los tiempos conocieron en el mundo mundial- cómo es qué ahora que vamos a tener 1.034 millones de euros anuales (casi 5.000 millones de pesetas más) estamos ante un gran fracaso del Gobierno del PSOE que ha estado 48 horas en esta negociación?.
Quiero aclarar una cosa: desde la Junta de Andalucía y desde el PSOE de Andalucía hemos estado pidiendo un acuerdo presupuestario de entre 100 y 200 millones de euros más para España, que no ha sido posible porque no los había. Pero no pedíamos este dinero para aumentar las ayudas a los olivareros andaluces, los pedíamos para quedarnos como estábamos y evitar la dificultad presupuestaria que suponía, y va a suponer, el aumentar las ayudas al olivar menos productivo y marginal que tiene el legítimo derecho de que se mejore su situación. Siempre defendimos más ayudas para el olivar menos productivo, pero sin que ello suponga transferencias de rentas desde Andalucía al resto de las comunidades autónomas. Y con esto entro en la última reflexión que me planteaba.
Qué podemos hacer de cara al futuro; lo que toca es que el Ministerio de Agricultura negocie y consensue con las CC.AA. un modelo que permita conseguir un objetivo importante para Andalucía: que los olivareros andaluces sigan manteniendo el mismo nivel de ayudas que tenían hasta ahora.
¿Cómo se hace esto? Esta es la tarea que corresponde a la política, lo importante es que este sea el resultado final, con qué medios y recursos, eso ya formará parte de las propuestas y de la negociación. En este apartado sería conveniente informar a Rajoy y a Arenas de que va a ser imposible conseguir este objetivo al cien por cien ya que el PP, en la reforma de la PAC de junio de 2003, aprobó y votó un recorte lineal de las ayudas del 5% para todos los olivareros que cobren más de 5.000 euros de ayudas al año, y esto entrará en vigor el próximo año.
Quiero terminar esta reflexión añadiendo algo que me parece capital, el futuro de las ayudas de la PAC no es el mejor de los posibles; con el presupuesto de la Unión Europea congelado y propuestas para disminuirlo, y con la incorporación de 12 países que necesitan recursos económicos para su desarrollo socio-económico, las ayudas agrarias no serán el pilar más fuerte que sustente el futuro del sector agrario en el medio rural. Debiéramos aprovechar esta situación para dar el paso definitivo de la calidad y la comercialización.
El aceite de oliva andaluz tiene un magnífico futuro, no hay duda alguna, pero mientras produzcamos un aceite de gran calidad que salga de Andalucía en camiones cisternas de 20.000 kg., la batalla la tenemos perdida. Sería bueno que el Partido Popular se sumara a este reto de resolver los problemas del sector aceitero andaluz, pero ya les aviso que para ello hace falta "menos músculo y más inteligencia", justamente lo contrario de lo que han hecho hasta ahora.
José Pliego Cubero (PSOE) es Presidente de la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación del Congreso de los Diputados.
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