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Reportaje:LA CULTURA DEL VINO

Vinos de Chile

Desde el segundo viaje de Colón, los conquistadores españoles llevaron consigo las principales especies vegetales y animales que conocían en Europa. Y sobre todas ellas apreciaban la vid. Los intentos de Colón y sus sucesores para lograr que la vid prosperase fracasaron reiteradamente en el Nuevo Mundo. Fue en Chile donde, por primera vez en el Hemisferio Sur, se consiguió producir vides en condiciones similares a las de Europa.

Se ha dicho con razón que Chile es el paraíso de la viña y del vino. Todo el viñedo chileno se origina en patrones directos. No es necesario emplear portainjertos de vides americanas, pues en Chile no existe la filoxera, insecto radicular que diezmó el viñedo europeo a fines del XIX. Por tanto, las variedades de vides que se cultivan en Chile son, virtualmente, las únicas prefiloxéricas del mundo.

La incidencia de pestes y enfermedades es bajísima. No existe ninguna que limite seriamente el cultivo de la vid. Las heladas en primavera son muy escasas o nulas, lo que da una gran seguridad técnica y permite prescindir de instalaciones especiales para combatirlas.

En 1995, una nueva reglamentación sobre las denominaciones de origen estableció un total de cinco zonas de producción. Son éstas:

Valle Central: Es una amplia región que se extiende 80 kilómetros hacia el norte de Santiago de Chile y 240 kilómetros hacia el sur. Su climá es variado.

Valle del Maipo: Situada cerca de Santiago, fue la primera región vitícola que se desarrolló y todavía tiene la mayor concentración de viñas. Gran parte de los cabernet sauvignon y de los merlot proceden de allí.

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Valle del Maule: Desarrollada en la década de los 80, es de clima bastante más fresco lo que la hace adecuado para la sauvignon, la merlot y la chardonnay.

Casablanca: Nueva región del Aconcagua al noroeste de Santiago, goza de las brisas frescas del Pacífico. Sus suelos cretáceos y arenosos dan una chardonnay que madura lentamente y aporta aromas delicados y concentrados. La merlot y la sauvignon blanc son las otras dos cepas preferidas en esta zona.

Atacama y Coquimbo: Son las regiones que se encuentran más al norte.

En todas ellas, las variedades europeas son las protagonistas, pero no se puede olvidar una casta autóctona reconocida oficialmente desde 1996 como la carmenére. Esta uva produce unos vinos de aromas dulces y sabrosos, y una textura que acaricia todo el paladar, lo que los convierte en vinos realmente originales.

Entre sus productores y bodegueros más importantes encontramos Concha y Toro, Errázuriz Panquehue, Cousiño Macul, San Pedro, Miguel Torres, Undurraga, Los Vascos y Valdivieso.

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