Cuba decreta una subida de la gasolina y suspende la venta de productos en dólares

El plan anunciado la semana pasada por EE UU para endurecer el embargo y "acelerar" una transición democrática en Cuba ha tenido respuesta inmediata en la isla: el lunes por la noche, las autoridades anunciaron la subida de los precios del combustible y de todos los artículos de venta en dólares, además de suspender "hasta nuevo aviso" la venta de productos que se comercializan en esta moneda, excepto alimentos y artículos de higiene personal; en lo político, ha comenzado una "movilización" patriótica en los barrios y centros de trabajo para rechazar "las brutales y crueles medidas norteamericanas".

En su primera reacción, el viernes, el Gobierno de Fidel Castro calificó las medidas dispuestas por la llamada Comisión de Ayuda a una Cuba Libre, que preside el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, de "plan anexionista" que pretende destruir la revolución y rendir a sus habitantes por hambre. El lunes, al anunciar en un comunicado 15 medidas económicas de respuesta, consideró que "en estos instantes (...) la tarea fundamental es continuar perfeccionando las tácticas, las técnicas, los métodos y los principios de la guerra de todo el pueblo, y seguir elevando la conciencia revolucionaria, patriótica y socialista".

"Nos esperan días de trabajo y sacrificio, pero también de gloria y de victorias para nuestra patria heroica", fue el augurio tremendo de la declaración gubernamental, que fue leída y repetida hasta altas horas de la noche por radio y televisión, provocando alarma en la población.

Ayer por la mañana permanecían cerradas la mayor parte de las ferreterías, tiendas de ropa, electrodomésticos y en general todas las que no se dedican a la venta de alimentos y artículos de aseo, y en algunas de estas sólo se despachaba una cantidad de productos limitados por persona. Desde temprano, grupos de gente se arremolinaron en estos comercios de dólares para comprar o enterarse de qué productos iban a subir y cuando.

La nota oficial, recibida con inquietud en la calle y no sólo por las consecuencias económicas, afirma que "las brutales y crueles medidas que acaba de adoptar el Gobierno de Estados Unidos contra Cuba van directamente dirigidas a estrangular nuestro desarrollo y reducir al mínimo los recursos en divisas imprescindibles para satisfacer las necesidades de alimentación, servicios médicos, educacionales y otros esenciales", ante lo cual se anunció que "lamentablemente" se incrementarán los precios en todos los establecimientos "que ofertan sus productos en divisas convertibles y en los centros de expendio de combustible". El Gobierno aclaró que en ningún caso se subirán los precios de los productos que se venden en moneda nacional ni se afectará la cartilla de racionamiento.

Límites a las remesas

Entre las medidas para recrudecer el embargo y "reducir los recursos financieros" del Gobierno cubano, Washington anunció que limitará las visitas de los exilados a la isla a una cada tres años -hasta ahora podían viajar una vez al año legalmente-, reducirá la cantidad de dinero que pueden gastar diariamente en Cuba de 164 dólares a 50, prohibirá a los cubanos residentes en EE UU el envío de paquetes y remesas a sus familiares si éstos son "funcionarios del Gobierno o miembros del Partido Comunista" y en cualquier caso se restringirán sólo a los familiares directos (abuelos, nietos, padres, hermanos, esposas e hijos).

Según cálculos no oficiales, el volumen de las remesas que los exiliados envían a sus familiares rondan los 1.000 millones de dólares, lo que lo convierte en la primera fuente de ingreso neto de dólares de Cuba, por encima del turismo. En Cuba, donde el salario medio de un obrero es de alrededor de 250 pesos (10 dólares al cambio oficial), muchas personas viven de las ayudas de sus familiares, pues las llamadas "tiendas de recaudación de divisas" son los únicos comercios donde se pueden comprar -y a precios de por sí bastante elevados- ropa, calzado, electrodomésticos y muchos artículos de primera necesidad -desde champú a aceite de girasol-, invisibles en la red de comercios de moneda nacional.

Paralelamente a las medidas económicas, las autoridades ya han comenzado la movilización política e ideológica a nivel nacional con discusiones en los centros de trabajo, programas televisivos y actos de reafirmación. "Bush parece el mejor aliado de Fidel Castro. Gracias a él, ahora hay aquí tienen más argumentos que nunca para cerrarse y justificar que, ante la agresión, no queda más remedio que defenderse. Ahora sí que tenemos batalla de ideas para rato", comentaba ayer un atribulado cubano al pie de un anaquel en una tienda de La Habana.