Las centrales alemanas profundizan su divorcio de las reformas de Schröder

Los sindicatos alemanes utilizaron la jornada de ayer como escaparate para ilustrar su deteriorada relación con el Gobierno del canciller Gerhard Schröder. La manifestación en Berlín del Primero de Mayo, con unos 25.000 asistentes, se convirtió en un clamor contra las reformas del canciller, a que acarrean, a su juicio, recortes en la sanidad pública, paro y jubilaciones. Las reformas, conocidas como Agenda 2010, "no son ni justas ni sociales, sino sinónimo de un modelo de sociedad con más riqueza concentrada en unos pocos", aseguró Michael Sommer, presidente de la Confederación de Sindicatos Alemanes.

En la principal manifestación, celebrada ante el Ayuntamiento de Berlín, Sommer arremetió contra las reformas que el Gobierno trata de impulsar. En su discurso, el líder sindical aseguró que la Agenda 2010 condena a los más débiles, "perceptores del auxilio social, madres o padres en solitario, académicos en paro, jubilados y jóvenes, a vivir cada vez con menos".

La ampliación de la UE, con 10 nuevos socios, también fue uno de los temas que acaparó la atención de los sindicatos. La nueva UE corre peligro de consumar una "Europa del poder de los consorcios, sin una política de justicia social".

Los disturbios callejeros también fueron parte de la jornada y concluyeron en la madrugada de ayer con 111 detenidos y 58 policías con heridas leves. En un barrio en el este de Berlín, unos mil neonazis desfilaron convocados por el Partido Nacional Democrático (NDP), acordonados por un hermético cordón policial que intento impedir encontronazos con una marcha de grupos izquierdistas.

Resto del mundo

En Francia, los sindicatos acometieron contra las reformas a la seguridad social que quiere llevar a cabo el Gobierno de Jacques Chirac. La Confederación General del Trabajo francesa (CGT) aprovechó la jornada, que reunió unas 30.000 personas según los organizadores, para proponer una movilización a principios de junio que tenga como objetivo defender la Seguridad Social.

En Portugal, los dos sindicatos mayoritarios se manifestaron por separado, pero anunciaron que van a reclamar un cambio en el rumbo de la política económica del Gobierno.

En Rusia, liberales, comunistas y defensores de los derechos humanos aunaron sus voces en las manifestaciones del 1º de Mayo para reclamar mejoras sociales y rechazar "la ofensiva contra las libertades" que atribuyen al Kremlin.

En Cuba más de un millón de personas, según cálculos oficiales, desfilaron en La Habana, donde Fidel Castro pronunció un discurso de dos horas, informa Mauricio Vincent.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, por otra parte, admitió que es imposible eliminar por completo el desempleo en Brasil, pero aseguró que su Gobierno se esfuerza para que cada día más personas tengan trabajo.