_
_
_
_
LA POSGUERRA DE IRAK

Washington y la ONU ultiman un pacto para traspasar la soberanía a los iraquíes

Una bandera con símbolos islámicos y kurdos será la nueva enseña nacional de Irak

Washington y la ONU están ultimando los detalles de la transición iraquí. El enviado especial de Naciones Unidas, Lajdar Brahimi, expondrá hoy ante el Consejo de Seguridad las grandes líneas del plan para crear un Gobierno provisional que asuma el mando en Bagdad a partir del 1 de julio. Pero el traspaso de poderes se anuncia complicado e incierto. En los últimos días, EE UU ha dejado claro que seguirá a cargo del control militar y que la nueva autoridad iraquí sólo tendrá una soberanía limitada. La comparecencia de Brahimi marca el inicio de dos meses de intensos preparativos.

Más información
Duros combates dejan 9 muertos en Faluya pese al alto el fuego
Un grupo exige apoyo a su causa para liberar a tres italianos
Diplomáticos británicos arremeten contra Blair por respaldar a Bush en la guerra
Escalada de ataques a las tropas españolas
El PP elude decir si permitirá votar el regreso de las tropas en el debate de hoy en el Congreso
Al menos 64 rebeldes iraquíes mueren en combates con tropas de EE UU en Nayaf

Tras la presentación de su informe, el enviado especial regresará a Bagdad para empezar a poner en práctica el plan y seleccionar a los miembros de la nueva Administración interina. Se espera que cuando termine, dos semanas más tarde, Estados Unidos y el Reino Unido presenten una resolución al Consejo de Seguridad que pida el respaldo de la ONU y autorice la presencia de un contigente internacional. Es una tarea colosal para tan poco tiempo, sobre todo teniendo en cuenta que quedan muchas preguntas por contestar.

El plan Brahimi crea un Gobierno provisional con un presidente (chií), dos vicepresidentes (suní y kurdo), un primer ministro y 25 ministros que administrarán el país y prepararán las elecciones generales en principio previstas para enero de 2005. La propuesta del mediador de la ONU también propone establecer una asamblea consultiva de 1.000 miembros que asesorará al nuevo Ejecutivo. Nadie o casi nadie del actual Consejo de Gobierno iraquí, que fue elegido a dedo por Washington, estará incluido entre los nuevos líderes. Brahimi ha conseguido convencer a Estados Unidos de que los 25 miembros no gozan del suficiente respaldo popular y están demasiado vinculados a la ocupación.

Con este mismo espíritu, la coalición también congelará el proceso de depuración de antiguos miembros del partido Baaz, formación única durante la dictadura de Sadam Husein, y readmitirá en puestos administrativos a responsables del antiguo régimen. Uno de los principales temas que quedan por concretar es el grado de soberanía que el nuevo Gobierno recibirá el 1 de julio. En los últimos días Estados Unidos, ante el empeoramiento de la situación sobre el terreno, ha dejado claro que será limitada o muy limitada. "La estructura del Gobierno debería ser eficaz, sencilla, y no muy amplia, para evitar posibles complicaciones" y su principal cometido será organizar las elecciones, comentó el subsecretario de Estado, Marc Grossman, a una comisión del Congreso la semana pasada.

El subsecretario de Defensa y principal ideólogo neoconservador del Gobierno estadounidense, Paul Wolfowitz, precisó que Washington mantendrá el control militar no sólo sobre los 160.000 soldados de la coalición, sino también sobre la policía iraquí. Washington estima que la anterior resolución sobre Irak, que fue aprobada el pasado octubre por unanimidad, le da suficiente cobertura legal para justificar su presencia, aunque también espera conseguir mayor respaldo internacional. Esto ha sembrado cierto desconcierto entre los miembros del Consejo de Seguridad que esperan que la ONU asuma un papel central en la transición y que los iraquíes se hagan cargo cuanto antes de su propio destino. Nadie se atreve a pronunciarse hasta conocer la propuesta de Washington y las reacciones chíies que por ahora no han sido muy positivas.

La propia ONU se ha mostrado bastante reacia a participar en un proceso donde sólo actuaría de "estrella invitada" a merced de Washington. La organización tampoco quiere volver a ser el blanco de atentados como el del pasado agosto. Su secretario general, Kofi Annan, ha repetido que no enviará a nadie hasta que no mejoren las condiciones de seguridad. Por si fuera poco, hay que sumar los recientes ataques contra el propio Brahimi. Este fin de semana, la ONU tuvo que distanciarse de las declaraciones realizadas por su enviado especial a una radio francesa en las que describió a Israel como un "veneno en la región" y aseguró que la cuestión palestina estaba íntimamente ligada a los problemas iraquíes, unas afirmaciones que sus detractores ya han empezado a usar en su contra.

Sorpresa por la bandera

Una bandera con símbolos islámicos y kurdos y en la que están representados los ríos Tigris y Éufrates sustituirá en los próximos días a la tradicional enseña panarabista iraquí, de tres franjas; roja, blanca y negra, según informa Efe. La nueva bandera tendrá un fondo blanco sobre el que aparecerán una media luna, el símbolo del islam, de color azul cielo y tres barras horizontales en la parte baja, dos azules como imagen de los grandes ríos bíblicos que vertebran el país y una amarilla en medio de ambas que representará a los kurdos.

La bandera fue presentada ayer por uno de los portavoces del Consejo de Gobierno, Hamid al Kifai, quien dijo que sustituirá en los próximos días a la antigua enseña, instaurada por el régimen republicano iraquí en los años posteriores al derrocamiento del rey Faisal. El nuevo símbolo iraquí ha sido elegido tras dos días de debates de entre unas 30 propuestas presentadas al Consejo de Gobierno en un concurso público, y ha sido obra del artista local Rifat Chaderchi. Las primeras reacciones cosechadas en Bagdad eran de sorpresa, pues nadie esperaba que un organismo designado por las autoridades de ocupación decidiera un símbolo tan importante.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_