Diplomáticos británicos arremeten contra Blair por respaldar a Bush en la guerra
Medio centenar de antiguos embajadores reniega de unas políticas "condenadas al fracaso"
Más de medio centenar de antiguos diplomáticos británicos hicieron pública ayer una carta abierta a Tony Blair en la que expresan su "profunda preocupación por las políticas que ha seguido usted en el conflicto árabe-israelí y en el problema de Irak, en cercana cooperación con Estados Unidos". En lo que constituye una revuelta sin precedentes de antiguos embajadores, altos comisionados, gobernadores y expertos en política internacional, los 52 firmantes se declaran "consternados" por el apoyo del primer ministro Blair a unas políticas "condenadas al fracaso".
La carta, difundida a media tarde por la agencia Reuters, coincide con un momento políticamente muy delicado para Blair, que negocia con Estados Unidos el envío de más soldados británicos a Irak para cubrir la inminente ausencia de los contingentes de España, Honduras y la República Dominicana.
Los diplomáticos, que tienen derecho a hacer públicas sus opiniones personales una vez que han abandonado el servicio activo, se han decidido a enviar esta misiva porque creen que las nuevas políticas anunciadas por el primer ministro israelí, Ariel Sharon, condenan al fracaso la llamada Hoja de Ruta para llevar la paz al conflicto árabe-israelí. "Creemos que ha llegado el momento de hacer pública nuestra ansiedad con la esperanza de que haya un debate en el Parlamento que pueda llevar a una reevaluación fundamental de esas políticas", señalan en la carta.
Los antiguos diplomáticos, a los que Tony Blair responderá "de la manera adecuada", según un portavoz de Downing Street, creen que las nuevas políticas anunciadas por Bush y Sharon "son unilaterales y costarán más sangre israelí y palestina". "Nuestra consternación por este paso atrás se ve incrementada por el hecho de que usted mismo parece haberlo respaldado, abandonando los principios que durante casi cuatro décadas han guiado los esfuerzos internacionales por restaurar la paz en Tierra Santa".
"Este abandono llega en un momento en que, con razón o sin ella, se nos presenta en el mundo árabe y musulmán como socios de una ocupación brutal e ilegal en Irak", escriben. Los diplomáticos, quizás divididos sobre la guerra, no cuestionan directamente la presencia británica en Irak, pero critican la manera en que se ha gestionado el conflicto. Reprochan que no hubiera un plan claro sobre qué hacer tras la caída de Sadam y que se subestimara la capacidad de resistencia de los iraquíes a pesar de las advertencias de los expertos. "Describir a la resistencia como liderada por terroristas, fanáticos o extranjeros ni es convincente ni sirve de nada", se lamentan. Y reclaman "objetivos políticos" en la toma de decisiones sobre el terreno y no "criterios remotos", en aparente alusión a los intereses electorales de George W. Bush.
Comparten la visión del primer ministro Blair de que "el Gobierno británico está interesado en trabajar de la manera más cercana posible con Estados Unidos", tanto acerca de Irak como en torno a Oriente Próximo, pero añaden que si la influencia británica "no es aceptable o no es bienvenida, entonces no tiene sentido apoyar políticas que están condenadas al fracaso".
Envío de más tropas
Estas críticas, lanzadas por gente del aparato político británico sin ninguna sospecha de ser izquierdistas liberales y pacifistas, coinciden con un debate nacional sobre la conveniencia de enviar más tropas británicas a Irak. "Estamos en discusiones con la coalición sobre las repercusiones de la retirada de las tropas españolas", confirmó ayer a este diario un portavoz del Ministerio de Defensa. El portavoz no quiso entrar en los "detalles" de esa negociación, aunque admitió que entre las cuestiones a discutir están tanto el envío de más tropas como la posibilidad de extender la zona bajo control británico.
Aunque fuentes de la coalición señalaron ayer que Estados Unidos se encargará de los dos sectores hasta ahora controlados por tropas españolas y latinoamericanas, el diario The Times aseguraba ayer que los soldados británicos podrían ampliar su zona de cobertura, limitada ahora al sur de Irak, en torno a la ciudad de Basora. El diario aventura que el Reino Unido podría enviar entre 1.500 y 2.000 soldados adicionales a Irak, donde ahora hay 7.500.
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