El cítrico se deslocaliza

"El suelo industrial y residencial se está comiendo las fincas", comenta un naranjero de Burriana que vaticina la desaparición de las explotaciones agrícolas de Castellón en "el plazo de 20 años". Y es que la producción de cítricos también se deslocaliza.

Zonas de Andalucía o el Delta del Ebro acogen la ampliación de varias explotaciones castellonenses. Sevilla, Córdoba y Huelva son las tres provincias escogidas por un importante grupo de empresarios que ha optado por desplazar sus puntos de producción o expandir su negocio, más allá de la Comunidad Valenciana, su negocio.

Según datos facilitados por la Unió de Llauradors, Andalucía ha ganado un porcentaje de producción de cítricos superior al 10% en los últimos años. Por su parte, la pérdida de peso relativo de la producción valenciana sobre el total estatal se sitúa entre diez y quince puntos y se cifra en el 60% del total español.

Los compradores ofrecen hasta 36 euros por metro cuadrado de suelo en Castellón auque no haya siquiera atisbos de recalificación. El suelo andaluz, por contra, se ofrece por módicos precios. Los empresarios consideran, además, que la mano de obra en Andalucía sigue siendo más barata. En las provincias elegidas no existen problemas de agua y se mantiene la posibilidad de reconvertir tierras de secano en regadío.

El minifundismo que registra la Comunidad Valenciana soporta mal la voracidad urbanizadora. La producción de cítricos en Andalucía se ha situado en 1,5 millones de toneladas, pero el potencial es tal que la Junta de Andalucía ya ha solicitado una oficina de Intercitrus en la región.

Las fuentes consultadas apuntan a que la marcha de los empresarios citrícolas se mantendrá si no se racionaliza el uso de la tierra. Mientras que la Unió de Llauradors recuerda el "colchón" que constituye la agricultura si el azulejo llegara a tener problemas.