Europa apoya el plan del enviado de la ONU para formar Gobierno en Irak
La mayoría de los Quince considera "imposible" un papel destacado de la OTAN en el país árabe
El drama de Irak y el conflicto israelopalestino siguen alimentando la división en Europa y las tensiones transatlánticas. Así lo han puesto de relieve ayer y anteayer en Tullamore (Irlanda) los ministros europeos de Exteriores, que al menos han intentado salvar los muebles. En el caso iraquí, con un apoyo al plan del enviado especial de la ONU para Irak, Lakhdar Brahimi, quien propugna un trasvase de soberanía similar al de Afganistán. En Oriente Próximo, con un intento de reconducir el plan de Ariel Sharon y George Bush hacia fórmulas más acordes con el plan de paz de la Hoja de Ruta.
Brahimi, según trascendió en la reunión de los ministros, quiere que el Gobierno provisional iraquí formado tras el 30 de junio esté dirigido por un presidente chií, dos vicepresidentes y un primer ministro representantes del resto de etnias y tendencias. En paralelo, prevé la creación de una asamblea integrada por cien personalidades que redacte un proyecto de Constitución. Gobierno y asamblea prepararían las elecciones del año próximo. El proyecto será presentado en las próximas semanas.
La propuesta es "positiva", opina el británico Jack Straw, ministro de un Gobierno que apoyó la guerra. Como el italiano Franco Frattini, a quien le agrada ver una asamblea en la que figuren todas las tendencias de Irak. Entre los contrarios a la guerra, el alemán Joschka Fischer también apoya las tesis de Brahimi, con quien se verá hoy en París. Similar posición tiene el nuevo ministro francés de Exteriores, Michel Barnier, quien advierte que el nuevo Gobierno iraquí debe ser "real y legítimo, no artificial", y que "deben ser consultadas todas las fuerzas del país". "Todos estamos dispuestos a trabajar sobre las propuestas de Brahimi", comentó Solana. "Hay que apoyar los esfuerzos de Brahimi", declaró Brian Cowen, ministro de Irlanda, el país que preside la UE.
De la mano de Brahimi, lo que los europeos propugnan a toda costa es un mayor papel de la ONU y una nueva resolución del Consejo de Seguridad antes del 30 de junio, pero discrepan sobre el contenido y en cómo restablecer la seguridad en el país. Barnier recordó ayer que "cada cual debe asumir su responsabilidad", y la de la seguridad "corresponde a la coalición". Francia, añadió, podrá participar "en la reconstrucción económica, social e institucional", pero no enviará tropas. Barnier y Fischer precisaron que la inseguridad no se resolverá sólo militarmente.
El italiano Frattinino descarta la posible entrada en juego de la OTAN y la española Ana Palacio incluso ve a la Alianza Atlántica en un papel "de dirección" de la seguridad. "Es lo que ha defendido el Gobierno de José María Aznar desde hace meses", comentó en su despedida como ministra en el escenario europeo, tras asegurar que la presencia de tropas españolas en Irak está "amparada" por dos resoluciones de la ONU. La mayoría de ministros, por el contrario, ve "imposible", incluso por falta de tiempo, un papel destacado de la OTAN tras el 30 de junio.
Las discrepancias más crudas se pusieron de manifiesto en el debate sobre el plan de Sharon, avalado por Bush, para Oriente Próximo. El belga Louis Michel fue el más contundente: "Estamos haciendo un ejercicio de ceguera colectiva". El plan Sharon-Bush, agregó, "ha sido humillante para el Cuarteto [UE, Rusia, EE UU y ONU], la UE y los palestinos".
"Con los palestinos humillados, no se puede ganar la paz", agregó el francés Barnier. Para el comisario de Exteriores, el británico Chris Patten, la iniciativa de Sharon, que prevé mantener la mayoría de asentamientos judíos en Cisjordania, hace "un tremendo daño" al proceso de paz. Por el contrario, a Frattini le pareció que el proyecto es "un primer paso" en la misma dirección que la Hoja de Ruta porque también prevé la retirada del Ejército israelí de Gaza.
Sólo unas horas después de que Blair hablara al respecto con Bush en Washington, Straw intentó rebajar la tensión entre los reunidos: "Sería un error concentrarnos en lo que nos parece negativo. Tenemos que ver el vaso medio lleno". Dicho y hecho. Los ministros pactaron un texto en el que aseguran que la UE no reconocerá ningún paso (en fronteras, refugiados, soberanía...) que no haya sido negociado y pactado por las dos partes en conflicto: israelíes y palestinos. Anunciaron que el Cuarteto se reunirá el 4 de mayo para intentar que lo positivo del plan Sharon, como la retirada de Gaza, se acomode a la Hoja de Ruta. Es decir, hacer de la necesidad virtud sin que Bush tenga que arrepentirse del golpe de gracia a la Hoja de Ruta impulsada sobre todo por la UE.
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